sábado, 23 de noviembre de 2019

CONOZCAMOS LA BIBLIA “LA GRAN AFLICCIÓN”



SINGULAR PERIODO DE ANGUSTIA AL FINAL DE LOS TIEMPOS. 
 
I NATURALEZA

Hay muchas opiniones acerca de este periodo, pero las líneas de pensamiento tienen prominencia: los que afirman que La Gran Aflicción será la manifestación de la ira de Dios contra el pueblo judío por el rechazo de Jesús, y los que afirman que será la ira de satanás contra los santos por el rechazo del anticristo y la adhesión del Cristo. Sin embargo, la Biblia contempla ambos aspectos. La Gran Aflicción manifiesta la ira de satanás contra Israel (Ap 12:12-17) y contra los santos (Ap 13:7) aun cuando esta manifestación no agota el derramamiento de la ira de los hombres o de satanás esta la ira de Dios (Is 24:1; Jl 1:15: Ap 14:7-19; 16:7 etc.). de ahí La Gran Aflicción será peculiarmente el juicio de Dios sobre la Tierra.

Después de prevenir a los discípulos de que huyan prontamente cuando vean “La Abominación Destructora”, Jesús describió un periodo más dramático, aunque breve, de La Gran Aflicción sin paralelo en la historia. Si no fueran acortados los días, nadie seria salvo (Mr 13:19). 

II POSICIONES ANTES DE LA GRAN AFLICCIÓN.  

Mateo y Marco registran las palabras de Jesús como predicción de una conmoción cósmica, que ocurrirá “inmediatamente después de la aflicción de aquellos días” (Mt 24:29; Mr 13:24; compare Lc 21:25). Entre La Gran Aflicción y la vida del Hijo del Hombre aparecerán señales y portentos que podrían identificarse con el arrebatamiento de las copas de la ira de Dios(Ap 16:1-21). Este terrible tiempo de angustia, debe distinguirse del día de la ira de Dios.  

Acerca de La Gran Aflicción hay tres posiciones bien definidas:  

La posición pre tribulacioncista sostiene que la iglesia será arrebatada antes de La Gran Aflicción la cual antecederá a la ira de Dios y la iglesia no la sufrirá (Ap 3:10). Es inconcebible para esta posición que Dios permita que los redimidos pasen por La Gran Aflicción que culminara con el derramamiento de la ira de Dios sobre la civilización pecadora (Ap 15:1). 

La segunda posición, medio tribulacionista, señala que la iglesia sera raptada a mediados de la tribulación, exactamente antes de que los vasos de la ira de Dios sean derramados sobre los incrédulos, y que la iglesia sufrirá la ira del hombre, pero no la ira de Dios. Así se explicaría la repetición de los “tres años y medio” (Dn 7:25; 11:9; Ap: 12:14; 13:5 etc), que son la mitad de una semana apocalíptica 

Tal punto de vista, no obstante, destruye el conocido punto de la incertidumbre en cuanto a la “parusia” (Advenimiento glorioso de Jesús al final de los tiempos). El Señor no retornara, según esta interpretación, sino hasta que el anticristo y La Gran Aflicción vengan sobre el mundo y la iglesia, inmediatamente antes del día de la ira de Dios (2 Ts:1-12).  

La otra posición clásica es la pos tribulocionalista. Identifica La Gran Aflicción como el día de la ira de Dios y afirma que la iglesia continuara en la Tierra hasta la “parusia”, exactamente al final de la última era. En ese instante la iglesia será arrebatada en las nubes para encontrar al Señor en el aire. La iglesia sufrirá hasta el final de la aflicción bajo el anticristo y será diezmada. En esta posición no hay distinción entre Israel y la iglesia. Además, desaparece también el aspecto represivo de la segunda venida. Jesús no vendrá sino hasta que toda una serie de señales se hayan cumplido.
  
III EL TIEMPO 

La constante tribulación de Israel en el AT sirve de modelo para la necesaria aflicción de la iglesia en el NT. No solo Jesús habla de la aflicción presente (Jn 16:33); Pablo también comprende la brevedad del tiempo y ve la aflicción final irrumpiendo en el presente. 

Ap 1:9, escrito al final del primer siglo, manifiesta la convicción de que la afliccion ya ha comenzado. El sufrimiento del apóstol Juan y de las iglesias, el trabajo de satanás y el sufrimiento que aun vendrá en breve son pocos hacia La Gran Aflicción (Ap 3:10; 7:14). 

La distinción básica entre la comprensión judía y la cristiana de la tribulación escatológica es, entonces, el hecho de que esta es aún futura para el judaísmo, mientras que ya ha comenzado para los cristianos. Esta constante de más de diecinueve siglos ira en aumento, hasta que la afliccion final sea una demostración del “justo juicio de Dios” (2 Ts 1:5). 
  
IV PROPÓSITO  

Según la mayoría, dos elementos que no deben ser confundidos conforme La Gran Aflicciónaflicción de manos del anticristo y la manifestación de la ira de Dios. A la luz de esto, dos propósitos se ponen a relieve: (1) preparar a la nación de Israel para recibir a su Mesías. La profecía de Jeremías 30:7 aclara que la llegada de este tiempo tiene particular referencia a Israel, porque es “el tiempo de angustia para Jacob” (Mal 4:5). (2) Derramar juicio sobre los hombres y naciones incrédulas (Ap 3:10; 14:8) aunque todavía no es el juicio final, (Segunda venida). 

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