domingo, 6 de noviembre de 2016

PARÁMETROS DEL ANDAR LLENOS DEL ESPÍRITU.

Cuando nos convertimos éramos como una cortadora de pasto con motor de un tercio de caballo de fuerza. Podíamos hacer algo, pero no mucho porque no éramos maduros. Nuestra meta como  cristianos es llegar a ser el motor caterpillar DC9 una verdadera usina eléctrica para el Señor. Sin embargo, sin combustible nada pueden lograr ni una cortadora de pasto ni un tractor nivelador. Sin Cristo nosotros nada podemos hacer ( Juan 15:5). No importa cuan maduro seas, no puedes producir si no andas por la fe en el poder del Espíritu Santo.

Cuando se llega a decidir entre andar en la carne y andar en el Espíritu, nuestra voluntad es como un conmutador de dos sentidos. La voluntad del nuevo cristiano parece un resorte cargado hacia la conducta carnal. Los nuevos creyentes van a vivir según lo que saben, y no saben mucho acerca de la vida llena del Espíritu. La voluntad del cristiano maduro está cargada hacia el Espíritu. Toman malas decisiones ocasionales, pero aprenden diariamente a crucificar la carne por la fe en el poder del Espíritu Santo.