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Crónicas 31:12.
Luego trajeron fielmente las primicias de los diezmos y las cosas consagradas. Y ellas estaban bajo la responsabilidad del levita Cananías, y Simei su hermano era el segundo.
1 JUAN 2:27. Y SI LA UNCIÓN QUE HAN RECIBIDO DE ÉL PERMANECE EN USTEDES, NO NECESITAN QUE NINGUNO LOS INSTRUYA, SINO QUE COMO LA UNCIÓN ES DE DIOS, Y ES VERDADERA Y NO HAY FALSEDAD EN ELLA. Y TAL COMO LOS HA INSTRUIDO, PERMANEZCAN EN ÉL.
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Crónicas 31:12.
Luego trajeron fielmente las primicias de los diezmos y las cosas consagradas. Y ellas estaban bajo la responsabilidad del levita Cananías, y Simei su hermano era el segundo.
Filipenses
2:9–10.
Por
eso Dios «lo exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,
para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los
cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra»
Una de las cuatro epístolas cortas escrita por el apóstol Pablo desde la prisión. Las otras tres son Efesios, Colosenses y Filemón. Pablo fundó la iglesia en Filipos (Hechos 16:12–40). Durante toda su vida, los filipenses ocuparon un lugar especial en el corazón de Pablo. Su carta la escribe con amor, y en toda ella se respira un aire de gozo. Cuando Pablo vino por primera vez a Filipos, lo echaron en la cárcel. Bien avanzada la noche, azotado y encerrado, cantaba a Dios (Hechos 16:25). Diez años después fue de nuevo a prisión y allí sentía el gozo del cristiano en medio del sufrimiento: «Regocíjense en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocíjense!» (Filipenses 4:4).