domingo, 11 de noviembre de 2018

02- Las grandes nuevas de Dios



(1.1–17)

«Felicitaciones, es una niña».

«¡Mamá, lo logré! Tengo “Excelente”en matemática»
.
«Ya puede estar tranquilo. La operación quirúrgica ha sido todo un éxito».

«¡Cariño, por fin me otorgaron el aumento!»

«Se les ha concedido el préstamo. La casa ya es de ustedes».

01- Introducción a Romanos



«Me gustaría presentarle a…» ¡Cuántas veces estas palabras han significado el comienzo de nuevas amistades, nuevos socios o clientes, nuevas relaciones sentimentales, hasta futuros miembros de la familia! Cuando nos presentan a alguien, nos permiten abrirnos a nuevas relaciones que pueden cambiar nuestra vida aportando nueva información, nuevas percepciones, nuevas maneras de ver las cosas, nuevas emociones. En ocasiones, una presentación puede abrir viejas heridas o incluso abrir heridas nuevas. Pero no importa cuál sea el curso que tome una nueva relación, una presentación siempre contiene la expectativa de algo novedoso, algo que esperamos que nos enriquezca y no que nos produzca amargura.

L13- Ángeles y demonios




Cuando entré en la habitación pude ver ángeles por doquier. Parecía que cada espacio disponible tenía su propia representación angelical. No, no se trataba de una visión sobrenatural, sino de los elementos que decoraban la habitación. Era Navidad y, como es natural en esa época festiva, se había elegido a las figuras de los ángeles como elemento decorativo de dicha habitación.

K12- Ministros angelicales



Cuando era niño, lo que menos me gustaba al ir a visitar a mis abuelos era que mi hermano y yo dormíamos en el sótano. Aunque era grande, con piso, y hacía mucho tiempo que lo habían acondicionado para usarlo como una parte más de la casa, aun así daba la sensación de ser un mundo infinitamente separado de las habitaciones del piso superior donde se alojaba el resto de la familia. Como era el menor de los varones, siempre me tocaba acostarme antes que los demás, recuerdo que una noche en particular sentí mucho miedo.

J11- Acciones durante la lucha



¿ Ha observado alguna vez que los bateadores en el juego de béisbol golpean suavemente sus bates contra el plato cuando se están acomodando en su posición? ¿Se ha preguntado alguna vez: «qué tiene que ver esto con el béisbol»? ¿Acaso el bateador necesita comprobar dónde está el plato? ¿Será que se mueve por el terreno de juego si no está continuamente golpeando el suelo? ¡Qué absurdo! Por supuesto, a nadie se le ocurriría pensar esas cosas. Pero aun así, lo cierto es que en todo juego de béisbol esta extraña práctica continúa: el plato sufre el «ataque» de un bate tras otro a medida que los jugadores van ocupando sucesivamente su turno para batear.

I10- Ayuno y oración



¿Se sintió alguna vez frustrado cuando niño por cosas que debía, pero no deseaba, hacer? Recuerdo bien las noches en que no quería irme a dormir, los días en que no tenía ningún deseo de ir a la escuela, las ocasiones en que gustosamente hubiera evitado bañarme, cortarme el cabello, dormir la siesta o cualquier otro de los innumerables «problemas» de la infancia que me echaban encima mis padres. Es lo que ocurre con la mente de un niño, cuando se es muy pequeño para entender sus necesidades.

H9- Introdúzcase en la batalla



A inicios de la Guerra Civil norteamericana la actitud general entre los del norte era cualquier cosa menos realista. Se sabe de muy buena tinta que hubo multitudes de civiles que siguieron a las tropas a la primera gran batalla, llevando cestas para el almuerzo, preparados para una excursión, de la misma manera en que nosotros lo haríamos para ver un partido de fútbol o de béisbol. Esperaban disfrutar de un buen espectáculo antes de recoger sus cestas y regresar a casa.El concepto de una verdadera guerra no entraba en sus mentes, y pocos tenían alguna idea del dolor y el sufrimiento que sobrevendrían en los años siguientes. Aún no había comenzado la cruda realidad de vidas truncadas y soldados inválidos; la noción errónea de la mayoría era que los sureños empacarían sus cosas y se volverían a casa apenas se oyeran los primeros disparos.

G8- La guerra invisible



Ataque sorpresa: la habilidad de atacar la posición del enemigo cuando no está preparado para hacerle frente o cuando no ha notado su presencia. Ya hace mucho tiempo que esta estrategia resulta efectiva en la guerra—fue lo que llevó a los Estados Unidos a entrar en la Segunda Guerra Mundial—y, para bien o para mal, se considera siempre una ventaja en la lucha.

F7- La guerra espiritual





No cayeron bombas, no se dispararon salvas ni murió nadie. Sin embargo, hubo gran violencia. La tierra tembló, las puertas de la prisión se abrieron, los guardias fueron sometidos y, en efecto, hubo una batalla. Pero, aunque hubo resultados físicos, esta no fue una lucha de un hombre contra otro en un enfrentamiento corporal. Esta fue una batalla espiritual que se inició con la oración.

F6- La intercesión



¿Cómo se sentiría si la persona más rica y exitosa en su campo de trabajo le pidiera que fuera su socio? Podría preguntarse por qué lo eligió, o quizás pensar en algo que pudiera aportar al negocio. Lo más probable es que se sienta honrado ante tal pedido y lo acepte sin titubeos, sobre todo si está convencido de su genuino interés y preocupación por usted.

E5- Fieles en la oración



«Hijos, nunca empiecen a trepar una montaña a menos que se propongan llegar hasta la cumbre».

¡Cómo recuerdo esas palabras que mi padre nos dijo a mi hermano y a mí! Esa gran advertencia habla tal verdad acerca de ser una persona virtuosa, perseverante, comprometida y fiel; una persona que primero calcula y luego se prepara, según sea el desafío, antes de lanzarse a la empresa. Al pensar en la forma de lograr fidelidad en la oración, recuerdo las palabras de mi padre porque, al parecer, las decía con suma seriedad; y cuando él se ponía serio, nosotros escuchábamos. Del mismo modo, es sabio que escuchemos al Padre celestial cuando nos llama a la fidelidad en la oración. Consulte los siguientes versículos y observe cuáles son las recompensas de «buscar» a Dios con fidelidad, de «pedir» a Dios en grande:

D4- El poder de la pureza




«Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida» (Pr 4.23).

Nuestro corazón es el centro de nuestra vida física. Si ese órgano no trabaja, la vida es imposible. Proporciona un suministro constante de sangre a todas las partes del cuerpo. De modo que, en su forma más elemental y sencilla, este proverbio es una saludable llamada de atención a cuidar la condición física del corazón. Por supuesto que el objetivo del escritor es el de advertir a los sabios con su alerta: «¡Tu parte interna, lo más recóndito de tu corazón, requiere el máximo cuidado, espiritualmente!»

C3- Presente sus necesidades



¡Cuánto más tiempo soy padre, tanto más me encanta el hecho de que Dios se autodenomine nuestro «Padre celestial»!

Me gusta decirle esto a la gente porque es muy cierto. A medida que crío a mis hijos, voy aprendiendo más y más cómo es el corazón de Dios para con nosotros. Me doy cuenta cómo ama, cuida, enseña, consuela y dirige a sus hijos. Es paciente, cariñoso, tierno, dadivoso y amoroso en todo sentido.