La
paz interior parece imposible en estos tiempos de asesinato, de inseguridad en
el trabajo, y cuando la moral de la sociedad se está haciendo pedazos.
Pero aun así, Jesús ha prometido que
cada uno de nosotros puede experimentar verdadera paz: «Les dejo un regalo: paz en la mente y el
corazón. Y la paz que Yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no
se angustien ni tengan miedo» (Juan.14:27).
Algunas personas están tan atrapadas en
la «búsqueda de la paz», que olvidan que Jesús ya se las ha dado. Simplemente han
dejado ese «regalo» sin abrir. No podemos
hallar paz fuera de las normas que Dios nos ha dado. Alguien dijo: «Nuestras almas
no descansarán tranquilas hasta que descansen en Dios». Empecemos a «desenvolver»
ese precioso regalo y examinemos lo que la palabra de Dios tiene para decir acerca de él.
1.
LA PAZ COMIENZA CUANDO CEDEMOS
A DIOS EL CONTROL DE NUESTRA VIDA.
Cuando entregamos a Jesús nuestras cargas, y permitimos que él nos guíe,
hallamos descanso (Mateo.11:28-30).
28Vengan a mí todos los que están agobiados y cargados, y Yo los aré
descansar. 29Lleven mí yugo sobre ustedes, y aprendan de mí que soy manso y
humilde de corazón, Y ENCONTRARÁN REPOSO PARA SUS ALMAS, 30porque mí yugo es placentero y ligera mí carga.
En este pasaje, Jesús nos enseña tres
cosas que debemos hacer para poder encontrar la verdadera paz o el «descanso». Sin
embargo, por alguna razón, a veces pensamos que estas cosas son demasiado difíciles
de lograr. Asegurémonos de concentrarnos en practicar estas tres acciones necesarias:
a.
VEN A CRISTO. Si tú has aceptado a Cristo como
Señor y salvador de tu vida, ye has completado este paso. Si todavía andas
buscando, es posible que estés a las puertas. Pero debes saber esto: no hallaras
paz en nada ni en nadie más. Por cierto, puedes tener paz mental temporal, si
tus finanzas andan bien, o si piensas que ya has hallado la relación «perfecta».
Pero cuando el piso se derrumba, ¿qué sucede entonces? Sólo Cristo puede
garantizarte una paz perdurable.
a.
CAMBIA TU YUGO POR SU YUGO. Un yugo es una pieza de madera
que se pone en el cuello de uno o dos bueyes para ayudarles a arrastrar cargas
pesadas. También ayuda al granjero a dirigir al buey. Llevando esta analogía a
los humanos, nuestro «pesado yugo» podría ser el peso de nuestra culpa, o la
carga de tratar de guardar los mandamientos de Dios y procurar agradarle
haciendo buenas obras. Jesús desea cambiar esa carga por su propia carga mucho
más liviana: la gracia de Dios, encontraras descanso cuando comprendas que no
necesitas trabajar para ganar el favor de Dios, sólo necesitas aceptar a su
Hijo.
b.
DEJA QUE JESÚS DIRIJA. Esto es, indudablemente, uno
de los requisitos más difíciles de esta promesa. Esto se debe a que nosotros
deseamos mantener siempre el control. Pero Dios nos dice que debemos entregarle
las riendas, porque sólo así Él puede enseñarnos. ¿Estás listo y dispuesto a
dejar tus habilidades, tu futuro y tus problemas en las manos de Dios?
Entonces, y sólo entonces, vas a experimentar el prometido «descanso» de Dios
para tu alma.
1.
LA PAZ PERFECTA SE EDIFICA A TRAVÉS DE UNA CONFIANZA TOTAL. A
medida que Dios llega a ser una parte integral de nuestra vida diaria, nuestras
angustias comienzan a desaparecer (Juan.16:33).
33Les he hablado estas cosas para que en mí tengan paz. En el mundo tendrán
aflicción, pero tengan ánimo, Yo he vencido al mundo.
NUESTRA PAZ CONTINÚA
MIENTRAS SEGUIMOS AL ESPÍRITU SANTO. Para que podamos experimentar paz, tenemos que impedir
que nuestra vieja naturaleza pecaminosa nos controle (Romanos.8:5-8).
5Porque
los que están en la carne, piensan en las cosas de la carne, pero los que son
del Espíritu, piensan en las cosas del Espíritu, 6porque la forma de
pensar que es de la carne es muerto, pero la manera de pensar que es del
Espíritu es vida y paz, 7ya que la forma de pensar que es de la
carne es enemistad contra Dios, pues no se sujeta a la ley de Dios, porque no
puede. 8Y los que están en la carne no pueden agradar a Dos.
