sábado, 27 de junio de 2015

Paz



 La paz interior parece imposible en estos tiempos de asesinato, de inseguridad en el trabajo, y cuando la moral de la sociedad se está haciendo pedazos.

    Pero aun así, Jesús ha prometido que cada uno de nosotros puede experimentar verdadera paz: «Les dejo un regalo: paz en la mente y el corazón. Y la paz que Yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo» (Juan.14:27).


         Algunas personas están tan atrapadas en la «búsqueda de la paz», que olvidan que Jesús ya se las ha dado. Simplemente han dejado ese «regalo»  sin abrir. No podemos hallar paz fuera de las normas que Dios nos ha dado. Alguien dijo: «Nuestras almas no descansarán tranquilas hasta que descansen en Dios». Empecemos a «desenvolver» ese precioso regalo y examinemos lo que la palabra de Dios  tiene para decir acerca de él.


1.    LA PAZ COMIENZA CUANDO CEDEMOS A DIOS EL CONTROL DE NUESTRA VIDA. Cuando entregamos a Jesús nuestras cargas, y permitimos que él nos guíe, hallamos descanso (Mateo.11:28-30).

28Vengan a mí todos los que están agobiados y cargados, y Yo los aré descansar. 29Lleven mí yugo sobre ustedes, y aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón, Y ENCONTRARÁN REPOSO PARA SUS ALMAS, 30porque mí yugo es placentero y ligera mí carga.   


         En este pasaje, Jesús nos enseña tres cosas que debemos hacer para poder encontrar la verdadera paz o el «descanso». Sin embargo, por alguna razón, a veces pensamos que estas cosas son demasiado difíciles de lograr. Asegurémonos de concentrarnos en practicar estas tres acciones necesarias:

a.    VEN A CRISTO. Si tú has aceptado a Cristo como Señor y salvador de tu vida, ye has completado este paso. Si todavía andas buscando, es posible que estés a las puertas. Pero debes saber esto: no hallaras paz en nada ni en nadie más. Por cierto, puedes tener paz mental temporal, si tus finanzas andan bien, o si piensas que ya has hallado la relación «perfecta». Pero cuando el piso se derrumba, ¿qué sucede entonces? Sólo Cristo puede garantizarte una paz perdurable.


 


a.    CAMBIA TU YUGO POR SU YUGO. Un yugo es una pieza de madera que se pone en el cuello de uno o dos bueyes para ayudarles a arrastrar cargas pesadas. También ayuda al granjero a dirigir al buey. Llevando esta analogía a los humanos, nuestro «pesado yugo» podría ser el peso de nuestra culpa, o la carga de tratar de guardar los mandamientos de Dios y procurar agradarle haciendo buenas obras. Jesús desea cambiar esa carga por su propia carga mucho más liviana: la gracia de Dios, encontraras descanso cuando comprendas que no necesitas trabajar para ganar el favor de Dios, sólo necesitas aceptar a su Hijo.

b.    DEJA QUE JESÚS DIRIJA. Esto es, indudablemente, uno de los requisitos más difíciles de esta promesa. Esto se debe a que nosotros deseamos mantener siempre el control. Pero Dios nos dice que debemos entregarle las riendas, porque sólo así Él puede enseñarnos. ¿Estás listo y dispuesto a dejar tus habilidades, tu futuro y tus problemas en las manos de Dios? Entonces, y sólo entonces, vas a experimentar el prometido «descanso» de Dios para tu alma.

1.    LA PAZ PERFECTA SE EDIFICA A TRAVÉS DE UNA CONFIANZA TOTAL. A medida que Dios llega a ser una parte integral de nuestra vida diaria, nuestras angustias comienzan a desaparecer (Juan.16:33).
      
33Les he hablado estas cosas para que en mí tengan paz. En el mundo tendrán aflicción, pero tengan ánimo, Yo he vencido al mundo.      

NUESTRA PAZ CONTINÚA MIENTRAS SEGUIMOS AL ESPÍRITU SANTO. Para que podamos experimentar paz, tenemos que impedir que nuestra vieja naturaleza pecaminosa nos controle (Romanos.8:5-8). 


5Porque los que están en la carne, piensan en las cosas de la carne, pero los que son del Espíritu, piensan en las cosas del Espíritu, 6porque la forma de pensar que es de la carne es muerto, pero la manera de pensar que es del Espíritu es vida y paz, 7ya que la forma de pensar que es de la carne es enemistad contra Dios, pues no se sujeta a la ley de Dios, porque no puede. 8Y los que están en la carne no pueden agradar a Dos.

