domingo, 11 de noviembre de 2018

I10- Ayuno y oración



¿Se sintió alguna vez frustrado cuando niño por cosas que debía, pero no deseaba, hacer? Recuerdo bien las noches en que no quería irme a dormir, los días en que no tenía ningún deseo de ir a la escuela, las ocasiones en que gustosamente hubiera evitado bañarme, cortarme el cabello, dormir la siesta o cualquier otro de los innumerables «problemas» de la infancia que me echaban encima mis padres. Es lo que ocurre con la mente de un niño, cuando se es muy pequeño para entender sus necesidades.


Pablo menciona esta manera de pensar en 1 Corintios 13.11. Explica que hubo un tiempo en que pensábamos como niños, pero que debemos desarrollar otro esquema de pensamiento mientras vamos avanzando hacia la madurez. A medida que maduramos, empezamos a entender la manera de pensar de Dios comparada con la nuestra. A causa de nuestra limitación, frente a la sabiduría de Dios, nuestra mente siempre será como la de un niño, aun cuando avancemos hacia la madurez. De manera que no debiera sorprendernos si algunas de las cosas que Dios nos pide hacer no son «compatibles» con nuestra manera de pensar.

Una de ellas es el ayuno. Algunos llegan incluso a cuestionar la importancia o la validez del ayuno. ¿Qué dijo Jesús? Aunque no dio un mandamiento tal como «¡Ayunaréis!», hizo declaraciones enfáticas respecto al mismo, palabras que no se pueden evadir y que, como guerreros espirituales, no debemos pasar por alto.

Para entender el llamado de Jesús a ayunar, considere los versículos mencionados al contestar las preguntas que siguen.

¿Qué dice Jesús en Marcos 2.1820 acerca del ayuno de sus discípulos? ¿Cuándo dice que ayunarán?

¿Con qué palabras inicia Jesús su discurso sobre el ayuno en Mateo 6.1618? ¿Qué da esto por sentado con respecto a sus discípulos?

Lea el episodio en Marcos 9.1419. ¿Qué podemos aprender, a partir de las palabras finales de Jesús, acerca del poder que tiene el ayuno en determinadas situaciones?

Para una meditación exhaustiva

Algunas traducciones omiten las palabras «y ayuno» en Marcos 9.29 y Mateo 17.21, si bien hay mucha evidencia a favor y en contra, a partir de los manuscritos disponibles, tanto para incluirlas como para considerarlas como un agregado posterior. ¿Qué razones cree que habrán motivado a los entendidos que eligieron la opción de omitir la mención del ayuno, cuando la inclusión es igualmente correcta desde cualquier punto de vista académico?

Ayuno, tsom. Un día de ayuno; un tiempo separado para meditar y orar sin provisión alguna que satisfaga las necesidades normales de alimentación. Este sustantivo viene del verbo tsum, que significa «ayunar». En el Antiguo Testamento el verbo aparece veintidós veces y el sustantivo veintiséis. El ayuno es la renuncia voluntaria a ingerir alimentos. El verbo «ayunar» se asocia a veces con palabras como «llorar», «lamentar» o andar «vestido de cilicio», todas expresan intensidad. El ayunar es una acción contraria al primer acto pecaminoso de la humanidad, es decir, el acto de comer del fruto prohibido. Ayunar es negarse a comer lo que es permitido.

Discipulos, mathetes. Del verbo manthano, «aprender», cuya raíz math sugiere pensar con esfuerzo. Un discípulo es el que aprende, que sigue al maestro y sus enseñanzas. La palabra se usó primero acerca de los doce, y luego constituyó una referencia a todos los cristianos, como en Hechos 6.1. Por lo tanto, entendemos que las directivas que Jesús dio a sus discípulos incluyen a todos los creyentes.

Al comenzar a reflexionar sobre la relación entre el ayuno y la guerra espiritual, dedique unos momentos a ordenar sus pensamientos. Repase sus experiencias pasadas con el ayuno y sus sentimientos íntimos al respecto. Reflexione en tas siguientes preguntas y anote sus puntos de vista actuales sobre el tema.

¿Ayuna alguna vez? En caso afirmativo, ¿cuándo y por qué lo hace?

¿Qué es lo más difícil para usted cuando ayuna? ¿Cómo hace, cómo hizo o cómo podría hacer para superar esto?

¿Cuál ha sido su punto de vista sobre el ayuno en el pasado? ¿Para qué se practica el ayuno? Presente un caso bíblico a favor de la importancia y pertinencia del ayuno en la actualidad.

