domingo, 7 de diciembre de 2014

Conozcamos la Biblia Juan



LIBRO DE JUAN

Aram., Carozota d΄Yojanan, que se traduce el Mensaje o la Predicación de Juan. La autoría de este relato del Evangelio se atribuye al apóstol Juan. Escrito en Asia Menor (tal vez en Éfeso), a finales del siglo I, alrededor del 85 d.C.

CREER

EXPLICACIÓN: Juan describe ocho señales específicas o milagros que muestran la naturaleza del poder y el amor de Jesús. Vemos su poder sobre lo creado y su amor por todos. Estas señales nos animan a creer en Él.
IMPORTANCIA: Fe demanda confianza activa, viva y continua en Jesús como Dios. Cuando creemos en su vida, sus palabras, su muerte y su resurrección, Él nos limpia de nuestros pecados y recibimos poder para seguirle. Pero nuestra respuesta a Él debe ser mediante la fe.


ESPÍRITU SANTO

EXPLICACIÓN: Jesús enseñó a sus discípulos que el Espíritu Santo vendría después que Él ascendiera de la tierra. El Espíritu Santo luego moraría, guiaría, aconsejaría y consolaría a quienes le siguen. La presencia y el poder de Cristo se multiplica a través del Espíritu Santo en todos los que creen.
IMPORTANCIA: A través del Espíritu Santo de Dios vamos a Él por la fe. Debemos conocer al Espíritu Santo para comprender todo lo que Jesús enseñó. Podemos experimentar el amor y la dirección de Jesús en la medida que permitamos al Espíritu Santo hacer su trabajo en nosotros.

JESUCRISTO, HIJO DE DIOS

EXPLICACIÓN: Juan nos muestra que Jesús es único como el Hijo especial de Dios y al mismo tiempo es totalmente Dios. Por eso, está en condiciones de revelarnos a Dios de manera clara y detallada.
IMPORTANCIA: Debido a que Jesús es el Hijo de Dios, podemos confiar por completo en lo que dice. Al confiar en Él, recibiremos una mente abierta para entender el mensaje de Dios y llevar a cabo su propósito en nuestras vidas

RESURRECCIÓN

EXPLICACIÓN: Al tercer día de su muerte, Jesús resucitó. Esto lo verificaron los apóstoles y muchos testigos presenciales. La realidad cambió a los discípulos de desertores asustados a líderes dinámicos dentro de la nueva iglesia. Este hecho es el fundamento de la fe cristiana.
IMPORTANCIA: Podemos cambiar como los discípulos y tener la seguridad de que un día nuestros cuerpos se levantarán para vivir con Cristo por siempre. El mismo poder que levantó a Jesús de los muertos puede capacitarnos para seguir a Cristo cada día.

VIDA ETERNA

EXPLICACIÓN: Debido a que Jesús es Dios, vive para siempre. Antes de que el mundo existiera, vivió con Dios y reinará con Él para siempre. En Juan vemos a Jesús revelado en poder y magnificencia aun antes de su resurrección.
IMPORTANCIA: Jesús nos ofrece vida eterna. Nos invita a empezar a vivir en una relación personal y eterna con Él, que se inicia ahora. Aunque debamos crecer y más tarde morir, confiando en Él tendremos una nueva vida que perdura para siempre.

JUAN. El cuarto de los Evangelios canónicos, y el ultimo en escribirse. Como el “evangelio espiritual” (Clemente de Alejandría), fue el libro más influyente en la elaboración del dogma cristiano.

I.             PROPÓSITO

Según Jn. 20:30s., este Evangelio intenta evangelizar por medio de la presentación de las obras y palabras de Jesús, permitiendo que el lector perciba la naturaleza de su persona.

A juzgar por el título de “Mesías”, es probable que Juan dirija su Evangelio a lectores judíos, pero la explicación de ciertas costumbres judías (p.e. 2:6; 19:40) indica que se incluía también a los gentiles, y que todos los lectores se hallaban lejos de la Tierra Santa. Según cierta variante textual en el verbo “creyendo o creáis” (20:31), es igualmente un escrito para los ya creyentes, pues la fe robustecida en Jesús como Mesías e Hijo de Dios conduce a la vida eterna. Además de este propósito primordial, se vislumbran otros secundarios: (1) refutar conceptos erróneos acerca de Jesús, sostenidos por los contemporáneos del autor; (2) corregir cierta veneración por Juan el Bautista; y (3) enseñar cómo debe llevarse a cabo la vida en la iglesia (especialmente Jn. 13-17).

II.           INTEGRIDAD TEXTUAL

La explicación del movimiento de las aguas en 5:3b, 4 es una glosa, o sea un comentario marginal, que penetro en el texto durante los primeros siglos d.C.; no es parte de la Escritura original. En cambio, el párrafo de la mujer tomada en adulterio (7:358-8:11), aunque no fue escrito por Juan, procede de una antigua tradición cuyo valor histórico es incuestionable. Léase, en todo caso, 8:12 inmediatamente después de 7:52.

El cap. 21 parece haber sido agregado al Evangelio posteriormente. Hay quienes sostienen que este capítulo fue escrito después de la muerte Juan por uno de sus alumnos el cual trabajaría con noticias que le dejara el maestro amado. No obstante, es más probable que el propio Juan lo añadiera como un dato posterior al presentir su muerte (cp. 21:23). Abundan teorías de desplazamiento de ciertos vv. O aun caps., para explicar algunas irregularidades innegables con que el texto nos ha llegado (rupturas en el ordenamiento de pensamiento, etc.), pero estas hipótesis introducen nuevas asperezas más reprensibles. El Evangelio es perfectamente comprensible en su forma actual.

