lunes, 22 de octubre de 2018

Lección 12—Un canto de salvación



El 30 de marzo de 1991, Emily Dayis Mobley y otros cincuenta y cinco entusiastas exploradores entraron en la Cueva Lechugilla en el Parque Nacional Carlsbad Cavems en una expedición cartográfica. Lechuguilla había sido descubierta en 1986 y, bajo la estricta supervisión del Servicio de Parques Nacionales, a la fecha ya se había cartografiado alrededor de noventa kilómetros de pasajes que llegaban a una profundidad de quinientos metros. Sólo espeleólogos como Emily, veterana de veinte y dos años de experiencia, podían tener acceso a la cueva.


El domingo Emily estaba cartografiando la profundidad de un barranco a varios kilómetros de la entrada y a cientos de metros bajo la superficie, cuando un peñasco se desprendió de uno de los costados de un paredón y cayó destrozándole la pierna izquierda. Entre Emily y el mundo exterior había un empinado y escabroso ascenso entre obstáculos de barreras, de más de treinta metros de altura, y tramos de pasajes tan estrechos que los exploradores tenían que arrastrarse para recorrerlos. Emily no podía ni moverse.

Los preparativos de emergencia es parte de toda buena expedición para explorar cavernas, de modo que el rescate estaba en marcha incluso antes de que el polvo se asentara. Un médico de la expedición inmovilizó la destrozada pierna y ató a Emily a una camilla. De todas partes de los Estados Unidos amigos de Emily acudieron para formar cuadrillas de rescate que se turnaban cada pocas horas para cargarla, arrastrarla y sacarla segura.

En ocasiones, colgaba verticalmente en sogas mientras que su peso oprimía su pierna lesionada. Otras veces tuvieron que pasarla arrastrándola por pasajes estrechos sobre las espaldas de los ayudantes en cuclillas o arrodillados. Otras, tuvieron que empujarla por hectáreas de gigantescos peñascos.

Antes del amanecer del jueves, noventa y seis horas de labor de rescate, el equipo le dijo a Emily que se acercaban a la boca de la cueva. El peligro había pasado. A pesar del dolor de su lesión y de la frustración de haber estado inmovilizada por días, ella empezó a cantar «¿Han salido las estrellas esta noche?»
Las estrellas habían salido para recibir a Emily en esa madrugada en el desierto. Más tarde los médicos en el Centro Médico Guadalupe de Carlsbad, Nuevo México, le pusieron un perno en la parte superior de su pantorrilla. Emily había regresado de las profundidades.

Cuando los salmistas clamaron a Dios pidiendo liberación, ellos, también, clamaron desde las profundidades del peligro, la desesperación o la culpa. Creyeron que la salvación que Dios daba en respuesta a sus ruegos no era menos espectacular que lo que el rescate de Emily nos parece.

Cantos de peligro

Entre los salmos que usted estudiará y que celebran la liberación que Dios provee hay dos que se concentran en la necesidad de salvación. Los salmistas acudían al Señor debido al peligro físico que representaban sus enemigos, o la enfermedad, o debido al peligro espiritual que representaban el pecado.

Salmo 69

¿Qué expresan las imágenes de los versículos 1–3 respecto a los problemas que David estaba enfrentando?

IMAGEN

Agua hasta el cuello
Cieno profundo
Inundación
Garganta seca
Ojos desfallecidos


¿Qué representan la inundación y las corrientes de aguas? (v. 4)

¿Qué pedía David además de la liberación de sus enemigos?

v.5

v.6

¿De cuáles actividades espirituales de David se burlaban sus enemigos? (vv. 7–12)
¿En qué forma los pecados de David (v. 5) le expusieron a él y a otros a la burla? (vv. 6–12)

¿Cómo amplió David el principio de su oración por liberación? (vv. 13–21)
¿Qué pidió David respecto a sus enemigos que estaban mofándose de Dios? (vv. 2228)

Diecisiete de los salmos contienen oraciones que expresan aborrecimiento contra los enemigos del salmista y petición de juicio de Dios sobre ellos. Se les llama salmos imprecatorios, debido a que imprecación es una palabra elegante para «suplicar venganza».