¿Cuál cree que fue el motivo por el que Jesús dijo que sus discípulos ayunarían en épocas como la nuestra?

El ayuno en la iglesia primitiva

Está claro, en base a las afirmaciones de Jesús, que sus discípulos deben ayunar ahora que Él no está presente en la tierra, en la forma física de su encarnación. También es obvio que el ayuno no puede ocupar el ciento por ciento del tiempo del creyente. ¡El Creador jamás descuidaría nuestras necesidades corporales! Por consiguiente, a fin de tener una perspectiva equilibrada acerca del ayuno, revise los siguientes textos bíblicos y observe cómo los discípulos de Jesús lo practicaron y enseñaron en la iglesia primitiva.

Use estas preguntas como guía a medida que lee los pasajes: ¿Cuál era la norma cotidiana al participar de las comidas en la iglesia primitiva? ¿Cómo se consideraba la práctica del ayuno? ¿Qué se enseñaba sobre el ayuno? ¿De qué manera permite esto una perspectiva equilibrada acerca del ayuno?

Hechos 2.4246
Hechos 6.17
Hechos 10.24, 30, 31
Hechos 14.23
Hechos 27.21–26
2 Corintios 6.5; 11.27

Aunque a los judíos sólo se les exigía un día anual de ayuno, el Día de Expiación (Lv 16.29), los fariseos habían adoptado la costumbre de ayunar dos veces por semana, lunes y jueves. Estos eran los días de mercado en Jerusalén, y en esas ocasiones los que mostraban el rostro macilento del ayuno se destacaban más.

Es esa actitud de «mostrar a los hombres que ayunan» lo que Jesús condena en Mateo 6.1618. Los discípulos de Jesús, por el contrario, fueron llamados a ayunar sin el fingimiento de los fariseos.

En la iglesia primitiva era común entre los creyentes la modalidad de practicar el ayuno dos veces por semana, casi siempre miércoles y viernes. Este fue el comienzo de la práctica tradicional que adoptó la iglesia de ayunar los miércoles y los viernes, que hasta hace poco se mantuvo como obligatoria en algunas partes.

El mandamiento de ayunar que Dios dio a Israel, en Levítico 16.2934, introduce algunas pautas que ayudan a entender el ayuno en nuestra vida particular. («Afligiréis vuestras almas» es una expresión equivalente a la de ayunar.) ¿Qué clase de cosas se asocian con el ayuno en este pasaje de Levítico?

A partir de las referencias de Jesús al ayuno en Marcos 9.1729 y en Mateo 17.1421, se da por sentado que Él mismo lo practicaba siguiendo algún esquema regular que excedía la práctica de sus discípulos de guardar las fiestas anuales. ¿Qué sugeriría este hecho a los creyentes en la actualidad, juntamente con la práctica del ayuno según un esquema dado a la iglesia primitiva?

Cuando el ayuno se convierte en nuestra respuesta

La mayoría de los creyentes del Nuevo Testamento reconocerán que el ayuno tiene un lugar en la iglesia contemporánea, pero pocos son los que lo entienden. Lo mismo que con la «guerra espiritual», que muchos la descuidan por carecer de instrucción al respecto, también el ayuno—arma poderosa en caso de guerra—se pasa por alto. Con todo, a pesar de que se cree en el ayuno y se le acepta como una disciplina potencial periódica, cuando se les pregunta a algunos cuándo ayunan, una respuesta muy común es: «Cuando el Espíritu Santo me indica que lo haga». Esta respuesta no carece de valor, pero quizás habría que llegar más allá: forjar un esquema de ayuno. Es decir, ¿podríamos acaso considerar el ayuno como una práctica más regular con un esquema planificado? En primer lugar, porque Jesús nos ha dicho que debemos ayunar; y segundo, porque esperar una indicación directa de parte de Dios para ayunar, no concuerda con los ejemplos bíblicos. Quizás sea oportuno señalar que el Espíritu Santo puede dar esa indicación si desea que una persona realice un ayuno especial con un propósito concreto. Pero, ¿podríamos coincidir en que esas no debieran ser las únicas ocasiones en que un creyente practica el ayuno?

Con el auxilio de los versículos que siguen, vea qué puede descubrir acerca de por qué y cuándo ayunaban los creyentes en los tiempos bíblicos. En cada uno de los ejemplos procure identificar: 1) el propósito del ayuno; 2) la decisión respecto al ayuno (quiénes decidieron ayunar y cómo tomaron la decisión); y 3) el resultado del ayuno.

