lunes, 22 de septiembre de 2014

Conozcamos la Biblia Zacarías

LIBRO DE ZACARÍAS

Aram., Ketava d′Zekarya Nebya. Se traduce Libro del Profeta Zacarías. Zekarya significa Yah ha recordado. Su autoría se atribuye al profeta Zacarías, contemporáneo de Zorobabel, del sacerdote Josué y de profeta Hageo. Fue escrito aproximadamente en el año 520 a.C.


RECONSTRUCCIÓN DEL TEMPLO

EXPLICACIÓN: Los judíos se desalentaron. Estaban libres del cautiverio, pero aún el templo no se había terminado. Zacarías los alentó para que lo reconstruyeran. Dios protegería y además fortalecería a sus obreros por medio de su Espíritu Santo para llevar a cabo y terminar su obra.
IMPORTANCIA: Había algo más en juego que la reconstrucción del templo: el pueblo representaba el primer acto del magistral drama de Dios de los tiempos finales. Nosotros, los que creemos en Dios, debemos completar su obra. Para hacerlo debemos tener la ayuda del Espíritu Santo. Dios nos fortalecerá con su Espíritu.


CELO DE DIOS

EXPLICACIÓN: Dios estaba airado con su pueblo porque no había querido escuchar sus profetas a lo largo de los años, y estaba preocupado porque no quería que siguieran a los negligentes y falsos líderes que los explotaban. La desobediencia fue la raíz de sus problemas y la causa de sus sufrimientos. Dios era celoso y quería solo la devoción a Él.
IMPORTANCIA: Dios es celoso de nuestra devoción. Para evitar caer en la ruina como Israel, no siga sus pasos. No rechace a Dios, ni siga falsos maestros, ni descarríe a otros. Vuélvase a Dios, obedezca su Palabra fielmente y asegúrese de que guía bien a los demás.

LA PROTECCIÓN DE DIOS

EXPLICACIÓN: En los días de Zacarías había oposición al plan de Dios, y él profetizó los problemas del futuro, sin embargo, la Palabra de Dios permanece. Dios recuerda el pacto que hizo con su pueblo. Él se preocupa por su pueblo y lo librará de los poderes mundiales que lo oprimen.
IMPORTANCIA: A pesar de que el mal sigue presente, el amor infinito de Dios y su cuidado personal se han demostrado a través de los siglos. Dios cumple sus promesas. Si bien nuestros cuerpos pueden ser destruidos, no debemos temer nunca el destino final si amamos y obedecemos a Dios.

EL REY YA VIENE

EXPLICACIÓN: El Mesías vendrá para rescatar a su pueblo del pecado y gobernar como Rey. Establecerá su reino, conquistará a sus enemigos y gobernará la tierra. Algún día todo estará bajo su control amoroso y poderoso.
IMPORTANCIA: El Mesías vino como siervo para morir por nosotros. Volverá como un Rey victorioso. En ese tiempo, Él traerá la paz al mundo. Sométase a su liderazgo ahora y prepárese para el regreso triunfante del Rey.

ZACARÍAS (Jehová se acordó). Además del rey y del profeta, unas veintiocho personas llevan este nombre en la Biblia y son mencionadas sólo una o dos veces. (ZACARÍAS, PROFETA; ZACARÍAS, REY.).

1.     Abuelo del rey Ezequías (2R. 18:2; 2Cr. 29:1).
2.     Jefe de una familia de rubenitas (1Cr. 5:6-7).
3.     Hijo de Meselenías. Portero del tabernáculo en tiempo de David, entre doscientos doce del mismo oficio (1Cr. 9:21; 26:2,4).
4.     Tío abuelo del rey Saúl (1Cr. 9:37,39); llamado también Zequer (1Cr. 8:31).
5.     Músico levita en tiempos de David (1Cr. 15:18,20; 16:5). Tocaba salterio.
6.     Sacerdote, músico en tiempos de David (1Cr.15:24). Tocaba trompeta y participó en el retorno del arca del pacto de Jerusalén.
7.     Levita, descendiente de Uziel  e hijo de Isías (1Cr. 24:24,25).
8.     Levita, portero, descendiente de Merari (1Cr. 26:11).
9.     Descendiente de Manasés; padre de Iddo, jefe de su tribu (1Cr. 27:21).
10.  Uno de varios príncipes de Judá, enviado por el rey Josafat para enseñar la ley en su tribu (2Cr. 17:7).
11.  Levita, descendiente de Asaf, en tiempos del rey Josafat. Dios lo usó para dar victoria a la tribu (2Cr. 20:14).
12.  Hijo del rey Josafat, asesinado con sus hermanos por Joram, el hermano mayor (2Cr. 21:2).
13.  Hijo del sacerdote Joiada. Murió apedreado por mandato del rey Joás (2Cr. 24:20ss).
14.  Profeta que instruyó al rey Uzías  en el temor de Dios y actuó como su consejero (2Cr. 26:5).
15.  Levita, descendiente de  Asaf que ayudó en la limpieza del templo en días del rey Ezequías (2Cr. 29:13).
16.  Levita, mayordomo encargado de vigilar los trabajos de reparación del templo en días del rey Josías (2Cr. 34:12).
17.  Sacerdote, oficial del templo en días del rey Josías (2Cr. 35:8).
18.  Sacerdote en tiempo del profeta Isaías (Is. 8:2).
19.  Jefe de ciento cincuenta personas que regresaron de Babilonia (Esd. 8:3).
20.  “Hombre principal” que regreso de Babilonia con Esdras (Esd. 8:11,16).
21.  Uno de los varios hijos de los sacerdotes que se casaron con mujeres extranjeras, en tiempos de Esdras (Esd. 10:26).
22.  Uno que ayudó a Esdras en la lectura de la ley (Neh. 8:4).
23.  Descendientes de Judá (Neh. 11:4).
24.  Otro descendiente de Judá, de la familia de Fares (Neh. 11:5).
25.  Sacerdote en tiempos de Nehemías (Neh. 11:12).
26.  Sacerdote en tiempos del sumo sacerdote Joiacim (Neh. 12:16).
27.  Sacerdote y músico. Ayudó en la dedicación del muro de Jerusalén (Neh. 12:35,41).
28.  Padre de Juan el Bautista y esposo de Elizabeth. Cuando el ángel Gabriel le anuncio el nacimiento de su hijo, vaciló en creer (dada su avanzada edad) y enmudeció. Recobró el habla milagrosamente y entonó un sublime y profético cántico de alabanza (Lc. 1:5ss.)


ZACARÍAS, PROFETA

I.             FONDO HISTÓRICO

El undécimo de los profetas menores. Zac. 1:1 identifica al profeta y señala el tiempo del primer mensaje. Iddo, menciona como abuelo de Z., puede haber sido un sacerdote del primer contingente que regresó de Babilonia a Jerusalén con Zorobabel en el año 536 a.C. (Neh. 12:4). De ser así, Z. pertenecía a la línea sacerdotal, era también de la tribu de Leví. De no ser así, no se sabe de qué tribu era. De Berequías, que se menciona como padre, nada se sabe.

La primera parte del libro (cap.1-8) ocupa unos dos años, desde el octavo mes del segundo año (1:1) hasta el cuarto día del noveno mes cuarto año (7:1). El fondo histórico de esta parte se encuentra en Esd. 1-6. En el primer año de Ciro, rey de Persia (536 a.C.), comenzó el regreso de los cautivos a Jerusalén por orden del rey y bajo su protección. Todo iba bien, aun en la reconstrucción del templo, hasta que los adversarios lograron detener la obra (Esd. 4:4). Durante unos quince años los Judíos cayeron en el desaliento  y el desinterés (Esd. 4:24). Z. y Hageo, ambos profetas, animaron a Zorobabel y Josué (llamado “Jesúa” en Esd. 2:2 y Neh. 7:7), y a todo el pueblo. Una vez animados, en unos cuatro años (sexto año de Darío, 516 a.C.) fue dedicada la casa de Dios (Esd. 6:15).

El fondo histórico de la segunda parte (cap. 9-14) no se conoce con exactitud, ya que el profeta no da fechas. El contenido menciona condiciones distintas a las de la primera parte. Como existe una marcada diferencia entre las dos partes del libro se han presentado muchas teorías y argumentos en cuanto a fecha o fechas, autor o autores, y sobre la unidad del libro. Bien puede ser que el profeta Zacarías haya profetizado por muchos años y que la diferencia en el contenido revele los cambios en la condición del pueblo.

II.           CONTENIDO

A.   Parte primera (cap. 1-8)
Introducción: Un llamado al arrepentimiento (1:1-6).

1.    Visiones (1:7-6:8)
Primera (1:7-17): Jinetes que dan a conocerlo del reposo de Jerusalén y la edificación del Templo.
Segunda (1:18-21): Cuernos y carpinteros. Los cuernos (naciones) destruyen a Judá y por eso después son destruidos por los carpinteros.
Tercera (2:1-13): Jerusalén es medida pero la promesa es de grandeza con Jehová como protector y muro.
Cuarta (3:1-10) Josué, el sumo sacerdote, es acusado por satanás pero Jehová lo viste de gala y lo reconoce como el varón simbólico de su “siervo el Renuevo”.
Quinta (4:1-14): El candelero de oro con dos olivos que lo alimentan. Estos dos son los “ungidos” (4:14): Zorobabel, mencionado por nombre cuatro veces, y Josué, su colaborador. Ellos verían realizada la obra que aprendieron.
Sexta (5:1-4): El rollo volante con  la maldición que caerá sobre el pecador personal e individualmente.
Séptima (5:5-11): La mujer, personificación de la maldad, llevada en la efa a la tierra de Sinar, e.d., Babilonia.
Octava (6:1-8): Cuatro carros, cuatro vientos del cielo, cada uno con caballos del color indicado, ejecutan la voluntad de Jehová.
2.    Coronación de Josué (6:9-15)
El hecho histórico (6:9-11).
Su significado (6:12-15): el renuevo edificará el templo y reinará.
3.    El ayuno (7:1-8:23)

El profeta contesta la pregunta sobre si se ha de observar el ayuno que acostumbraba observar el pueblo durante la cautividad. Dios pide que su pueblo juzgue conforme a la verdad, haga misericordia y verdad (7:9b), y que hable verdad cada cual con su prójimo y todo lo conducente a la paz, sin pensar mal contra el prójimo y sin usar juramentos falsos (8:16-17). El cautiverio había sido consecuencia del pecado; pero si se obedecía a Dios, habría día de fiesta con el templo y Jerusalén restaurados.

B.   Parte segunda (caps. 9-14): dos profecías.

1.    La primera 9:1-11:17

Las naciones enemigas serán vencidas y a Israel se le llama a celebrar esta victoria (9:1-17).

Los dirigentes del pueblo son quitados por su maldad y el verdadero Pastor se encargará del rebaño (10:1-12).

El verdadero Pastor es rechazado y al pueblo se le promete un pastor útil (11:1-17).

2.    La segunda 12:1-14:21

“En aquel día” (12:1-13:6), frase usada unas ocho veces, hay promesas de liberación para Jerusalén y un manantial abierto para la purificación de la inmundicia (13:1).

“El día de Jehová” (13:7-14:21) cuando el reino de Jehová se manifieste y Dios diga: “Pueblo mío”, y el pueblo responda: “Jehová es mí Dios” (13:9b). De las naciones subirán para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos (14:16). Entonces se verá grabado aun en las campanillas de los caballos: “Santidad a Jehová” (14:20).


ZACARÍAS, REY. Hijo de Jeroboam II y decimocuarto rey de Israel (ca. 745). Reinó seis meses como el cuarto y último rey de la dinastía  de Jehú. Tenía una posición de riqueza y poder no solamente entre las diez tribus sino también sobre Damasco, que su padre había dominado. Pero vivió bajo la sombra de la profecía de que la casa de Jehú duraría hasta la cuarta generación (2R. 10:30; Am. 7:8,9).

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