(Ef 5.22—6.24)
En la gran película Chariots of Fire [Carros de
fuego], producida por David Putnam, un atleta cristiano, Eric Liddel, aprende
que el poder de Dios queda liberado totalmente en la vida del hombre que se
somete por completo a Jesucristo. Mientras que otros atletas sirven a los
dioses olímpicos del oro, la fortuna y la fama, Eric Liddel sirve a Jesucristo
y corre, no en su propia fuerza, sino descansando en la fortaleza de Dios.
En la película, la consagración de Eric Liddel a
Jesucristo es sometida a prueba muchas veces, incluyendo el punto central en su
profesión como corredor cuando debe decidir no correr en una competencia
importante un domingo, porque es su día de adoración. Sin embargo, Dios honra
la sumisión de Eric, y éste halla increíble fuerza cuando los otros atletas
están agotados y extenuados.
Eric Liddel comprendió que su capacidad y fuerza
reales no procedían meramente de la voluntad humana, sino más bien de rendirse
a Jesucristo. Es más, Eric conoció de primera mano la verdad de 2 Corintios 12.9, en donde el apóstol Pablo dice: «Mi poder se
perfecciona en la debilidad».
El poder de Dios es sorprendente, no debido a que
exista, sino por la manera en que opera en la experiencia humana. La sabiduría
del mundo busca, en forma necia, botones para oprimir a fin de liberar el poder
de Dios: oraciones que elevar como si fueran conjuros, reglas para guardar de
modo que Dios tenga que cumplir su lado del regateo, y servicios rendidos para
comprar su favor. Pero el poder de Dios es parte del amor del Padre para sus
hijos, una «asignación» para la vida cotidiana de cada creyente que mantiene su
relación con su Padre celestial.
Sumisión valiente
El poder divino está disponible sólo para los
cristianos que enfocan la vida con un aprecio y aceptación de la autoridad
divina. La expresión más fundamental de la autoridad divina es el modelo de las
relaciones humanas que Dios estableció en las unidades familiares. «Someteos:
Es tomar el lugar divinamente dispuesto en una relación dada. Nunca se exigirá
sometimiento de unos seres humanos a otros; ello sólo puede tener lugar sobre
la base de la confianza y la voluntad, esto es, al creer en la Palabra de Dios
y estar dispuestos a aprender a crecer espiritualmente a través de nuestras
relaciones con los demás»
Partiendo de Efesios 5.22–24, describa la instrucción que el Señor da a las
esposas con respecto a sus esposos.
La actitud que se ordena
El modelo para esta actitud
El alcance de esta actitud
La analogía para la relación de la esposa con su
esposo
Un término sinónimo para esta actitud (v. 33)
Someterse, hupotasso. El verbo someterse traduce un
término griego de trasfondo militar. Someterse es aceptar la estructura de
autoridad en la cual uno es colocado. La sumisión incluye subordinar los intereses
personales al bienestar de la unidad más grande.
En la arena militar, el soldado opera en un sistema
jerárquico de rango que depende de la obediencia sin cuestionamiento a las
órdenes de un oficial superior. En el matrimonio y la familia, los miembros
operan en un clima de amor y apoyo mutuo caracterizado por la manera en que
Cristo y la iglesia interactúan. Hallar el lugar de uno en el sistema y
esforzarse por el éxito de la unidad mayor guía a acciones muy diferentes tanto
del soldado como de la esposa, esposo o hijo.
En base a Efesios 5.26–33, describa la instrucción que el Señor da a los
esposos con respecto a sus esposas.
La actitud que se ordena
El modelo para esta actitud
El alcance de esta actitud
La analogía para la relación del esposo con su esposa
¿Qué sugiere el hecho de que Pablo cite Génesis 2.24? (Ef 5.31)
Acerca de la relación de Cristo a su iglesia (v. 32)
En cuanto a la relación del esposo a su esposa
La Biblia no coloca al varón sobre la mujer, pero
llama a los esposos a desempeñar un liderazgo responsable, en el mismo espíritu
de entrega y devoción mostrado por Cristo para con su Iglesia. A las mujeres
nunca se las coloca detrás del hombre, pero a la esposa se le pide
específicamente que acepte la dirección de su marido. Estos versículos colocan
tales demandas sobre los hombros del esposo cristiano, que resulta imposible
comprender cómo se han podido lanzar acusaciones de superioridad masculina en
la Biblia, o cómo se pudo alguna vez invocar estos textos bíblicos como
justificación para explotar a las mujeres o a las esposas.
«Someteos unos a otros en el temor de Dios» (Ef 5.21) es la virtud concluyente de andar en santidad (vv. 15–21). Efesios 5.22–33 amplía el concepto de sumisión mutua dentro del
matrimonio. Responda a las siguientes preguntas que se aplican a usted.
Si usted es mujer, casada o soltera, ¿cuáles cree que
son los beneficios de la sumisión a un esposo que ama a su esposa según el
modelo de Efesios 5.25–33?
