jueves, 5 de noviembre de 2020

AYUNO, AYUNAR.

Mateo 6:16-18.

Jesús y el ayuno.

16. Cuando ayunen, no se pongan apesadumbrados como los hipócritas, que ponen cara de aflicción para que vean los hombres que están ayunando. De cierto les digo que ya recibieron su recompensa. 17. Pero cuando tú ayunes, lava tu rostro y unge tu cabeza, 18. para no hacer notorio a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en lo secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará.

Ejercicio espiritual en el que un individuo o una comunidad se abstienen de comida. Aunque la práctica bíblica era que durara generalmente un día (hasta el anochecer), la Biblia cita ayunos de tres días, siete días, tres semanas y cuarenta días.

Las personas ayunaban por diversas razones. Lo hacían, por ejemplo, para prepararse antes de recibir un mensaje de Dios y antes de ir a cumplir una misión especial de Dios. Pero lo hacían también con motivo de la muerte de un ser querido o para conmemorar catástrofes nacionales; y para implorar la ayuda de Dios, discernimiento o perdón.

EL AYUNO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

La revisión detallada de textos en el Antiguo Testamento nos ofrece el siguiente cuadro:

1. La mayoría de los pasajes del precautiverio presentan el ayuno en un contexto de luto, tristeza y humillación (Jueces 20:26; 1 Samuel 31:13; 2 Samuel 1:12; 12:16–23).

2. Hay algunos pasajes que presentan el estado de tristeza y humillación en el contexto de la penitencia por el pecado (1 Samuel 7:6; 1 Reyes 21:9–27).

3. En los textos del cautiverio y especialmente en los del poscautiverio (donde se encuentran la mayoría de textos), el ayuno por lo general se presenta en el contexto de la penitencia y la humillación y como señal de conversión (Jeremías 14:12; Jonás 3:5; Esdras 8:23; Nehemías 9:1; 2 Crónicas 20:3; Joel 1:14; 2:12; 2:15; Daniel 9:3; Salmos 35:13; 69:10; 109:24)

4. En Ester 4:3 la reina pide a sus paisanos que ayunen como un acto de solidaridad. Así el pueblo haría simbólicamente lo que Ester estaba haciendo literalmente: exponiendo su vida en favor de su pueblo.

5. Llama la atención la reinterpretación profética de Isaías 58 y Zacarías 7. En ambos pasajes, lo que Dios quiere es la justicia social. Mientras que el pueblo practica el ayuno como obediencia a una exigencia ritual, el profeta coloca el ayuno en el contexto total de la vida y donde Dios quiere que tenga su contexto más feliz. En el caso de Zacarías 7 la pregunta que hizo el pueblo está mal hecha; el asunto no es si se celebra o no el ayuno, sino a qué acción o actitud del pueblo responde esa práctica.

Isaías presenta al ayuno como una acción de solidaridad. Con este tipo de ayuno surge la posibilidad de que las personas acomodadas y solventes experimenten lo que día a día viven los pobres y hambrientos.

En el ayuno, sugiere Isaías 58, el que tiene se hace vulnerable y débil y puede mirar a Dios como fuente de vida y de sustento. En el ayuno, el rico aprende a ser pobre en espíritu; y el pobre imparte al rico la actitud de humilde espera delante de Dios. Podríamos decir que toda acción litúrgica o cultual apunta al bien del ser humano y a la gloria de Dios.

6. Hay dos casos, semejantes al de Jesús, en los que Moisés (Éxodo 34:28) y Elías (1 Reyes 19:8) ayunan durante cuarenta días, en el desierto.

