( Ef 1.1–14)
Hace cuarenta años la cárcel era el edificio más
bonito de un pueblito de West Virginia. En realidad era la corte del condado,
pero para un niño cuyo tío era el alguacil mayor, el nuevo edificio color arena
en la ribera del río, en la mitad del pueblo, era la cárcel.
A él no le interesaban las oficinas ni los salones de
la corte en el primer y segundo pisos. Era sábado y todo estaba cerrado, pero
en el sótano estaba su tío trabajando y al fondo estaban las celdas. Quería ir
hacia allá y hablar con el prisionero. Había alcanzado a darle un vistazo
cuando su tía trajo el almuerzo en una canasta para su esposo y luego le llevó
una porción al preso.
Pues bien, su tía al parecer pensaba que un muchacho
no tenía qué hacer tratando de entablar amistad con un delincuente. Su tío
simplemente se encogía de hombros. Ya ven, pensaba que el tipo estaba bien
asegurado, pero el muchacho sabía que no servía de nada discutir con su tía
respecto a cosas realmente importantes para un chiquillo, como por ejemplo,
conocer a su primer criminal.
De modo que tuvo que conformarse con salir, doblar la
esquina y tirar piedras al puente. Persistía en observar la parte trasera de la
cárcel, en donde la pared completa del sótano estaba más arriba del nivel del
río, sobre todo la ventana con barrotes de una celda en particular. Pero el
preso no miraba para afuera. El muchacho pensó que eso era lamentable, porque
se podía ver la parte trasera de todos los edificios, hacia arriba y hacia
abajo, por la orilla. En realidad, era una cárcel hermosa y pensaba que el
panorama desde la celda era muy bonito.
Récord delictivo de Pablo
¿Qué estaba haciendo un buen muchacho judío, educado
en Jerusalén para ser rabí, en una cárcel romana en el primer siglo?
Seguramente tenía que ser alguna equivocación. Pero cuando Saulo de Tarso, principal
perseguidor de la naciente iglesia cristiana, se convirtió en Pablo el apóstol,
evangelista a los gentiles, también llegó a ser un pararrayos para la cólera
judía. Cuando Pablo mencionó a los corintios las muchas persecuciones que había
sufrido, una de ellas era la frecuente prisión (2 Co 11.23). El había visto el panorama desde varias celdas.
Hay toda una historia que conduce a la composición de
Efesios, Filipenses, Colosenses y Filemón desde esta cárcel romana. Lea Hechos 21 e identifique los siguientes aspectos del arresto de
Pablo.
Ciudad donde lo arrestaron
Ubicación en la ciudad
Oficiales que lo arrestaron
Razón de la furia del populacho
Razón por la que el oficial arrestó a Pablo
Si los malos entendidos que rodearon el arresto de
Pablo hubieran tenido para los líderes judíos algo emocionalmente menos cargado
que la directa inclusión de los gentiles en la bendición de Dios, Pablo hubiera
podido ser pronto puesto en libertad con una disculpa. El liderazgo saduceo del
sanedrín escogió esta oportunidad como la ocasión para eliminar al hombre que
había desatado el caos en las comunidades judías por toda Asia menor y Grecia.
En base a Hechos 22 al 24, describa los acontecimientos que condujeron a la audiencia inicial de
Pablo ante una autoridad romana.
Actitud de los guardias que lo arrestaron (22.24–29)
Actitud de los líderes judíos (23.12–15)
Protección dada a Pablo (23.16–35)
Oficial que atendió el caso de Pablo (23.23–26)
Los que trajeron los cargos oficiales contra Pablo (24.1)
Cargos oficiales contra Pablo (24.2–9)
Defensa de Pablo contra las acusaciones (24.10–21)
Resultado de la audiencia (24.22)
Pablo debe haberse sentido complacido al enfrentarse a
un juez conocedor que quedaría más impresionado con su ciudadanía romana que
con las endebles acusaciones presentadas en su contra por un vocero contratado.