En su opinión, ¿qué problemas surgen al tratar de
someterse a un esposo que maltrata y se aprovecha de su esposa?
Si usted es hombre, casado o soltero, ¿cuáles, en su
opinión, son los beneficios de tratar de amar y ayudar al crecimiento de una
esposa que acepta el liderazgo de su esposo?
¿Qué problemas surgen al tratar de amar y ayudar al
crecimiento de una esposa que pasa por alto el liderazgo de su esposo?
Puesto que el Señor no manda que los esposos exijan
respeto, ni que las esposas exijan amor, ¿cómo puede un cónyuge alentar a su
pareja a responder a las instrucciones del Señor sin sermones ni
enfurruñamientos?
¿En qué manera cree que los matrimonios que reflejan
el modelo divino para las relaciones conyugales son fortalecidos con el poder
de Dios contra las fuerzas mundanales que pudieran destruirlos?
Obediencia abrumadora
Algunas relaciones de autoridad dependen de la
obediencia. Así como las relaciones de sumisión, las de obediencia son canales
por los cuales el poder divino puede fluir a las vidas humanas y por medio de
ellas.
En base a Efesios 6.1–3, describa la instrucción que el Señor da a los hijos
con respecto a sus padres.
La actitud que se ordena
La motivación para esta actitud
La relación entre obedecer y honrar
El significado de la promesa asociada con el quinto
mandamiento
Describa, en base a Efesios 6.4, la instrucción que el Señor les da a los padres con
respecto a los hijos.
Negativamente
Positivamente
¿Cómo se relaciona el éxito o el fracaso de los
progenitores, especialmente el de los padres, en cuanto a cumplir con sus
deberes bosquejados en Efesios 6.4, con que los hijos cumplan con su responsabilidad delineada en Efesios 6.1–3?
La crianza y la amonestación son dos nombres que se
complementan en términos de disciplina infantil. La crianza tiende a incluir
todos los métodos disciplinarios orientados a la acción, y amonestación, a las
formas verbales de disciplina. Juntas, la crianza y la amonestación, abarcan
todo lo que los padres hacen y dicen para preparar a sus hijos para la vida. Es
de extrema importancia que toda la crianza de los hijos, verbal y no verbal,
sea «del Señor», arraigada en la Palabra de Dios y dirigida a vivir por Él.
Los padres tienen la responsabilidad de criar a sus
hijos. Dios ha dado a los padres la responsabilidad de criar a los hijos; esta
no es la responsabilidad de los abuelos, de las escuelas, del estado, de grupos
juveniles, ni de los compañeros y amigos. Aun cuando cada uno de estos grupos
pudiera ejercer influencia sobre los niños, en última instancia, el deber y la
responsabilidad descansan sobre los padres y, particularmente, sobre el padre,
a quien Dios ha designado «cabeza» de la familia, a fin de que la dirija.
Se necesitan dos cosas para la apropiada enseñanza de
los hijos: una actitud correcta y un fundamento correcto. Una atmósfera
permeada con crítica destructiva, condenas, falsas expectativas, sarcasmo,
intimidación y temor, «provocará a ira al niño». En una atmósfera semejante, no
se podrá ofrecer enseñanza sana alguna.
La alternativa positiva sería una atmósfera rica en
ternura, entusiasmo, afecto y amor. En una atmósfera así, los padres pueden
edificar las vidas de sus hijos sobre el precioso fundamento del conocimiento
de Dios.
Describa, en base a Efesios 6.5–8, la instrucción que el Señor les dio a los siervos
con respecto a sus amos.
La actitud
La motivación de la actitud
La recompensa final para esta actitud
¿Cuáles son algunas actitudes y comportamientos, de
parte de quienes trabajan para algún superior, que Efesios 6.5–7 indica que desagrada a Dios?
Describa, según Efesios 6.9, la instrucción que Dios les dio a los amos con
respecto a sus siervos.
«Lo mismo» que hacer como los siervos
Lo que se debe dejar
Lo que Dios modela para los amos
¿Cuáles son las actitudes y acciones, de parte de
quienes tienen trabajadores a su mando, que Efesios 6.9 señala que desagradan a Dios?
¿Cómo se ha beneficiado su vida de la obediencia y
honra que les dio (les da) a sus padres?
¿Cuál concepto respecto a la paternidad, señalado en Efesios 6.4, le impresiona más fuertemente? ¿Por qué?
Las instrucciones de Pablo a los esclavos y a los amos
se han de utilizar cautelosamente con los empleados y los patrones en la
sociedad contemporánea. La manera en que tratamos a nuestros superiores o
subordinados en el lugar de trabajo y la manera en que enfocamos nuestras
responsabilidades de trabajo son dos posibles aspectos potenciales.
En obediencia a Efesios 6.5–9, ¿cómo puede dirigirse a las personas con las que trabaja
de una manera más santa?
