miércoles, 4 de diciembre de 2019

MANÁ EL PAN DEL CIELO



Nombre basado en la pregunta hecha por los israelitas en hebreo. “¿Man ju?” (¿Qué es esto?) Éx 16:15, cuando vieron por primera vez el “pan del celo” (Éx 16:4) que Yahweh les proveyó durante toda la peregrinación en el desierto  (v.35 compare Jos 5:12). El salmista lo llama “Pan del cielo” (Sal 78:24) y “Pan de ángeles” (v.25) porque la palabra hebrea aquí se basa en el verbo “volar”. En señal de desprecio, los mismos israelitas llamaron al Maná “pan ligero” (Nm 21:5). El apóstol Pablo lo llamó “alimento espiritual” (1Co 10:3) por su origen divino y por su significado como tipo del Cristo. Jesús se identificó como “el verdadero Pan de Cielo… Pan de vida” (Jn 6: 25-69) también prometió que “el que venciere” se alimentará de este “Maná escondido” la misma vida espiritual del Redentor (Ap 2:17).

La biblia da la siguiente descripción del Maná:

1.      Forma: Una cosa menuda, redonda, menuda como una escarcha sobre la Tierra. (Éx 16:14). Como semilla de cilantro (Nm v. 31)

2.      Color: Blanco. Como es aspecto de una perla (Éx 16:31; Nm 11:7).

3.      Sabor: “Como de hojuelas de miel” (Éx 16:31) “Como de pan amasado con aceite” (Nm 11:8).

4.      Características: Criaba gusanos al guardarlo para el día siguiente (Éx 16:20) el hecho de que esto no sucedía con el que se guardaba para el día de reposo señala un acto milagroso de Dios.

5.      Preparación: Molido o mojado y luego cocido en caldera o servido en tortas (Nm 11:8).

Se ha tratado de identificar el Maná con varias sustancias naturales que se observan hasta hoy en la península de Sinaí. Estas sustancias son excretadas por incestos que se alimentan de la sabia del tamarisco: los carbohidratos de la sabia se transforman en res tipos de azúcar, que resultan en una materia dulce y pegajosa como miel. Este producto se ha identificado como el Maná de la Biblia a lo menos del tipo desde el tiempo de los monjes griegos del Sinaí, tal identificación es dudosa por varias razones.

1.      Pasa por alto el hecho que éstas sustancias no se conforman suficientemente a la descripción bel maná de la Biblia.

2.      No explica como tales procesos naturales pudieron proveer las cantidades enormes que se necesitaban para toda la multitud de los israelitas durante tantos años.

3.      No explica como un gomer de esta sustancia podría sostener a un hombre en un día (Éx 16:16).

4.      Aún más importante, no toma en cuenta los factores milagrosos de la historia Bíblica.

A toda luz, es preferible aceptar que el Maná, fue una provisión especial milagrosamente hecha para una necesidad particular. Las posibles semejanzas, sin embargo, no dejan de indicar algo del elemento físico utilizado por Dios en la provisión milagrosa.

En memoria del milagro en el desierto, se guarda un gomer del Maná en el arca del pacto (Éx 16:33; Heb 9:4) pero luego seguramente se perdió  (1R 8:9)Por eso, es dudoso el testimonio del historiador Josefo, según el cual todavía en la era romana seguía descendiendo Maná en la península del Sinaí.

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