EL AYUNO EN EL JUDAÍSMO

La ley de Moisés específicamente mandó ayunar en el Día de Expiación. Esto llevó a que el día se conociera también como «día del ayuno» (Jeremías 36:6) o «el ayuno» Hechos 27:9. Después del cautiverio se establecieron intervalos regulares para la celebración del ayuno. Según Zacarías 8:19, en el cuarto, en el quinto, en el séptimo y en el décimo mes habría de observarse otros cuatro ayunos que recordaban desastres en la historia de los judíos. Y está también el ayuno antes de la celebración del Purim, que se instituyó en los días de Ester (Ester 9:31).

EL AYUNO EN EL NUEVO TESTAMENTO

El ayuno se menciona también en el Nuevo Testamento. Los judíos devotos ayunaban (Hechos 27:9). Algunos ayunaban los lunes y los jueves (Lucas 18:12). Otros, como Ana, que servía a Dios en el templo con «ayunos y oraciones» (Lucas 2:37), lo hacían más a menudo. Los discípulos de Juan el Bautista ayunaban. Jesucristo ayunó cuarenta días y cuarenta noches antes de la tentación (Mateo 3:2). Asimismo, se menciona el ayuno de Cornelio (Hechos 10:30), de los cristianos de Antioquía (Hechos 13:2–3), de Pablo y Bernabé (Hechos 14:23), y se registra la recomendación de Pablo a los matrimonios (1 Corintios 7:5).

Algunos opinan que pasajes como Mateo 17:21, Hechos 10:30 y 1 Corintios 7:5 no deben tomarse en cuenta porque no se encuentran en los manuscritos más antiguos, pero la existencia de estos versículos en muchos manuscritos demuestra por lo menos que la iglesia primitiva creía en el valor del ayuno.

Jesús no canceló la práctica, pero pidió que sus seguidores lo hicieran con la mirada fija en Dios, no en los hombres (Mateo 6:16–18). 

AYUNAR, AYUNO, AYUNAS

A. NOMBRES

Nesteia, ayuno (de ne, prefijo negativo, y esthio, comer). Se usa: (a) de la abstinencia voluntaria de comer (Lucas 2:37; Hechos 14:23, algunos mss. tienen esta palabra en Mateo 17:21); el ayuno se había hecho una práctica común entre los judíos, y fue continuado por los cristianos; en Hechos 27:9, «el ayuno» se refiere al Día de la Expiación (Levítico 16:29); aquel tiempo del año sería peligroso para la navegación; (b) de abstinencia involuntaria (quizá se incluya la voluntaria), como consecuencia de circunstancias adversas (2 Corintios 6:5; 11:27).

Nestis, no comer, ayuno. Se usa de la carencia de comida (Mateo 15:32: «en ayunas»; rv: «ayunos»).

Nota: asitia (Hechos 27:21), significa «sin comida» (no debido a falta de víveres), esto es, abstinencia de comer.

B. VERBO

Nesteuo, ayunar, abstenerse de comer (relacionado con A,). Se usa de ayunar voluntariamente (Mateo 4:2; 5:16-18; 9:14-15; Lucas 5:33, 34-35; 18:12; Hechos 13:2-3). Algunos de estos pasajes muestran que los maestros que tenían un seguimiento de discípulos les daban instrucciones especiales en cuanto a ayunar. El Cristo enseñó la necesidad de pureza y de simplicidad de motivos.

Las respuestas del Cristo a las preguntas de los discípulos de Juan y de los fariseos revelan todo su propósito y método. Es indudable que Él y sus seguidores observaban ayunos tales como el del Día de la Expiación, pero Él no impuso además otros ayunos frecuentes. Lo que enseñó es apropiado al cambio de carácter y de propósito que Él dispuso para sus discípulos. Su afirmación de ser el esposo (Mateo 9:15), y la referencia allí a la no práctica del ayuno, implica visualmente la afirmación de su condición de Mesías (cf. Zacarías 8:19). En algunos mss. aparece este verbo en Hechos 10:30.

C. ADJETIVO

Asitos, sin alimento (a, negativo; sitos, grano, alimento). Se usa en Hechos 27:33, «ayunas». Cf. asita.

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