     Aunque eres cristiano, todavía luchas con tu antigua naturaleza. Sin embargo, si permites al Espíritu Santo de Dios controlar tu vida, esa lucha será mucho menos intensa. Porque como dice este pasaje, desearás agradar a Dios.

         Si sigues tu vieja naturaleza con sus malos deseos, nunca podrás agradar a Dios (Romanos.8:8)  


8Y los que están en la carne no pueden agradar a Dios.


Tu vida, sea que lo comprendas o no, estará vacía. Pero si vives una vida controlada por el Espíritu, experimentaras vida y paz (Romanos.8:6)

6porque la forma de pensar que es de la carne es muerte, pero la manera de pensar que es del Espíritu es vida y paz,


         Para vivir una vida controlada por el Espíritu, sigue el ejemplo del apóstol Pablo: «Piensa en las cosas del cielo, no en las de la tierra. Pues ustedes han muerto a esta vida, y su verdadera vida está escondida con Cristo en Dios» (Colosenses.3:2-3).

1.    LA PAZ DE DIOS DEBE GOBERNAR NUESTRO CORAZÓN. Siempre debemos evitar que otras cosas nos quiten la paz de Dios (Colosenses.3:15)


15y que la paz del Cristo gobierne sus corazones, porque han sido llamados para Él en un cuerpo; y muestren gratitud al Cristo


Una de las marcas más obvias que identifican a un cristiano es la paz. Como Pablo lo señala en este versículo, la paz que tiene un cristiano, viene de Cristo, y gobierna en su corazón. El verbo griego que usa Pablo para gobierne sugiere que la paz de Cristo actúa como un «arbitro» o un juez en nuestra vida, decidiendo nuestras perspectivas y nuestro modo de actuaren medio de las circunstancias. ¿Qué caracteriza a la paz de Cristo? Aquí hay algunas descripciones bíblicas.
·         No sufre ansiedad por nada sino que confía en Dios (Filipenses.4:6-7)

6Por nada estén ansiosos, sino sean conocidas siempre sus peticiones delante de Dios en oración y súplicas y con acción de gracias, 7y la paz de Dios, que excede a todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Jesucristo.


·         No duda de que Dios tiene el control (Marcos.4:35-41)


35Ese día por la tarde, les dijo: Crucemos al otro lado. 36Y dejando a la multitud, después lo llevaron a la barca, y había con ellos otras barcas. 37Entonces se levantó una violenta tempestad y viento, y las olas caían sobre la barca, de modo tal que casi se inundaba. 38Pero Jesús se encontraba durmiendo en la popa de la barca sobre un cabezal, y vinieron y lo levantaron, diciéndole: Maestro nuestro, ¿no te importa que perezcamos? 39Él se puso de pie y reprendió al viento y dijo al mar: ¡Cálmate, sosiégate! Entonces el viento cesó y hubo una gran calma. 40Luego les dijo: ¿Por qué están tan asustados? ¿Por qué no tienen fe? 41Ellos temieron con gran temor, y se decían unos a otros: ¿Quién es éste a quien los vientos y el mar lo obedecen?


·         No olvida las bendiciones de Dios y las respuestas a nuestras oraciones (Filipenses.4:6)

6Por nada estén ansiosos, sino sean conocidas sus peticiones delante de Dios en oración y suplicas y con acción de gracias


·         Debería estar presente en todas nuestras relaciones (Salmo.34:14-Romanos.12:18)


14apártate del mal y haz el bien; busca la paz, y síguela.


18y si es posible, en cuanto dependa de ustedes, estén en paz con todos los hombres. 

·         Viene solo de Cristo (Juan.16:33)

33Les he hablado estas cosas para que en mí tengan paz. En el mundo tendrán aflicción, pero tengan ánimo, Yo he vencido al mundo.


·         Es producida por el Espíritu Santo (Gálatas.5:22)


22Pero los frutos del Espíritu son: amor, gozo, paz paciencia, afabilidad, bondad, confianza,…


Promueve la paz con otros (Santiago.3:18)


18y los frutos de justicia son plantados en paz por los que hacen la paz


¿Gobierna en tu vida la paz de Cristo? Si no es así, no estás viviendo como Jesús desea que vivas. Entrégale a Dios todos tus problemas y tus ansiedades y pídele que los reemplace con su paz. Esta paz no sólo calmará tu corazón, sino que te ayudará a tener armonía con tus hermanos y hermanas en Cristo. 

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