Los salmistas escribieron estas oraciones por inspiración del Espíritu Santo. Su perspectiva espiritual estaba tan en línea con Dios en esos momentos que sus oraciones expresan el aborrecimiento justo de Dios al pecado antes que las vendetas privadas y completamente falibles de los salmistas.

De estos salmos imprecatorios podemos aprender que Dios detesta el mal y que juzga a los que hacen mal. Podemos incluso aprender que El nos oye cuando expresamos nuestra ira y frustración contra las personas que nos desagradan, pero siempre nos señala el regreso al mandamiento de Jesús de amar a nuestro prójimo (Mt 5.43–48)

¿Cuál fue el voto de David a Dios en respuesta a la salvación? (vv. 29–33)

¿A quiénes acude David para que alaben al Señor por su salvación? (vv. 34–36)

Salmo 71

Este salmo anónimo es un canto de los peligros de la edad avanzada. Incluso el creyente que ha confiado en el Señor desde su niñez enfrenta problemas únicos en los años de la ancianidad.

¿Cuál es la confianza del anciano salmista? (vv. 1–3)

¿Por qué el anciano salmista tenía confianza al orar por libe— ración? (vv. 4–6)

¿De qué tenía temor el salmista? (vv. 7, 9–13)

¿Qué quería el salmista en lugar de sus temores? (vv. 8, 14–18)

¿Qué ventaja le daba al salmista su avanzada edad al enfrentar los peligros propios de ella? (vv. 19–21)

¿Qué le prometió el anciano salmista al Señor? (vv. 22–24)

 Fe viva

¿Cómo podría percatarse mejor de las lecciones de fe que usted puede aprender de los santos de más edad en su iglesia?

¿Cómo podría su iglesia dar a los santos ancianos más oportunidades para expresar lo que el Señor ha hecho por ellos, de modo que los adultos más jóvenes puedan beneficiarse de su sabiduría?

¿Cómo podría estimular la fe de algún santo mayor que tal vez esté batallando con las limitaciones del envejecimiento?

¿A quiénes podría estimular de esta manera?

¿Cuándo podría ofrecer este estímulo?

Canto de confianza

Los próximos dos cantos de salvación expresan la confianza en el Señor para librar del tipo de peligros de los que se lamentaban en la sección previa a esta lección.

Salmo 17

¿Cómo describe David su oración? (v. 1)

¿Por qué David creía que el Señor le vindicaría? (vv. 2–5)

Puesto que es claro en otros salmos que David cometió pecados serios, ¿cómo puede él, o cualquier otro pecador, aducir lo que afirma en los versículos 2–5?

En la oración de David pidiendo protección (vv. 6–9), ¿cómo pueden las dos imágenes en el versículo 8 establecer su confianza respecto a la respuesta del Señor?

¿A qué asemeja David a sus enemigos, y cómo encajan ellos en esta descripción? (vv. 10–12)

¿Qué destino contrastante desea David para sus enemigos y para sí mismo? (vv. 13, 15)

El Salmo 17.14 es difícil de traducir e interpretar. Algunos afirman que el texto hebreo ha sufrido una confusión en su transmisión a través de los siglos y hacen ligeros ajustes para que el versículo 14 se refiera al justo antes que a tos malos. Si el texto es correcto, David les recordaba a sus lectores que el malo, incluso bajo juicio, puede prosperar materialmente, pasar a sus hijos sus ganancias mal habidas, y estar satisfecho consigo mismo.

Esta vanidosa satisfacción propia es parte del juicio de Dios. Cualquier persona rica que se cree autosuficiente y segura en su herencia familiar es necia y se engaña a sí misma. Sólo están a un paso de distancia de la aniquilación, pero no pueden verlo.1 Véase en el Salmo 49 una discusión completa de este asunto por parte de los hijos de Coré.

