viernes, 19 de octubre de 2018

Lección 3—Un canto de gozo



Todos sabemos que la felicidad y el gozo son diferentes, que la felicidad es una respuesta a las circunstancias placenteras mientras que el gozo va más allá de nuestras circunstancias. El gozo insiste en permanecer como algo misterioso porque es una respuesta del espíritu humano al mundo invisible del Espíritu de Dios. Es el alborozo de su espíritu producido por un destello de la majestad y del amor de Dios.


Las montañas, el océano o una flor silvestre, atraviesan de repente su corazón con un aguijonazo de gozo tan dulce que hasta duele, porque, por un instante, quizás cuando menos lo espera, su espíritu percibe la grandeza de Dios. En medio del dolor interminable del cáncer, una paciente semiconsciente sonríe porque ve a Jesús, a través de las débiles barreras del tiempo y del espacio.

Las disciplinas de adoración, sea en las devociones privadas o reuniones públicas, deben ayudar al espíritu a regocijarse en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Leer las Escrituras, memorizarlas y meditar en ellas; la oración y las lenguas, así como el canto y la alabanza, llegan a ser ventanas del espíritu a través de las cuales Dios puede mostrarse a sí mismo y darnos gozo.

Los salmistas eran adeptos a los momentos de gozo. Nos instan a unirnos a ellos. ¡Regocíjense en el Señor! ¡Regocíjense en El para siempre! ¡Canten con gozo!

Regocíjese, Dios reina

Los primeros dos salmos que usted estudiará tienen que ver con el reinado soberano de Dios sobre todas las cosas. Cuando el Espíritu del Señor abra los ojos de su espíritu para vislumbrar un destello del control total de Dios sobre todo en su vida, usted conocerá el gozo.

Salmo 48

Los versículos 1–3 del Salmo 48 admiran y alaban a Dios en base a la belleza e impresionante altura de Sion, la ciudad que El escogió para establecer su nombre. En la mente del salmista, la ciudad de Jerusalén representaba a la totalidad del pueblo del pacto de Dios. El escritor de Hebreos extendió el concepto de Sion para que significara la iglesia gloriosa de Jesucristo (Heb 12.22–24), y el apóstol Juan llamó a la ciudad eterna del reinado futuro de Dios la nueva Jerusalén (Ap 21).

¿En qué manera muestra la grandeza de Dios la geografía de Jerusalén? (Sal 48.13)

¿Cómo muestra la grandeza de Dios el ambiente espiritual de la iglesia? (Heb 12.22–24)

El Salmo 48.4–7 nos dice cómo varios reyes que habían planeado atacar a Jerusalén cambiaron de parecer cuando vieron lo inaccesible que era. El espíritu guerrero de los ejércitos quedó destrozado como naves a la deriva. Los enemigos huyeron avergonzados y temerosos. No pudieron tocar ni a la ciudad del Señor ni a su pueblo. El versículo 8 es el testimonio del salmista que había oído acerca de los ejércitos frustrados por el Señor en el pasado, lo cual, en realidad, había visto en su propia vida.

 Fe viva

Haga memoria de algún relato que haya oído, de la historia de su iglesia o del cristianismo en general, que testifique cómo frustró Dios los intentos de Satanás por destruir su Iglesia.

Describa un incidente, que haya presenciado, en el que Dios frustrara un ataque contra su pueblo por parte de personas malas.

En el Salmo 48.9–14 los hijos de Coré invitan a los adoradores del templo a caminar alrededor de Jerusalén y ver por sí mismos cuán sólida y fuerte era la ciudad. ¿Qué defensas físicas protegían a Jerusalén?

¿Cómo debían los residentes de Jerusalén responder a la protección que les daba el Señor? (vv. 13, 14).

 Fe viva


¿Qué fortalezas espirituales protegen a la Iglesia de Jesucristo?
¿Cómo debemos responder a nuestra protección soberana por parte del Señor?

Salmo 135


El Salmo 135 se divide en cinco secciones. La primera (vv. 1–4) y la quinta (vv. 19–21) empiezan y concluyen el salmo con alabanza al Señor. La segunda (vv. 5–7) y la cuarta (vv. 15–18) contrastan al Señor como Creador de todo con los ídolos como cosas creadas por la gente. La sección central (vv. 8–14) nos dice cómo el Señor salvó y guardó a su pueblo Israel.

¿Qué respuesta al Señor pide el salmista en los versículos 1–4?
¿Cómo debe ser expresada?

¿Qué respuesta pide el salmista en los versículos 19–21?

¿Cuál, a su parecer, es la diferencia entre alabar al Señor y bendecirlo?

Compare sus pensamientos con la sección de Riqueza literaria que sigue a continuación.