En obediencia a Efesios 6.5–9, ¿cómo pudiera enfocar sus responsabilidades laborales
en una manera más santa?
¿Cómo cree que la obediencia cristiana, dentro de las
relaciones apropiadas de autoridad, puede canalizar el poder de Dios a las
vidas de las personas que la cumplen y la observan?
Armamentos asombrosos
En Efesios 6.10–18 Pablo escribió de forma directa acerca del poder de
Dios que se expresa indirectamente mediante la sumisión valiente y la
obediencia abrumadora. Comparó las virtudes que Dios produce en la vida del
cristiano, por su Espíritu Santo, con las piezas de la armadura que usaba en
ese tiempo el legionario romano.
El poder de Dios no reside en las piezas de la
armadura, ¿dónde está ese poder? (Ef 6.10)
¿Cuál es la función de la armadura de Dios? (vv. 11–13)
En cada uno de los siguientes pasajes de Efesios, ¿qué
dice Dios que ha demostrado enfáticamente a las fuerzas demoníacas en toda su
perversidad ordenada?
1.19–21
3.8–12
6.11–13
No… contra sangre y carne [Efesios 6.12]: Una de las más grandes demandas de la Iglesia es
saber distinguir entre la lucha espiritual y otras de tipo social, personal o
político. De otra manera, creyentes individuales y grupos de creyentes son
fácilmente arrastrados a entablar batalla contra adversarios humanos, en lugar
de luchar por medio de la oración contra las invisibles maniobras del infierno
que están detrás de la escena.
«Regiones celestes»: Recuerda referencias anteriores
a: 1) los recursos espirituales a disposición de la Iglesia (1.3); 2) la autoridad de Cristo sobre el mal (1.21); 3) la Iglesia que es sentada junto a su Señor
ascendido (2.6); 4) la voluntad del Padre de desplegar su sabiduría a través de la
Iglesia para confundir los poderes del mal (3.10). Sobre esas bases este pasaje anuncia la encomienda
asignada a la Iglesia de participar en la batalla de la oración, de manera que
el mal fuera obligado a retroceder, y de esa forma, adelantar la voluntad de
Dios.
Según Efesios 6.14–17, complete la tabla a continuación respecto a la
armadura de Dios.
PIEZA DE LA ARMADURA
|
COMPONENTE ESPIRITUAL
CORRESPONDIENTE |
1.
|
|
2.
|
|
3.
|
|
4.
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5.
|
|
6.
|
¿Cuál disciplina espiritual activa la armadura al
levantarse contra el Diablo? (Ef 6.18)
¿ La armadura de quién activa sus oraciones? (v. 18)
¿Qué sugiere esto sobre su necesidad de oraciones de
otros creyentes?
¿Cómo se relacionaba Pablo en su prisión, en Roma, con
la batalla espiritual de los distantes efesios? (vv. 19, 20)
Batalla espiritual (Ef 6.13–17). «La imagen, que se apoya en la terminología
militar, trasmite claramente al lector el mensaje de que estamos activamente
involucrados en una batalla sin tregua. Aunque algunos sugieren que hacer
énfasis en una continua y agresiva lucha minimiza la victoria alcanzada en la
cruz, ello es lo que mejor la confirma. Toda batalla espiritual que se libre
hoy en día alcanza la victoria sólo si se apropia de lo que la cruz y la sangre
de Cristo han provisto (Col 2.15): 1) La fe personal que se enfrenta al mal y 2) la enérgica batalla de
la oración que asalta los bastiones del demonio que son dos facetas distintas y
complementarias de la vida espiritual.
»Todo este pasaje le brinda apoyo adicional a esta
perspectiva: “Estar firmes” (v. 11) significa asumir una actitud agresiva frente al contrincante; luchar
(v. 12) equivale a involucrarse en un combate cuerpo a
cuerpo; “resistir” (v. 13) quiere decir mantenerse en pie después de una batalla; y “estad, pues, firmes” (v. 14) significa tomar el puesto que nos corresponde para
librar la próxima batalla».
¿Qué misión debía cumplir Tíquico con los efesios? (6.21, 22)
¿Qué tenía Pablo que decir en su saludo respecto a
cada una de estas cualidades? (6.23,
24;
véase 1.2)
Paz
Amor
Fe
Gracia
Pablo empezó la epístola a los Efesios con una oración
de alabanza a Dios por los propósitos eternos, y la concluyó con un llamamiento
a los creyentes a estar firmes en el gran poder de Dios mientras que se cumplen
sus propósitos.
¿Cuál cree que es la parte más fuerte de su
armadura espiritual? ¿Por qué?
¿Cuál piensa que es la parte más débil de su
armadura espiritual? ¿Por qué?
¿Qué puede hacer para fortalecer esa parte débil de la
armadura?
¿Por quién debería orar con frecuencia como parte de
su batalla espiritual?
¿A quién
debería pedir que ore regularmente por usted como parte de su batalla
espiritual?
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