III.          EL FONDO DEL PENSAMIENTO JUANINO

Hubo un largo periodo en que el E. de J. se interpretaba como un libro helenístico, cuyos paralelos más instructivos se hallan en el judaísmo helenizado, las religiones de misterio y aun en la filosofía griega. Actualmente, sin embargo, se redescubre el fondo esencialmente judaico del E. No sólo es semítico el estilo (ARAMEO-HEBREO), sino también lo es el pensamiento mismo. Aunque cita al AT sólo 17 veces, las alusiones a él son sinnúmero, y las más de las palabras clave (p.e. Verbo, vida, luz, pastor, Espíritu, pan, viña, amor, testigo) proceden de allí. Juan se muestra conocedor de muchos conceptos rabínicos y otras tradiciones palestinas (QUMRÁN). Si bien utiliza un vocabulario parecido al del gnosticismo, no es menos cierto que combate muchas de sus ideas.


IV.         PATERNIDAD LITERARIA

El E. de J. existió en Egipto ca. 135 d.C.  (cp. El descubrimiento del Papiro Rylands 457) y se aceptó como autoritativo al lado de los sinópticos (cp. Papiro Egerton 2, ca. 140 d.C.; Diatessaron; CANON DEL NT). Sin embargo, permaneció relativamente desconocido (entre cristianos ortodoxos, pues los gnósticos si lo usaban) hasta fines de siglo II. Tradiciones que se atribuyeron este Evangelio anónimo a → Juan el Apóstol se repiten en Ireneo (ca. 190), el Canon Muratoriano (ca. 195), y Clemente de Alejandría (ca. 200). Lo sitúa en Éfeso. Pero el silencio de Papías y Policarpo al respecto (un “asociado de Juan” que sí cita las Epístolas Juaninas) es difícil de explicar. Papías parece distinguir entre el apóstol y un tal “Juan el anciano”. A este último muchos exegetas quieren atribuir el Evangelio; otros abogan por Lázaro de Betania.
   
Es digna de todo crédito la tradición predominante (hasta el siglo XIX) que tiene por autor del E. de J. al hijo de Zebedeo. Como fuente originaria de la tradición, Juan pudo (1) haber dictado el Evangelio a un amanuense para luego retocarlo, quizás repetidas veces, o (2) haber dejado memorias a las que un discípulo suyo diera forma definitiva. Las hipótesis de múltiples redactores, no obstante, no son convincentes. La identificación del autor con “el discípulo amado” parece segura (19:35; 21:24; cp. 18:15ss.).
   
Como lugar de origen Éfeso es el más probable, aunque hay quienes abogan por Alejandría y Antioquía. La fecha más creíble cae entre 90 y 100 d.C.


V.            BOSQUEJO DEL CONTENIDO

Prefacio

1.    Prólogo (1:1-18)
2.    Testimonio (1:19-51)
El libro de señales
1.    Primer episodio: el nuevo principio (2:1-4:42)
2.    Segundo episodio: la palabra que da vida (4:43-5:47)
3.    Tercer episodio: el pan de vida (cap. 6)
4.    Cuarto episodio: la luz y la vida; manifestación y rechazo (7:1-8:59)
5.    Quinto episodio: juicio ejecutado por a luz (9:1-10:42)
6.    Sexto episodio: la victoria de la vida sobre la muerte (cap. 11)
7.    Séptimo episodio: la vida a través de la muerte; el significado de la cruz (12:1-36)
8.    Epílogo al libro de señales (12:37-50)
El libro de la pasión
1.    Los discursos de despedida (13:1-17:26)
2.    La narración de la pasión: proceso, crucifixión, sepultura y apariciones (18:1-20:31)
3.    Epílogo (o apéndice), cap. 21

VI.         IDEAS CLAVE

Los recuerdos de la vida de Jesús fueron meditados y predicados durante 60 años antes de que “Juan el teólogo” (como los padres llamaban al autor) los escribiera ¿Será, entonces el E. de J. una construcción legendaria (como sostienen algunos críticos) fabricadas para sostener las creencias cristológicas de la iglesia? No. Si tomamos en serio el propósito del libro, tenemos que aceptarlo como fundamentado radicalmente en la historia. Pero Juan no se desenreda de la historia de Jesús; p.e., las palabras de Cristo son casi indistinguibles de las del evangelista (v.g. 3:16-21).

El bosquejo histórico (7 señales hechas por Jesús, generalmente asociadas con fiestas judías y seguidas de discursos explicativos) sirve para revelar la gloria de Jesús como la verdad encarnada. Estas obras y palabras, corroboradas por otros testigos, han de conducir a la fe en su persona como Verbo, Mesías, Hijo del hombre, e hijo de Dos. Por fe se apropian los dones que Jesús ofrece mediante su crucifixión y resurrección: nuevo nacimiento, vida eterna, luz, conocimientos, amor y provisión  material. Así dotados, los electos constituyen el pueblo de Dios con una misión única en medio de un mundo hostil.

Más que los sinópticos, el E. de J. describe la vida de Jesús y del Espíritu como el inicio de las bendiciones escatológicas (juicio, vida eterna, resurrección, etc.), pero reserva para el futuro, como los otros escritores del NT, la plenitud de estos beneficios. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario