¿Cómo se sentiría si la persona más rica y exitosa en
su campo de trabajo le pidiera que fuera su socio? Podría preguntarse por qué
lo eligió, o quizás pensar en algo que pudiera aportar al negocio. Lo más
probable es que se sienta honrado ante tal pedido y lo acepte sin titubeos,
sobre todo si está convencido de su genuino interés y preocupación por usted.
El hecho es que Dios nos ha pedido que seamos socios
suyos. Como nuestro Padre celestial, le ha pedido que ingrese en su empresa
familiar. Su solicitud no se basa en algo que usted pueda hacer, sino más bien
en la persona que Él lo ha destinado a ser. Él lo ha creado para ser su hijo y
lo ha llamado a ser su embajador en la tierra. El gran valor que otorga a esta
relación se debe a su amor por usted.
Es triste decirlo, pero muchos de los hijos de Dios
actúan con negligencia en cuanto a la empresa a la que han sido llamados a
participar. La mayoría de las veces se debe a que simplemente no comprenden el
trabajo que les corresponde hacer. Dondequiera que miremos, nos encontramos con
creyentes que intentan todo tipo de acciones piadosas, que constituyen sinceros
esfuerzos por «ayudar» a Dios, pero que pocas veces realmente actúan «en
sociedad con Dios». Entrar en sociedad con Él significa tener acceso a sus
recursos y utilizar al máximo, gracias a su poder, la fuente de poder que Él
quiere que obre en y a través de nosotros. «Ayudar a Dios» es a menudo e
inconscientemente lo opuesto; es buscar que Dios entre en nuestra agenda o que
bendiga nuestros enérgicos esfuerzos por interpretar su voluntad. Pero hay un
modo de evitar esto último y de obtener discernimiento acerca de lo primero, y
la senda para descubrirlo es la oración. Comenzar a orar nos llevará al
creciente privilegio de la oración intercesora.
La intercesión nos conduce al corazón mismo de nuestra
más poderosa posibilidad como «socios de Dios». Aunque la oración intercesora
no es en verdad lo único que como creyentes estamos llamados a cumplir, es
decididamente una de las principales y más elementales responsabilidades que
debemos procurar sobre las que Dios se expresa. Hagamos un ejercicio de dos
pasos: 1) Escriba los primeros dos versículos de 1 Timoteo 2, poniendo en mayúsculas las palabras «ANTE TODO». 2) Luego lea los pasajes de la lista que aparece
abajo, usando las siguientes preguntas que lo ayudarán a aprender lo que
significa entrar en sociedad con Dios por medio de la intercesión. La sección
«Riqueza literaria» lo guiará en este estudio.
¿Qué hace Dios en este pasaje?
¿Qué busca?
¿Qué sucede cuando no hay intercesor?
¿Cómo se relaciona esta obra intercesora con el
trabajo que, como puede ver, realizan Jesús y el Espíritu Santo?
¿De qué manera interceden por nosotros?
Brecha, perets. Una abertura, fisura, grieta,
especialmente una grieta en la muralla. Perets viene del verbo parats, que
quiere decir: «abrir, romper o penetrar». Dos versículos (Is 58.12; Am 9.11) muestran que las brechas o las grietas deben ser
reparadas. El versículo anterior se refiere a las ruinas físicas y espirituales de Sion, y
el otro al tabernáculo de David. En Ezequiel 22.30, «[ponerse] en la brecha» es una metáfora que ilustra una intercesión comprometida. Esta se refiere a la brecha entre Dios
y el hombre, que un intercesor trata de reparar.
Ezequiel 22.30, 31
Oren, paga˓. Alcanzar,
encontrarse con alguien, presionar o persuadir a alguien; encuentro; rogar,
pedir urgentemente[…] En algunos pasajes tiene el sentido de «encontrar», como en Josué 2.16. En Josué 19.27, paga˓ se refiere a la extensión de las fronteras de una tribu. Algunas veces, el
verbo se refiere a «caer» sobre alguien en una batalla, es decir, encontrarse con el enemigo con
intenciones hostiles (1 R 2.29). Paga’también implica la idea de interceder, es decir, el proceso
mediante el cual un suplicante alcanza a un superior y le presenta una petición
urgente. Por lo tanto, la intercesión implica el alcanzar y encontrarse con
Dios para rogarle su favor.
Isaías 53.12
Para interceder, entunchano. Coincidr, tener un
encuentro con alguien para conversar. un encuentro casual, se pasa a la persona
un servicio a favor de otra, aun cuando en algunas ocasiones la petición
pudiera estar dirigida en contra de esa otra persona (Hch 25.24; Ro 11.2).
Romanos 8.26–28
Hebreos 7.24, 25
1 Juan 2.1
¿Puede describir claramente la diferencia entre
«ayudar» a Dios y «asociarse» a Él? Escriba lo que piensa o siente acerca de la
idea de ser socio directo de lo que el Señor hace. ¿De qué manera puede mejorar
su participación?
¿Hasta qué punto le resulta importante que la
misericordia y la liberación (salvación) se le brinden cuando en realidad
merece el juicio? ¿Qué puede hacer para que esto suceda?
Defina «intercesión» tal y como comienza a
comprenderla, y relacione su importancia con el esfuerzo espiritual.
¿De qué manera reordenará su vida de oración para
indicar la importancia de la intercesión?
Cómo acoplar la voluntad de Dios a la necesidad del hombre
El Salmo 23 comienza afirmando que puesto que el Señor es mi pastor, nada me falta. No me falta nada de
mis necesidades, porque el Buen Pastor las cubre todas. Este es el plan de Dios
para toda la humanidad: responder a nuestras necesidades.
Sin embargo, una vez que hemos aprendido el camino a
seguir en pos de nuestro gran Pastor y aprendimos la bendición de que El
satisface nuestras necesidades, nos invita a aprender el camino de la oración
que comienza a presentar las necesidades de otros ante Su trono. Hay multitudes
de ovejas perdidas o extraviadas para las cuales nuestras oraciones «cubren la
brecha». Es un hecho extraordinario que el Dios Todopoderoso nos haya invitado
a ser los instrumentos de oración por los que estas ovejas perdidas comienzan a
descubrir el corazón del Pastor y su provisión para ellas.
Debido a que el deseo de Dios es responder a las
necesidades de todas las personas, nos pide que intercedamos; que nos
coloquemos entre las necesidades de otros y Su voluntad, con el objeto de atraerlas.
Por supuesto, Dios es plenamente capaz de llevar a cabo acciones a favor de
otros por su propia voluntad y poder soberanos, sin considerar nuestro papel
intercesor. Pero el hecho asombroso es que no lo ha hecho ni lo hace. En
cambio, su decisión soberana consiste en actuar sólo en respuesta a las
oraciones de su pueblo. No sólo nos invita a asociarnos a El; insiste en que
así sea.
Lea los siguientes pasajes de las Escrituras para ver
ejemplos de intercesión. Escriba una definición de intercesión que se aplique a
cada pasaje en particular.
1 Samuel 14.45
2 Samuel 23.11, 12
Ezequiel 22.30
1 Juan 2.1, 2
¿Qué similitudes hay en estos pasajes?
¿Qué cosas son diferentes?
Combinando las definiciones que anteceden en una
declaración conjunta, escriba su propia definición de intercesión:
¿Cómo se adapta su definición de intercesión a su vida
de oración? Piénselo y exprese la diferencia entre su tiempo devocional diario
con Cristo y sus momentos de intercesión por otros. ¿Cuáles son las características
de cada aspecto de la oración, es decir, de las del devocional comparadas con
las de la intercesión?
¿Qué cosas cree que necesita aprender a usar con el
objeto de crecer en la intercesión cómo lo desearía?
Tómese el tiempo necesario para orar acerca de estas
cosas antes de continuar este estudio. Luego, busque a alguien que sea su
compañero de oración y que lo ayude a responsabilizarse para que estas cosas se
desarrollen en su vida.
Ejemplos vivos de intercesión
En todo el Antiguo Testamento la intercesión es vista
como parte del plan de Dios para su pueblo, lo cual se muestra en la vida de
algunas de las personalidades más conocidas de las Escrituras. Con estos
hombres santos como modelo del papel intercesor, sigamos aprendiendo más acerca
de este aspecto poderoso del plan de Dios con respecto a nuestro potencial de
oración.
No hay mejor manera de aprender que por medio del
ejemplo. Una vez que podemos ver algo en acción, parte del misterio desaparece
y la comprensión resulta más fácil. Con esto en mente, lea los pasajes que
enumeramos abajo y use las preguntas del estudio para ayudar a orientar sus
pensamientos. Cada uno de estos ejemplos ofrece una percepción importante sobre
los efectos prácticos de este tipo de oración.
EJEMPLO 1: Abraham intercede por Sodoma y Gomorra: Génesis 18.17–33
¿Qué motivación indica el Señor por la cual decide
contarle sus planes a Abraham? ¿Cuáles son esos planes? (vv. 17–19)
¿Qué le pregunta Abraham al Señor en respuesta? (v. 23)
¿Cuáles son las preocupaciones de Abraham? ¿En qué
medida eran consecuentes con el carácter de Dios? (vv. 24, 25)
¿Qué observa acerca de la manera en que Abraham
escucha la respuesta de Dios durante este tiempo de intercesión? ¿Qué responde
Dios a la intercesión de Abraham? (vv. 26–33)
EJEMPLO 2: Moisés intercede por Israel: Éxodo 32.31–35; 33.7–14
¿Cuál es el escenario crítico de esta reunión
intercesora? (32.1–31)
¿Cuál es la oración de Moisés?
¿Qué aprendemos sobre la naturaleza del andar de
Moisés con el Señor? (33.9–11)
¿Cuál es el primer enfoque de la intercesión de Moisés
y qué dice Dios? (vv. 12–14)
¿Qué razones le da Moisés a Dios al expresar su deseo
de que perdone a Israel? (vv. 15, 16a)
¿Cómo se relacionan estas razones con el carácter de
Dios? ¿De qué manera se relacionan con el honor de Dios? (vv. 16b, 17)
Observe el privilegio que Dios le concedió a Moisés
como resultado de su generosa intercesión (vv. 18–23). ¿Qué podríamos esperar de nuestra propia relación con Dios si nos propusiéramos alcanzar un grado de
intercesión semejante a este?
Ejemplos vivientes, continuación
En Abraham y Moisés vemos unos intercesores que oraban
directamente por otros mientras estaban a salvo (es decir, no experimentaban
crisis; ni estaban, como en estos ejemplos, bajo el juicio de Dios). Aunque
este caso es frecuente, habrá momentos en los que nos veremos más involucrados
directamente con las necesidades por las que oramos, como en los siguientes
ejemplos tomados de la Biblia.
Lea estos pasajes de las Escrituras y vea qué puede
aprender en base a los relatos de hombres que intercedieron por una situación
en la que estaban personalmente comprometidos.
EJEMPLO 3: David intercede por su hijo: 2 Samuel 12.13–23
¿Qué hace David mientras ora? ¿Qué busca?
¿Cuál es la respuesta de Dios a la oración de David?
¿Cómo responde David?
¿Cómo David rehúsa vivir en derrota una fe pura en
Dios?
EJEMPLO 4: Daniel intercede por Israel: Daniel 9.1–19
¿Qué motiva a Daniel a orar? ¿De qué manera se basa su
actitud en la oración en la Palabra de Dios? (vv. 1–4)
¿Qué actos de naturaleza física hace Daniel mientras
ora? (y. 3) ¿Qué clase de corazón muestra hacia Dios? (y. 4a)
Enumere las formas en que Daniel se identifica
plenamente con los pecados y las necesidades de Israel. ¿Se separa de ellos en
su oración? (vv. 5–11)
¿Qué dice acerca de la justicia de Dios? ¿Qué merece
el pueblo de Israel? (vv. 12–14) ¿Qué pide? (vv. 15–19)
A pesar de que Daniel ha vivido con rectitud, todavía
se identifica -en su intercesión- con la pecaminosidad de aquellos por los que
ora. ¿Qué podría aprender a usar al estudiar la actitud humilde de Moisés y de
Daniel en la oración?
EJEMPLO 5: Jesús. el ejemplo perfecto
Como siempre, Jesús es el ejemplo máximo, y en el caso
de la intercesión nos ofrece un estudio sobre el verdadero intercesor. Recuerde
que las palabras en una oración no constituyen todo lo que dice el intercesor,
ya que las acciones de su vida también pueden decir mucho. Jesús no sólo rogó
por nosotros cuando oraba por todos los creyentes (Jn 17), y no sólo continúa intercediendo por nosotros a la diestra de Dios el
Padre (Heb 7.25; 8.1), sino que se convirtió en el intercesor perfecto al colocar su vida en la
brecha por usted y por mí (Is 53.12; 59.16, 17). Esta es la expresión máxima de la intercesión. Dé
tres pasos:
1. Observe los pasajes de Isaías. ¿Ve a Jesús descrito
como intercesor? Reflexione sobre Isaías 53 y note las cosas que Jesús hizo: (a) para cumplir la profecía; (b) como acción intercesora.
2. La noche antes de morir, Jesús hizo una gran
oración de intercesión para todos los tiempos: Juan 17. (a) Enumere las cosas claves por las que ora; (b) ¿Cuántas veces ora por la unidad («que sean uno»)?
3. De acuerdo a Hebreos 7.25 y 8.1, ¿dónde está Jesús en este momento, qué está haciendo y
por qué? ¿Qué podríamos aprender acerca de: (a) las razones que nos permiten
sentir serenamente confiados; y (b) las acciones que sirven de modelo para
activar nuestra vida de oración?
¿Qué aspectos sobre la intercesión ha visto que pueda
utilizar ahora? Escriba las maneras en que espera ponerlos en práctica.
Haga una lista de oración para sus momentos de
intercesión. Incluya los nombres de personas, naciones, iglesias, ministerios,
cuestiones sociales y morales, etc. Es posible que quiera remitirse al capítulo
3 y repasar la primera sección tocante a temas por los cuales debemos orar.
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