2 Samuel 12.1524

Propósito

Decisión

Resultado

2 Crónicas 20.124

Propósito

Decisión

Resultado

Esdras 8.2123,31

Propósito

Decisión

Resultado

Nehemías 9.13: 10.2829

Propósito

Decisión

Resultado

Daniel 6.628

Propósito

Decisión

Resultado

Jonás 3.410

Propósito

Decisión

Resultado

Lucas 2.3638

Propósito

Decisión

Resultado

¿Cómo se siente respecto al ayuno después de haber leído estos pasajes? ¿Ha visto algo hasta aquí que le da mayores deseos de ayunar?

Una y otra vez los creyentes de la Biblia reaccionaron frente a situaciones de necesidad buscando a Dios en ayuno y oración. ¿Cómo responde ante tales necesidades en su propia vida?

¿Hay situaciones que requieren del ayuno, en tanto otras no? ¿Por qué cree que esto es así? ¿En qué situaciones cree que todo creyente debiera recurrir al ayuno?
Lo que Dios dice sobre el ayuno

El ayuno parece ser una de las disciplinas menos entendidas entre los cristianos. Dios ha hablado bastante respecto al ayuno en su Palabra, pero pocos creyentes se proponen escudriñar las Escrituras para aprender acerca de este poderoso aspecto de nuestra vida espiritual.

En los siguientes pasajes podrá aprender más acerca del ayuno y del papel que cumple en nuestro peregrinaje espiritual. A medida que lea los versículos, escriba lo que va aprendiendo sobre el ayuno.

El ayuno que Dios escoge: Isaias 58.612

Anote aquí lo que se dice acerca del momento, el propósito y el poder del ayuno desde la perspectiva de Dios:

Momento (v. 6a)

Propósito (vv. 6b, 7; observe allí ocho cosas)

Poder (vv. 812; considere las promesas de los resultados)

Los cinco primeros versículos de Isaías 58 constituían un ataque directo a los que seguían tradiciones muertas, que practicaban los ayunos como un rito y se limitaban a las formas sin poner en ello su corazón. ¿Qué lecciones podríamos enumerar en base a ese pasaje?

¿En qué forma coinciden las palabras de Jesús sobre el ayuno en Mateo 6.1618 con lo que usted acaba de leer?

Diferentes tipos de ayuno:

Observe en los siguientes pasajes los diferentes métodos y períodos del ayuno. Anote la duración del mismo, qué se consumía y cuáles eran sus acciones físicas.

Jueces 20.26

1 Crónicas 10.11, 12

Ester 4.1517

Daniel 10.2, 3

Mateo 4.1, 2

El ayuno: la llave maestra

Si bien no hay ninguna regla fija para encontrar la solución a todos los problemas, excepto la de hacer la voluntad de Dios, sin duda hay beneficios concretos en la práctica del ayuno. Cuando el pueblo de Dios se consagra al ayuno y la oración se libera poder y se abren brechas. Muchas personas han llegado a amar la práctica del ayuno, no por la disciplina física, sino por los resultados que comprueban en el reino espiritual cuando ayunan.

En los versículos que siguen hay referencias al ayuno y a los resultados que obtenía el pueblo de Dios cuando ayunaba. Léalos y responda las preguntas a fin de aprender más acerca de este poderoso instrumento para la guerra espiritual.
Ester 4.3, 16: ¿Qué motivó al pueblo judío a ayunar?

Ester 9.1, 2 registra los resultados del ayuno de los judíos. ¿De qué manera contrasta esto con el decreto originalmente emitido en contra de los judíos en Ester 3.13?

Marcos 9.1729: ¿Qué declara aquí Jesús respecto al excepcional poder del ayuno?
¿Cómo se relaciona el ayuno con la fe en este relato?

Ahora que ha completado esta lección sobre el ayuno, utilice esta sección como ayuda para reflexionar sobre las cosas que ha aprendido.

¿Qué se destaca como el aspecto más notable en cuanto al ayuno? ¿Puede ver el cumplimiento de esa realidad en su propia vida? ¿Cómo?

Describa cualquier esquema de ayuno que haya practicado en el pasado. ¿Considera o no que es una manera saludable de practicar el ayuno? Explique.
¿Qué cambios o qué verdades van a influir en su manera de ayunar como resultado de esta lección?

¿Por qué cree que Jesús estimuló la fe con tanto vigor en una situación que requería ayuno y oración? ¿Sería porque la fe que se necesitaba en ese caso se desarrollaba por medio del ayuno?

Al concluir, dedique unos minutos a orar por las respuestas que acaba de dar. Pídale al Señor que le dé la fortaleza necesaria para que su vida crezca en esta disciplina de la guerra.

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