Los verbos hebreos para «alabar» y «bendecir» son utilizados, por lo general, con el mismo significado. Ambos enfocan el hecho de testificar con alegría de la grandeza de Dios y de la fidelidad de su intervención en las vidas de su pueblo. Ambos son actos de adoración por parte de quienes han experimentado gozo debido al carácter y fidelidad de Dios. La alabanza y la bendición también tienen en común el hecho de que emplean la expresión física de extender las manos, tanto al alabar por agradecimiento como al confesar las bendiciones.

Cuando la alabanza y la bendición difieren, esa diferencia radica en la audiencia de la adoración. La alabanza tiende a ser un testimonio acerca del Señor dirigido a otras personas. La bendición tiende a ser un testimonio acerca del Señor pero dirigido a Él mismo. El Salmo 135 nos invita a alabar al Señor ante otros y a bendecirle cara a cara.

¿Cuál es la situación del Señor? (v. 5)
¿Cuáles son sus logros? (vv. 6, 7)

¿Cuál es la situación de los ídolos? (v. 15)

¿Qué es lo que ellos no pueden hacer? (vv. 16–18)

¿Cómo mostró el Señor su poder al sacar a Israel de Egipto? (vv. 8, 9)

¿Cómo mostró el Señor su poder al conducir a Israel a la tierra prometida? (vv. 1012)

¿Cuáles funciones ejerció el Señor de generación en generación para guiar a Israel? (v. 14)

 Fe viva

¿Cómo ha ejercido el Señor estas dos funciones en su vida cristiana?
¿Por qué es importante que Él las ejerza todo el tiempo?
¡Regocíjese! ¡Dios nos salva!

El Dios acerca del cual se canta en los Salmos es Libertador. Salva de los enemigos, de la aflicción y de pecados. Los poetas se asombraban de que el Dios Todopoderoso que esparció las estrellas por los cielos, el Señor de los ejércitos que derriba y establece naciones, también sea el Pastor de ovejas incautas y proclives a descarriarse como nosotros.

Salmo 100

¿Cuáles son las maneras que el salmista identifica para adorar al Señor en los versículos 1 y 2 y en el versículo 4?

Versículos 1, 2                                                                               Versículo 4 

Trace una línea desde cada una de las formas de adoración en la primera lista a la más parecida en la segunda. Explique por qué combinó las ideas de la manera en que lo hizo.
¿Cuándo tiene oportunidad de adorar a Dios en, cada una de estas formas?
¿Qué cosas quería el salmista que sus lectores comprendieran, acerca del Señor, en los versículos 3 y 5?

Versículo 3                                                                              Versículo 5

Una vez más, trace una línea desde cada idea, en la lista de la primera columna, a la más parecida en la segunda. Explique por qué lo hizo.
¿Qué significación tiene cada uno de estos hechos acerca de Dios en su vida?

Salmo 122


Mientras que el Salmo 100 nos muestra a un Salvador amante que pastorea a su pueblo, el Salmo 122 habla de la paz que pertenece a toda persona redimida. Este es otro salmo que se regocija en el cuidado de Dios por Jerusalén como centro de la adoración israelita. Este salmo tiene significado profético para el futuro de Israel y significado espiritual para la iglesia de Jesucristo como el punto central de nuestra adoración a Él.

Se esperaba que los israelitas realizaran tres peregrinajes a Jerusalén cada año. La Pascua tenía lugar en la primavera, la Fiesta de las primicias (o Pentecostés) a principios del verano, y la Fiesta de los Tabernáculos en el otoño. Estos festivales eran tiempos de sacrificio, cumplimiento de votos, festejos y adoración.

Los festivales no eran como cultos en la iglesia. Ocurrían día tras día, y la gente iba y venía. La adoración era una actividad familiar o individual, no un acontecimiento general. Muchos sacerdotes actuaban a la vez, ayudando a una persona o a una familia. No había líderes congregacionales.

Los peregrinos que llegaban a Jerusalén se hospedaban en mesones o casas privadas. Además de las actividades de adoración participaban en el turismo. Ver los paisajes de Jerusalén era importante para los peregrinos; veían la bendición de Dios sobre Jerusalén como su bendición sobre Israel.

El Salmo 122 empieza desde el punto de vista de un peregrino que acaba de llegar a Jerusalén. Está emocionado por estar dentro de la muralla de la ciudad, y su emoción crece aún más cuando otros lo invitan a ir con ellos a «la casa de Jehová» (v. 1).

¿Qué admiraba de Jerusalén el peregrino que habla en los versículos 35? («El testimonio dado a Israel» es una referencia a la Ley de Moisés, la cual era la base del gobierno con sede en Jerusalén.)

