lunes, 3 de agosto de 2020

Honestidad e Integridad

La honestidad y la integridad parecen escasear en estos días. Sin embargo, la Biblia nos dice que forman parte de la vida diaria del creyente.

Lamentablemente, el mundo tiende a menospreciar este rasgo del cristiano y prefiere caracterizarlo como una persona que esta fuera de la realidad. Pero el creyente es simplemente alguien que permite a Dios influir en cada aspecto de su vida, en todos sus pormenores, en los asuntos diarios del trabajo, las finanzas y las relaciones. Los pasajes siguientes te enseñarán como la integridad y la honestidad debe caracterizar nuestra vida.

DEBEMOS PERMANECER LIBRES DE TODA CRÍTICA. Una vida fiel y honesta hará que otros sean más receptivos a nuestro mensaje (2 Corintios 7:2 Sopórtennos, hermanos míos. A nadie hemos perjudicado, a nadie hemos corrompido, de nadie hemos tomado ventaja).

NUESTRA CONDUCTA DEBE HACER QUE OTROS GLORIFIQUEN A DIOS. Vivir una vida honesta y buena delante de nuestro prójimo no creyente le traerá gloria a Dios (1 Pedro 2:9-12 9. pero ustedes son linaje escogido, para que sirvan como sacerdotes para el reino; pueblo santo, congregación redimida para que anuncien las glorias de Aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable, 10. los que en otro tiempo no eran considerados pueblo, pero ahora son pueblo de Dios, y no había misericordia para ustedes, pero ahora ha sido derramada sobre ustedes misericordia. 11. Amados míos, les ruego como a extranjeros y peregrinos que son, que se aparten de todas las pasiones carnales que combaten contra el alma, 12. y que su forma de vivir sea virtuosa ante todos los hombres, para que los que hablan contra ustedes palabras malignas, vean sus buenas obras, y glorifiquen a Dios en el día de la visitación).

¿Has pensado alguna vez en el gran esquema de la vida y considerado que tu vida carece de importancia? ¿Te has preguntado si es posible hacer alguna diferencia en el mundo que te rodea? Estos versículos te mostrarán que puedes, y deberías desempeñar un papel valioso en este mundo.

RECUERDA QUIÉN ERES. Primero, piensa en quién eres. Los cristianos necesitamos ser diferentes de todos aquellos que no conocen al Señor. Tu estilo de vida, tus prioridades y tu visión, harán que te distingas de los no creyentes.

HAZ UNA DIFERENCIA. No debemos aislarnos del mundo. Dios nos ha puesto en este mundo para que nuestra vida haga un impacto en las personas con quienes estamos en contacto. Nuestro carácter cristiano y nuestro modo de vivir lograrán que aquellos que viven una vida pecaminosa lo perciban, y los confrontara con lo que es una vida cambiada por el poder del evangelio.

Podemos decir que el momento más santo de un culto en la iglesia ocurre cuando el pueblo de Dios sale del templo y entra al mundo.  Ahí es cuando la gente, al ver tu vida transformada, pregunta: “¿Qué es lo que te hace diferente?”.

Algunos te critican, ridiculizan u hostigan por vivir una vida recta. Otros, sin embargo, tal vez lleguen a conocer a Jesús como resultado de tu fiel obediencia a la Palabra de Dios. Si así lo hacen, glorificaran a Dios por tu testimonio y por su salvación.

DEBEMOS SER EJEMPLO PARA OTROS. Debemos mostrar una vida de integridad para ser un sólido ejemplo para nuestro prójimo (Tito 2:6-8 6. Así mismo exhorta a los jóvenes a que sean respetuosos, 7. pero mostrándote tú mismo como ejemplo de toda buena obra en todas las cosas, y que tengas sana palabra en tu enseñanza; 8. que sea sobria, sin corrupción, y que nadie la subestime, para que el que se nos oponga sea avergonzado al no hallar nada malo que decir contra nosotros)

         Este pasaje nos da varias razones prácticas para vivir nuestra fe. Aunque estas palabras fueron escritas a Tito, un líder de la iglesia del primer siglo, Se aplica a cualquier persona que ejerce influencia sobre otros. ¡O sea que el pasaje nos habla a nosotros! Dedica un momento para considerar estas ideas sencillas, pero muy útiles:

¿Cómo deberíamos comportarnos?

·         Debemos tener dominio propio y tomar en serio nuestra vida.

·         Debemos hacer buenas acciones con frecuencia, para ejemplo de los demás.

·         Debemos amar la verdad.

·         Debemos buscar la verdad con empeño y seriedad.

·         Debemos pensar antes de hablar, asegurándonos de que nuestra conversación sea sana y afectuosa.

¿Por qué debemos vivir una vida santa?

·         Representamos a Dios, quien es santo.

·         Debemos ser ejemplo para los demás, especialmente para la gente joven y los nuevos creyentes.

·         Nuestra conducta acallará a los que nos critican.

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