sábado, 7 de julio de 2012

ESTUDIA LA BIBLIA

La Biblia es el «manual de la vida» que todos hemos buscado. Todo lo que necesitamos para conocer a Dios y vivir una vida que le agrada se halla en sus páginas.
Algunos de nosotros hemos pasado la vida sin leer mucho de este asombroso libro cuyas palabras fueron inspiradas por Dios. Sin embargo, el éxito o el fracaso en la vida cristiana se determinan por cuánto de la Biblia tenemos en nuestro corazón y mente, y cuan obediente somos a los principios y a la enseñanza que hallamos en ella. Así como necesitamos respirar oxígeno para sobrevivir, necesitamos estudiar la Biblia para crecer y florecer espiritualmente. Aquí hay algunas razones importantes por las cuales necesitamos pasar tiempo estudiando este libro que cambia la vida.

domingo, 1 de julio de 2012

SOBRE LOS PACTOS Y/O SELLAR LA PALABRA DE DIOS CON DINERO


Hoy día la Iglesia de Cristo parece haberse contaminado con modalidades o acciones de algunos que osan reinventar las Sagradas Escrituras. Una de estas nuevas modalidades se trata, como según lo llaman, de "sellar la Palabra", esto luego de haber sido disertada. La pregunta a hacernos es: ¿Es esto realmente una regla ineludible de la palabra de Dios? ¿Se puede sellar lo que ya ha sido sellado por el Espíritu Santo? ¿Es lícita esta práctica? o ¿Es legítimamente esto lo que la Palabra establece en términos de "El que viva del altar, que coma del altar"?
En cierta ocasión, yo mismo obre en razón a ciegas a esta demanda, y como solicitó el predicador, fui y sellé la Palabra, para luego experimentar un sentimiento de redargüir en mi espíritu; pero más allá de eso pude ver gente entristecida porque no tenían las formas o recursos para sellar lo que se les había vendido como la única oportunidad, el último tren de la temporada para arrebatar una bendición, un sueño o una promesa. También pude ver gente que corrían a dar todo lo que tenían, cosa que nunca han hecho en sus propias iglesias (donde son pastoreados), y tiempo más tarde verles experimentando un horrible espíritu de pobreza, mientras el; ya sea Apóstol, Profeta, Evangelista o en fin, el predicador, se llevó en su maleta, no solo la "unción" (Producida por palabras capciosas, emociones, gritos y patadas), sino también toda su semilla $$$ para sembrar en el Reino.
Creo que la única manera de que esto sea lícito es cuando se hace por voluntad propia y obviamente por revelación. En el Capítulo 6 del Libro de Jueces, Gedeón, luego de haber recibido una encomienda de parte del ángel de Jehová, le ofreció una ofrenda voluntaria (Jue. 6:18-24) Yo puedo y debo sembrar una semilla (no sellar la palabra), cuando recibo la revelación (El Rhema de Dios). Pero; ¿Y qué de aquellos que dan sin recibir el Rhema? ¿Es su ofrenda agradable a Dios? ¿Es bendición o maldición para el que la da o para el que la recibe? ¿Podrá acaso alguien comprar el Poder de Dios? (Vea Hec. 8:18-24).