domingo, 9 de febrero de 2020

EZEQUIEL



El profeta Ezequiel tuvo el ingrato trabajo de proclamar los mensajes de Dios por las multitudinarias y hostiles calles de Babilonia. Al mismo tiempo que Jeremías advertía a los ciudadanos de Jerusalén sobre la venidera destrucción de la ciudad santa, Ezequiel predicaba el mismo mensaje a los cautivos en Babilonia. Aunque estos deportados estaban a cientos de kilómetros lejos de la tierra prometida y del Templo, Dios no los abandonaría en medio de las tinieblas. En cambio, envió a Ezequiel a advertir, exhortar y consolar a los abatidos cautivos.