El amor es paciente y
bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es contencioso, no se
ensoberbece,
1 Corintios 13:4.
En una ocasión,
alguien le preguntó a Jesús cuál era el mandamiento más importante. Él
contestó: “El
mandamiento más importante es: ¡Escucha Oh Israel! El Señor nuestro Dios Él es
único Señor. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con
toda tu mente y con todas tus fuerzas”. El segundo es igualmente importante:
“Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Marcos
12:29-31).