Sin embargo, la ley romana no siempre trabajaba con eficiencia o en forma justa
en las provincias distantes de Roma. Describa la estadía de Pablo en Cesarea
basado en Hechos 24 y 25.
Duración de su detención allí (24.27)
Naturaleza de la prisión de Pablo en Cesarea (24.23)
Cambio de actitud de Félix hacia Pablo (24.24–27)
Cuando Félix fue sucedido por Festo como gobernador de
Judea, una de las cosas inconclusas que este heredó fue el caso infundado
contra Pablo. El sanedrín no se había olvidado de Pablo. Les hubiera gustado
sacarlo de circulación, pero cuando el nuevo gobernador se posesionó del
puesto, el concilio judío volvió a la ofensiva. En base a Hechos 25 y 26, describa la conclusión del encarcelamiento de Pablo
en Cesarea.
Estrategia judía (25.1–4).
Intento de Festo por desenredar el problemático nudo (25.5–9)
Último recurso de Pablo para salvar su vida (25.10–12)
Opinión privada de las autoridades (26.30–32)
Transportar a Pablo, noventa kilómetros, desde
Jerusalén a Cesarea con una escolta de caballería, fue un disparate. Llevarlo
por los dos mil quinientos kilómetros que separaban Cesarea de Roma era una
cuestión diferente. Describa el viaje de Pablo a Roma en base a Hechos 27 y 28.
Medios de transporte (27.1, 2)
Plan para el viaje (27.1–12)
Acontecimientos inesperados (27.13–28.10)
Papel de Pablo en las emergencias (27.13–28.10)
Etapa final de la jornada (28.11–16)
De un vistazo
Camino a Roma (cuarto viaje misionero de Pablo, Hch 27.1–28.16). Estando en Jerusalén tras su tercer viaje
misionero, Pablo disputó con los judíos que lo acusaron de profanar el templo (Hch 21.26–34). Fue colocado bajo custodia romana en Cesarea durante
dos años, pero después de apelar al César, se le envió a Roma por barco. Al
zarpar de la isla de Creta, el grupo de Pablo naufragó frente a Malta debido a
una gran tormenta. Por último, tres meses más tarde arribó a la capital del
imperio.
Cuando Pablo llegó a Roma, de inmediato empezó a
explorar la situación de su caso. Cualquier esperanza que pudiera haber tenido
de una conclusión rápida a un proceso que ya había llevado alrededor de dos
años y medio, se esfumó. Partiendo de Hechos 28.17–31, describa la situación de Pablo en Roma.
Lugar de su detención
Duración de la prisión de Pablo
Situación del caso por parte del sanedrín en Jerusalén
Actitud hacia Pablo de la comunidad judía en Roma
Actividades de Pablo durante su prisión
Al menos cuatro años y medio pasaron desde el momento
del arresto de Pablo, en las afueras del templo en Jerusalén, hasta su
liberación de la custodia imperial en Roma. ¿Qué piensa que Pablo aprendió
respecto al control de Dios sobre la vida humana durante este prolongado y
variado conjunto de experiencias?
¿Por qué cree que a veces Dios nos toma en nuestros
momentos más ocupados y nos pone en situaciones que nos obligan a andar más
despacio y a vivir en un ritmo diferente?
La correspondencia de Pablo
A principios de la primavera del año 61 d.C., Pablo
llegó a Roma2 y fue detenido bajo arresto domiciliario por dos años. El Nuevo
Testamento contiene cuatro epístolas que Pablo escribió durante este
encarcelamiento en Roma: Efesios, Filipenses y Colosenses fueron dirigidas a
iglesias, y Filemón a un individuo en la iglesia de Colosas. Las cartas
contienen indicios de la naturaleza del confinamiento de Pablo, su vida
espiritual durante este tiempo incierto, y el progreso de su caso en la corte
imperial.