Aunque
eres cristiano, todavía luchas con tu antigua naturaleza. Sin embargo, si
permites al Espíritu Santo de Dios controlar tu vida, esa lucha será mucho
menos intensa. Porque como dice este pasaje, desearás agradar a Dios.
Si sigues tu vieja naturaleza con sus
malos deseos, nunca podrás agradar a Dios (Romanos.8:8)
8Y
los que están en la carne no pueden agradar a Dios.
Tu vida, sea que lo comprendas
o no, estará vacía. Pero si vives una vida controlada por el Espíritu,
experimentaras vida y paz (Romanos.8:6)
6porque
la forma de pensar que es de la carne es muerte, pero la manera de pensar que
es del Espíritu es vida y paz,
Para vivir una vida controlada por el
Espíritu, sigue el ejemplo del apóstol Pablo: «Piensa en las cosas del cielo, no en las de
la tierra. Pues ustedes han muerto a esta vida, y su verdadera vida está
escondida con Cristo en Dios» (Colosenses.3:2-3).
1.
LA PAZ DE DIOS DEBE GOBERNAR
NUESTRO CORAZÓN. Siempre
debemos evitar que otras cosas nos quiten la paz de Dios (Colosenses.3:15)
15y que la paz del Cristo
gobierne sus corazones, porque han sido llamados para Él en un cuerpo; y
muestren gratitud al Cristo
Una de las marcas más obvias
que identifican a un cristiano es la paz. Como Pablo lo señala en este versículo,
la paz que tiene un cristiano, viene de Cristo, y gobierna en su corazón. El verbo
griego que usa Pablo para gobierne sugiere
que la paz de Cristo actúa como un «arbitro» o un juez en nuestra vida,
decidiendo nuestras perspectivas y nuestro modo de actuaren medio de las
circunstancias. ¿Qué caracteriza a la paz de Cristo? Aquí hay algunas
descripciones bíblicas.
·
No
sufre ansiedad por nada sino que confía en Dios (Filipenses.4:6-7)
6Por
nada estén ansiosos, sino sean conocidas siempre sus peticiones delante de Dios
en oración y súplicas y con acción de gracias, 7y la paz de Dios,
que excede a todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en
Jesucristo.
·
No
duda de que Dios tiene el control (Marcos.4:35-41)
35Ese
día por la tarde, les dijo: Crucemos al otro lado. 36Y
dejando a la multitud, después lo llevaron a la barca, y había con ellos otras
barcas. 37Entonces se levantó una violenta tempestad y viento, y las
olas caían sobre la barca, de modo tal que casi se inundaba. 38Pero
Jesús se encontraba durmiendo en la popa de la barca sobre un cabezal, y
vinieron y lo levantaron, diciéndole: Maestro nuestro, ¿no te importa que
perezcamos? 39Él se puso de pie y reprendió al viento y dijo al mar:
¡Cálmate, sosiégate! Entonces el viento cesó y
hubo una gran calma. 40Luego les dijo: ¿Por
qué están tan asustados? ¿Por qué no tienen fe? 41Ellos
temieron con gran temor, y se decían unos a otros: ¿Quién es éste a quien los
vientos y el mar lo obedecen?
·
No
olvida las bendiciones de Dios y las respuestas a nuestras oraciones (Filipenses.4:6)
6Por
nada estén
ansiosos, sino sean conocidas sus peticiones delante de Dios en oración y
suplicas y con acción de gracias
·
Debería
estar presente en todas nuestras relaciones (Salmo.34:14-Romanos.12:18)
14apártate
del mal y haz el bien; busca la paz, y síguela.
18y
si es posible, en cuanto dependa de ustedes, estén en paz con todos los
hombres.
·
Viene
solo de Cristo (Juan.16:33)
33Les he hablado estas cosas para que en mí tengan paz. En el mundo
tendrán aflicción, pero tengan ánimo, Yo he vencido al mundo.
·
Es
producida por el Espíritu Santo (Gálatas.5:22)
22Pero
los frutos del Espíritu son: amor, gozo, paz paciencia, afabilidad, bondad,
confianza,…
Promueve la paz con otros (Santiago.3:18)
18y
los frutos de justicia son plantados en paz por los que hacen la paz
¿Gobierna en tu vida la paz de
Cristo? Si no es así, no estás viviendo como Jesús desea que vivas. Entrégale a
Dios todos tus problemas y tus ansiedades y pídele que los reemplace con su
paz. Esta paz no sólo calmará tu corazón, sino que te ayudará a tener armonía
con tus hermanos y hermanas en Cristo.
Excelente! Gracias
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