¿Qué cosas pedía el peregrino a Dios en su oración por Jerusalén? (vv. 69)

La profecía y el futuro de Israel (Sal 122.6).
Teológicamente hay dos posiciones diferentes en cuanto a lo que puede esperarse del futuro de Israel […]

Muchos ven una continuidad y un papel distintivo para Israel en los planes divinos hasta el fin de los tiempos. Creen que Romanos 911 indica que habrá una restauración de Israel («todo Israel será salvo», Ro 11.26), y que la Iglesia necesita reconocer sus raíces judías (no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti, Ro 11.18)[]

Pero otros han visto a la Iglesia reemplazar a Israel en el plan divino, debido a que la mayoría del pueblo judío rehusó aceptar a Jesús como el Mesías. Por tanto, las bendiciones y las promesas, de las cuales Israel era objeto, hoy sólo pueden ser aplicadas a la iglesia.1

Por cierto, hay un tercer cuadro: el que ve un propósito de Dios en ambos, el Israel nacional (los judíos actuales) y el Israel espiritual (la Iglesia).
Salmo 126

El Salmo 126 es uno de los escritos posteriores al cautiverio babilónico de Judá. Fue redactado quinientos años después del tiempo de David. Detrás del gozo de este cántico hay un tono de tristeza, pero ese gozo depende de Dios más que de las circunstancias. El amor hacia Sion que se muestra en el Salmo 126 es tan grande como el que expresó David en el Salmo 122.

¿Cuál fue la reacción inicial de los exiliados cuando regresaron a Jerusalén? (v. 1)
Cuando se sobrepusieron a eso, ¿cómo celebraron los que regresaron? (vv. 2, 3).

Los exiliados que regresaron estaban en Jerusalén, pero la ciudad estaba en ruinas y el campo no había sido cultivado en décadas. La vida era incierta y peligrosa. (Consúltese Esdras y Nehemías.) ¿Cuál es la petición básica de la oración en el versículo 4?

¿Cómo es contestada en las promesas de los versículos 5 y 6?

 Fe viva

¿Qué principios espirituales de los versículos 5 y 6 se aplican a nuestro servicio al Señor tanto como a la agricultura?

¿Por qué recoger una cosecha espiritual es un gozo? ¿Por qué tenemos un vislumbre de Dios entonces?

Regocíjese y cante

Los tres salmos cubiertos en esta sección son poemas que nos guían a adorar al Señor. No están tan interesados en hablar acerca de ¡Eacute;l como en exaltarlo.

Salmo 95

¿De qué manera recomendó el salmista que se cantara y se diera gracias en los versículos 1 y 2?

¿Por qué el salmista se sentía tan profuso en cuanto al Señor? (vv. 3–5)
¿Qué posturas recomendaba el salmista para mostrar quién es Dios y quién es humano?

¿Qué hace la diferencia, según su parecer, entre la exuberancia de los versículos 15 y la sumisión de los versículos 6 y 7?

¿Cuándo podría gritar ante el Señor y cuándo arrodillarse?

¿Qué rebelión de los hijos de Israel se tiene en mente en los versículos 811? (Véanse Ex 17.17 y Nm 20.113.)

¿Cómo evitarían los tipos de adoración ordenados en los versículos 17 la clase de rebelión espiritual mencionada en los versículos 811?
Quizás quiera ver cómo el escritor de Hebreos citó en 3.34.10 el Salmo 95.811 para advertir a sus lectores. Aquel autor señaló al Espíritu Santo como la fuente de este salmo (Heb 3.7)

Salmo 96

De los versículos 13 y 79 haga una lista de maneras de adorar al Señor.

¿Cuáles de ellas necesita para hacer «un nuevo canto» en su adoración al Señor?

De los versículos 46 y 10 haga una lista de razones para alabar al Señor.
Quizás quiera ver cómo el escritor de Hebreos citó en 3.34.10 el Salmo 95.811 para advertir a sus lectores. Aquel autor señaló al Espíritu Santo como la fuente de este salmo (Heb 3.7)

Salmo 96

De los versículos 13 y 79 haga una lista de maneras de adorar al Señor.
¿Cuáles de ellas necesita para hacer «un nuevo canto» en su adoración al Señor?

De los versículos 46 y 10 haga una lista de razones para alabar al Señor.
Note cómo los mismos temas de adoración se repiten por todos los salmos.

¿Qué partes de la naturaleza alaban al Señor? (vv. 1112)

¿Por qué alaba la naturaleza a Dios? (v. 13)

Salmo 150

El salmista llama a dos grupos a alabar al Señor. De lo que usted ha leído en otros salmos, ¿quiénes deben «alabar a Dios en su santuario? (v. 1)

De lo que ha leído en otros salmos, ¿quiénes deberían ser los que alaban a Dios «en la magnificencia de su firmamento»? (v. 1)

De lo que ha leído en otros salmos, ¿cuáles son algunas de las «proezas» de Dios por las que debe ser alabado? (v. 2)

De lo que ha leído en otros salmos, ¿cuáles son algunas de las cosas de Dios que conforman la «muchedumbre de su grandeza»? (v. 2)

¿Qué añaden todos los instrumentos y la danza a la adoración que la hace poderosa para decir a Dios cuán grande es y cuánto le amamos?

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