Es posible concebir la idea de que el arresto
domiciliario de Pablo fue una especie de agradables vacaciones forzadas. ¿Cómo
presentan estos pasajes de las epístolas de la prisión el lado siniestro de su
encarcelamiento? (Ef 6.20; Flp 1.7, 13, 14; Col 4.18)
¿Cómo mantenía Pablo en perspectiva que su prisión
tenía un propósito espiritual? (Ef 3.1, 13; 4.1; Flp 1.12–14; Flm 1, 9)
¿Cuál era la oración que Pablo pedía repetidamente de
sus lectores? (Ef 6.19, 20; Col 4.3, 4)
¿Qué impacto tuvo Pablo sobre sus captores? (Flp 1.13; 4.22)
¿Qué esperaba Pablo respecto al resultado de su
encarcelamiento? (Flp 1.24, 25; 2.24; Flm 22)
¿Cuáles fueron algunas de las lecciones que Pablo
aprendió o que fueron reforzadas mediante su encarcelamiento?
Efesios 6.10–20
Filipenses 1.12–18
Filipenses 1.19–26
Filipenses 3.7–11
Filipenses 4.10–13
Colosenses 1.24
Filemón 10–16
Colosenses y Filemón son cartas ligadas por los
nombres de las personas que Pablo menciona en ambas. Haga una lista a
continuación de las personas que se mencionan tanto en Colosenses 4.7–18 como en Filemón 2, 10, 23, 24.
Esta coincidencia es aceptada generalmente como
evidencia de que Filemón vivía en Colosas.
Efesios y Colosenses también están ligadas por una
persona en particular a quien Pablo menciona en ambas. ¿Quién era? (Ef 6.21; Col 4.7–9)
¿Qué tarea le encomendó Pablo a esta persona?
La mayoría de eruditos bíblicos dan por sentado que
esta persona llevó a su destino las cartas de Efesios y Colosenses acompañado
por Onésimo (Col 4.9), que debía entregar la nota personal de Pablo a Filemón (Flm 10, 17).
Entre
bastidores
La influencia de Pablo
La carta a los Filipenses se destaca sola.
Geográficamente Filipos estaba en la provincia de Macedonia, al norte de
Grecia, mientras que Éfeso y Colosas eran vecinas, en la provincia de Asia, en
Asia Menor. Filipenses parece separada en tiempo de las otras cartas, dentro de
los dos años del encarcelamiento de Pablo, según se indica en el tono de su esperanza
de liberación.
Compare Filipenses 1.25 y 2.24 con Filemón 22. En esta Pablo todavía espera que las oraciones de
sus hermanos creyentes conduzcan a su liberación. En Filipenses Pablo confía en
que su libertad está asegurada y que irá en breve a Filipos. Parecería que
Filipenses fue escrita poco después de las otras tres cartas, hacia el fin de
los dos años de encarcelamiento de Pablo, cuando su caso estaba prácticamente
decidido.
¿Cuáles de las ideas de las epístolas de la prisión
que Pablo aprendió o reforzó le han impresionado más al resumirlas?
¿Cuán fuerte sería su vida cristiana si usara este
concepto de modo más coherente?
La alabanza de Pablo en la prisión
La epístola a los Efesios empieza con una maravillosa
oración en la cual Pablo dice: «Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo» (1.3). En este pasaje de las Escrituras Pablo hace referencia a lo que se ha
denominado la Deidad. Génesis 1.26 nos presenta esta naturaleza trina de Dios, o de la Deidad.
La Biblia enseña claramente que hay sólo un Dios (Dt 6.4; Stg 2.19). Sin embargo, Génesis 1.26 nos presenta el hecho de que hay más de una persona
en la deidad. En Génesis 1.26 y 11.7 vemos a las personas de la Trinidad en comunicación mutua. Las tres
personas de la Trinidad o de la Deidad son Dios el Padre, el Hijo (Jesucristo)
y el Espíritu Santo.
Para comprender más acerca de las tres personas de la
Deidad busque Isaías 6.8; Mateo 3.16, 17; Juan 1.1–3; 16.7–14; Hechos 2.38, 39; 10.38, 44–45 y 13.2.
Aunque Filipenses, Colosenses y Filemón son muy
personales y obviamente dirigidas a situaciones contemporáneas en las iglesias
que las recibieron, Efesios es una carta más general que no trata de ninguna
situación ni personas en particular.
