Uno de los pilares del crecimiento espiritual es el
compañerismo que se crea con otros creyentes asistiendo a una iglesia local. La
iglesia (que significa la totalidad de
los creyentes) no es una organización sino, mejor dicho, un organismo. Se esfuerza
por conservar a sus miembros espiritualmente activos y bien alimentados. La iglesia
te provee instrucciones de la Palabra de Dios y te permite adorar a Dios con
otros creyentes, te capacita para usar los dones y las habilidades que Dios
quiso darte, y te prepara para ejercer tu liderazgo espiritual.