martes, 23 de octubre de 2018

Lección 11k—Las siete copas


Apocalipsis 15:5–16.21

Si la primera fase del juicio final (Ap 14.14–16) representa a los creyentes siendo «cosechados» de la tierra y llevados a la presencia del Señor, entonces se puede pensar de Apocalipsis 15 como una recuento detallado de lo que ocurre con ellos en el cielo. De la misma manera, el capítulo 16 detalla lo que transpira en la segunda fase para aquellos que han abrazado el mal en la tierra.


De su contraparte celestial al «tabernáculo del testimonio» terrenal (véase Ex 40.34, 35), siete ángeles, vestidos como sacerdotes, salen para ejecutar la ira de Dios en la tierra (Ap 15.1, 5–7; 16.1.)

Testimonio, marturion; Strong #3142: Compare «mártir» y «martirología». Prueba, evidencia, testigo, proclamación de una experiencia personal. El tabernáculo, que constituye una evidencia de la presencia de Dios, es un testimonio del pacto entre el Señor y su pueblo.

          Apocalipsis 15.8 indica que el templo en el cielo «se llenó de humo por la gloria de Dios, y por su poder». ¿En qué otra parte de las Escrituras leemos del «humo santo» y la gloria visible de Dios?

Compare el contenido de los siguientes pasajes bíblicos:

Éxodo 40.34–35
1 Reyes 8.10–11
Isaías 6.1–4

¿Qué contiene esta expresión final de la ira de Dios? (Véanse Ap 15.1, 7–8; 16.1.)

¿Quién instruye a los siete ángeles que viertan las copas? (16.1)

LAS SIETE PLAGAS, APOCALIPSIS 16:

1. Horribles llagas en los marcados por la bestia, y. 
2. El mar contaminado en total devastación, y. 3 (cf. 8.8–9)
3. Las aguas convertidas en sangre: contaminación, vv. 4–7 (cf. 8.10–11)
4. El sol quema a la humanidad, vv. 8–9
5. Tinieblas y dolor sobre los traficantes del poder, vv. 10–11 (cf. 9.6)
6. El último estertor de las furias diabólicas, vv. 12–16 (cf. 9.13–15)
7. El final estremecimiento de la tierra, w. 17–21 (cf. 6.12–17; 11.15–19; Heb 12.15–29).

¿Hacia qué hecho manipulan los espíritus demoníacos, bajo el control de la «trinidad impía» (16.13), a los reyes de la tierra? (Véase 16.14–16.)

Explique cómo Apocalipsis 16.15 es una promesa llena de esperanza para el creyente y una predicción que acosa al incrédulo.

Esta referencia a un «ladrón» en la noche (16.15) liga a otros cuatro pasajes que se refieren al Señor viniendo súbita e inesperadamente en juicio. ¿Qué puede aprenderse de cada uno de estos pasajes respecto a la necesidad de que el creyente esté preparado?

Lucas 12.39–40
2 Pedro 3.10
Apocalipsis 3.3
Apocalipsis 16.15

En Mateo 24.45–47, ¿cómo sugiere Cristo que sus seguidores deberían servirle mientras su retorno se demora?

Séptima copa: la tierra tiembla por completo Apocalipsis 16.17–21

La séptima plaga la vierte finalmente el séptimo ángel. No se derrama sobre la tierra, sino más bien «por el aire». No se nos dice lo que esto representa. Algunos ven su significado en que se dice que esta es la morada de Satanás, el «príncipe de la potestad del aire» (Ef 2.2). Otros opinan que indica que este último juicio es universal.

¿Qué dice la voz fuerte que sale del templo?

Compare Apocalipsis 15.1 y 15.8, y explique qué sugiere este clamor.

¿Qué catástrofes naturales se describen en Apocalipsis 16.18?

¿Qué términos geofísicos se usan para describir la destrucción devastadora? (Ap 16.18–20)

¿Cuánto pesaba el granizo que caía del cielo? (Verifique en sus notas de estudio o referencias al margen en su Biblia [o en la «Tabla de pesos y medidas» en un diccionario de la Biblia] para determinar el peso aproximado de un «talento» en kilogramos modernos.)

¿Cuán similar es esto a otras ocasiones en las Escrituras cuando Dios usó el granizo como un arma de destrucción? (Véanse Éx 9.13–25; Jos 10.1.)

Así como la Ley de Israel requería que se apedreara al blasfemo hasta la muerte (Lv 24.16), ¡aquí los blasfemadores del fin de los siglos se apedrearán desde el cielo hasta morir!

          Apocalipsis 16.19 dice que la «gran ciudad» es dividida en tres partes y que todas las ciudades de todas las naciones caerán igualmente. En Apocalipsis 11.8–13 una «gran ciudad» experimentó un terremoto que mató siete mil personas. ¿Cómo sabemos que esa ciudad era (por lo menos simbólica y espiritualmente) Jerusalén? (Véase Ap 11.8.)

¿Qué otras predicciones geofísicas pueden hallarse en las Escrituras respecto a la ciudad de Jerusalén?

Isaías 2.2
Ezequiel 40.2
Miqueas 4.1
Zacarías 14.10

Sin embargo, en Apocalipsis 17 y 18 veremos que a Babilonia se le llama la «gran ciudad». Tal vez el término simboliza la sede de los imperios terrenales, que caen en el más destructivo terremoto jamás experimentado por la humanidad.

Esta plaga final trae horrorosa destrucción en medio de convulsiones sin paralelo de la naturaleza. ¿Cómo responden a Dios los que sobreviven?

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