Algunos manuscritos griegos antiguos de Efesios no
contienen el lugar señalado en 1.1. En cambio hay un lugar en blanco. Muchos eruditos
piensan que eso indica que Efesios fue una carta escrita a todas las iglesias
de la provincia de Asia, y que circuló entre ellas. Si es así, Efesios tal vez
sea la carta que los Colosenses esperaban que les llegara de la vecina Laodicea
(Col 4.16).
Efesios
1.1, 2 inicia la epístola con un saludo en tres partes. ¿Qué
funciones logran estas tres partes del saludo, y qué información contienen?
FUNCIÓN
INFORMACIÓN
1.
2.
3.
La oración de alabanza en Efesios 1.3–14 se divide en tres partes por una frase que se repite
en los versículos 6, 12 y 14. ¿Cuál es esa frase?
¿Cómo se relaciona esa frase repetida con la línea
inicial: «Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo»? (Ef 1.3).
¿De cuál miembro de la Deidad se habla principalmente
en cada una de las porciones de esta oración?
1.3–6
1.7–12
1.13, 14
Efesios
1.3 abarca toda la actividad divina, a favor del pueblo
de Dios, que Pablo mencionó en los versículos 4–14. ¿Cómo llamó Pablo a esta actividad divina?
En Efesios 1.4–6, ¿qué bendición espiritual dijo Pablo que es nuestra
como creyentes en Jesucristo?
En Efesios 1.7–12, ¿cuál bendición espiritual dijo Pablo que como
creyentes en Jesucristo tenemos «en El»?
En Efesios 1.13, 14, ¿con qué dijo Pablo que hemos sido sellados como
creyentes en Jesucristo?
¿Qué son «las arras de nuestra herencia»?
Sello, sphragis. «En el mundo antiguo el sello era la
señal personal del dueño o del que enviaba algo importante, y de este modo,
como en una carta, distinguía lo que era verdadero de lo espúreo. Era también
la garantía de que la cosa sellada había sido llevada intacta[…] Aquí
claramente se quiere indicar que la presencia del Espíritu Santo es el sello.
El Espíritu en la vida del creyente es la marca innegable de la obra de Dios en
él y por él. Es también el medio por el cual el cristiano puede mantenerse “intacto” hasta el día del Señor.
Sello, sphragis. «En el mundo antiguo el sello era la
señal personal del dueño o del que enviaba algo importante, y de este modo,
como en una carta, distinguía lo que era verdadero de lo espúreo. Era también
la garantía de que la cosa sellada había sido llevada intacta[…] Aquí
claramente se quiere indicar que la presencia del Espíritu Santo es el sello.
El Espíritu en la vida del creyente es la marca innegable de la obra de Dios en
él y por él. Es también el medio por el cual el cristiano puede mantenerse “intacto” hasta el día del Señor.
Arras, arrabon. Un término comercial que habla de
entregar dinero en garantía, una parte del precio de compra pagado por
adelantado como pago inicial. Arrabon constituye el primer adelanto, que
garantiza la plena posesión cuando la cantidad total se paga algún tiempo
después. Algunas veces a esta transacción se le llamaba «dinero de cautela»,
«una promesa», «un depósito», «una garantía». Arrabon describe al Espíritu
Santo como la promesa de nuestro gozo y de nuestra bendición futuros en el
cielo. El Espíritu Santo nos da una prueba anticipada o garantía de las cosas
que vendrán después.
Escriba su propia oración de alabanza a Dios por lo
que Él ha hecho en su vida, usando Efesios 1.6–14 como base. Estudie los siguientes versículos y en su
oración de alabanza incorpore las cinco verdades mencionadas a continuación
como razones por las cuales estar agradecido.
(v. 4) Nos escogió.
(v. 5) Nos predestinó para ser adoptados como hijos.
(v. 7) Tenemos redención.
(v. 11) Hemos obtenido una herencia.
(v. 13) Hemos sido sellados con el Espíritu Santo.
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