Salmo 85

Este canto de salvación siguió a un tiempo de cautividad (v. 1). Quizás uno de los descendiente de Coré escribió esto después del cautiverio babilónico cuando los sobrevivientes del exilio veían al Señor para que restaurara a Jerusalén y a Judá a la prominencia política. Este salmista sabía que había sólo un poder en el cual confiar para una nación restaurada.

¿Qué había hecho el Señor recientemente que le daba al salmista la confianza para orar a Él? (vv. 1–3)

Basado en la reciente bendición del Señor, ¿qué pidió allí mismo el salmista? (vv. 4–7)

¿Qué respuestas a sus oraciones esperaba el salmista con confianza? (vv. 8, 9)
¿Qué hay respecto al carácter de Dios que garantiza la vindicación final de su pueblo? (v. 10)

¿Qué ha tenido siempre el pueblo de Dios que mirar como base para su esperanza? (vv. 11–13)

Canto de victoria

Estos dos salmos celebran la salvación de Dios por la cual se suplicaba en los cantos de peligro, y se esperaba en los cantos de confianza. La salvación tratada en estos salmos es la liberación del peligro físico, pero los Salmos 34 y 118 contienen predicciones mesiánicas que relacionan la salvación física de Dios con su salvación del pecado. Dios es un Salvador de todo lo que amenaza a su pueblo.

Salmo 34

El Salmo 34 es el más exuberante de los salmos que David escribió durante el tiempo en que fue perseguido por el rey Saúl (véase Entre bastidores, lección 6, p. 85). Es otro salmo alfabético o acróstico (véase Entre bastidores, lección 1, p. 19).

¿Cómo elaboró David su invitación de «bendecir a Jehová en todo tiempo»? (vv. 1–3)

¿Qué testificó David que ocurre cuando el necesitado dama al Señor pidiendo liberación? (vv. 4–7)

En los versículos 8–14, ¿qué ideas incluyó David como partes de su temor al Señor?

¿Por qué puede el justo clamar salvación con confianza? (vv. 15–17)

¿Qué hay acerca del justo a lo cual el Señor responde? (vv. 18–22)

Salmo 118

Este canto anónimo de salvación ha sido usado a través de la historia en la adoración judía, durante la fiesta de la Pascua y el culto en la Fiesta de los Tabernáculos.

¿Por qué abundante y clara razón pidió el salmista a sus lectores que den gracias a Dios? (vv. 1–4, 29)

¿Qué efecto logró el salmista por la repetición de sus llamados a Israel, la casa de Aarón, y todos los que temen al Señor para agradecer a Dios? (vv. 2–4)

¿Cuáles fueron los resultados de la salvación del Señor al salmista? (vv. 5–7)

¿A qué conclusión llegó el salmista debido a la salvación del Señor? (vv. 8, 9)

¿Qué ocurrió a los que atacaron al salmista? (vv. 10–14)

Los versículos 15–29 concluyen el Salmo 118 con un himno de alabanza por la salvación del Señor. ¿En qué cree que contribuyen, cada una de las imágenes siguientes, a la descripción que el salmista hace de la salvación del Señor?

La diestra de Jehová (vv. 15, 16)

Puertas (vv. 19, 20)

La piedra (v. 22)

Luz (v. 27)

El sacrificio atado al altar (v. 27)

 Fe viva

¿Cuándo y cómo le ha librado el Señor de peligros a su vida física?

¿En qué peligros presentes y eternos se hallaba usted cuando clamó al Señor pidiendo salvación de sus pecados?

¿Qué acontecimientos y promesas bíblicas le han dado certeza de que puede confiar en el Señor para liberación diaria y salvación eterna?

Escoja el versículo de los Salmos 34 y 118 que mejor capte sus actitudes hacia el Señor como su Salvador, y escríbalo aquí como una expresión de alabanza.

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