Génesis
8:20-22.
Luego erigió Noé un altar a Yahweh, y tomó Noé de toda bestia limpia y de toda ave limpia, ofreció holocausto sobre el altar. Y al percibir Yahweh el grato aroma, olor suave, dijo Yahweh en su corazón: Nunca más volveré a maldecir la Tierra por causa del hombre, pues la tendencia del corazón del hombre desde su niñez es hacia el mal; nunca más volveré a herir a todo lo que vive como lo he hecho. De ahora en adelante, durante todos los días de la tierra, no cesarán la siembra y la cosecha, el frío y el calor, el verano y el invierno, el día y la noche.