viernes, 23 de octubre de 2020

DISEÑO DEL TABERNÁCULO

Éxodo 26:1-30.

1Harás el tabernáculo con diez cortinas de lino fino torcido, de tela teñida de azul, de purpura y de escarlata; les bordarás querubines, obra de diestro artífice.

2Cada cortina tendrá una longitud de veintiocho codos, y una anchura de cuatro codos para cada cortina; todas las cortinas tendrán una misma medida.

3Cinco cortinas se unirán la una con la otra; y también las otras cinco cortinas se unirán la una con la otra.

4Confeccionarás también lazos de tela teñida de azul en el borde de una cortina, en el extremo por el cual se unen, y del mismo modo lo harás en el borde de la otra cortina, en el extremo por el cual se unen.

5Harás cincuenta lazos en el borde de una cortina, y harás cincuenta lazos en el borde de la otra cortina, en el extremo del enlace; y los lazos se corresponderán el uno con el otro.

6También harás cincuenta ganchos de oro para que unas las cortinas una con la otra, a fin de que el tabernáculo forme un conjunto.

7Además, harás una cortina de pelo para la cubierta del tabernáculo; harás once cortinas.

8Cada cortina tendrá una longitud de treinta codos y una anchura de cuatro codos para cada cortina. Las once cortinas tendrán una misma medida para todas.

9Unirás cinco cortinas en un conjunto, y las otras seis cortinas en otro conjunto; doblarás la sexta cortina en la parte frontal del tabernáculo.

10Harás cincuenta lazos en el borde de la cortina, en el extremo por donde se unen, y cincuenta lazos en el borde de la otra cortina, en el extremo por donde se unen.

11También harás cincuenta ganchos de bronce, e insertarás los ganchos en los lazos; de este modo unirás el tabernáculo para que forme un solo conjunto.

12La parte que sobre de las cortinas del tabernáculo, la mitad de la cortina sobrante colgará hacia atrás del tabernáculo;

13Un codo de un lado y un codo del otro lado de la parte sobrante del largo de las cortinas del tabernáculo, colgará a los lados del tabernáculo, a un lado y al otro para cubrirlo.

14También le harás al tabernáculo una cubierta de pieles carnero teñidas de rojo, y otra para ponerla encima, de pieles de carnero teñidas de bermellón (Bermellón: Polvo muy fino de cinabrio, de color rojo vivo con un tono anaranjado, que se emplea en la elaboración de pinturas).

15Además harás para el tabernáculo unas tablas de madera de acacia, y la colocarás de manera vertical.

16Cada tabla tendrá una longitud de diez codos, y la anchura de cada tabla será de un codo y medio.

17cada tabla tendrá dos espigas para trabarlas entre sí; así harás con todas las espigas del tabernáculo.

18Harás también las tablas para el tabernáculo; veinte tablas para el lado sur;

19Harás cuarenta bases de plata para la parte inferior de las veinte tablas; dos bases para la base inferior de una tabla para sus dos espigas, y dos bases para la parte inferior de la otra tabla para sus dos espigas.

20También veinte tablas para el otro lado del tabernáculo, el lado norte,

21con cuarenta bases de plata: dos bases en la parte inferior de una tabla, y dos bases en la parte inferior de la otra tabla.

22También harás seis tablas para la parte posterior del tabernáculo, la occidental.

23y harás dos tablas para las esquinas del tabernáculo, en sus extremos superiores,

24los cuales estarán en un mismo nivel por la parte inferior, y unidas totalmente por la parte superior hasta el primer aro; así será con dos bases para las dos esquinas.

25Habrá ocho tablas con sus dieciséis bases de plata; dos bases en la parte inferior de una tabla, y dos bases en la parte inferior de la otra tabla.

26Harás además unas barras de madera de acacia; cinco para las tablas de un lado del tabernáculo,

27cinco barras para las tablas del otro lado del tabernáculo y cinco barras para las tablas del otro lado, del lado posterior del tabernáculo, el occidental.

28La barra central pasará por en medio de las tablas de un extremo al otro.

29Las tablas las recubrirás de oro, y harás de oro los aros por donde pasarán las barras; también las barras las recubrirás de oro.

30Entonces erigirás el tabernáculo correctamente, tal como yo te lo mostré en el monte.

 

TABERNÁCULO

(en hebreo, ojel que significa tienda; y miscan que significa morada).

Tienda de campaña, santuario portátil que cobijaba el arca del pacto. Sirvió a Israel desde su construcción en el Sinaí (Éxodo 19:1), hasta la construcción del templo de Salomón.

Se le conoce por los siguientes nombres:

1. «Tabernáculo» (en hebreo, morada), Éxodo 40:34-35.

2. «Tabernáculo del testimonio», tal vez como referencia al arca que guardaba las tablas de la ley.

3. «Tabernáculo de reunión» (Éxodo 40:34–35), para indicar que era el punto en torno al que se debía congregar Israel.

4. «Casa de Dios» (Éxodo 34:26).

5. «Tabernáculo (en hebreo, tienda) de Dios (1 Reyes 2:28).

Simbolizaba esencialmente la presencia de Dios en medio del pueblo. Cuando Israel adoró el becerro de oro y despertó así la ira de Dios, Moisés sacó el tabernáculo fuera del campamento (Éxodo 33:7), simbolizando así el alejamiento de Dios. Cuando se reanudó la marcha del pueblo nuevamente consagrado a Dios, el tabernáculo se instaló en medio, con seis tribus delante y seis tribus detrás (Números 2:17).

A este simbolismo de la morada de Dios en medio de su pueblo (Éxodo 25:8) se hace referencia al hablarse de la encarnación del Verbo que «habitó (en griego, puso tabernáculo) entre nosotros» (Juan 1:14).

El libro de Éxodo, especialmente en los caps. 25–31, describe con lujo de detalles los materiales empleados y las dimensiones básicas. El tiempo y las guerras que destrozaron el tabernáculo original. De ahí que hubo necesidad de un segundo tabernáculo en tiempos de David (2 Samuel 6:17). En el pacto de Dios con David, Dios le recuerda que ha andado en tienda y en tabernáculo (2 Samuel 7:6; 1 Crónicas 17:5).

El tabernáculo se construyó principalmente con materiales que se encontraban en el desierto, complementados con el producto del despojo de los egipcios al efectuarse el éxodo. Lo cubrían tres cortinas (Éxodo 26). La primera se componía de once piezas tejidas de pelos de cabras, cada una medía trece metros y medio de largo por un metro ochenta de ancho. Con ella se formaban dos grandes paños de cinco y seis cortinas, respectivamente, que se unió con lazadas y corchetes. La segunda cortina estaba formada con pieles de carnero teñidas de rojo. La tercera estaba hecha de pieles de tejones (halicore dulong), mamífero marino que abunda en el mar Rojo. Estas dos últimas cubiertas medían dieciocho por trece metros y medio cada una. La primera cortina, pues, era un metro ochenta más extensa que las dos últimas.

El recinto del tabernáculo tenía trece metros y medio de norte a sur. Las paredes de cuarenta y ocho tablas estaban recubiertas por láminas de oro y las sostenían cuarenta basas de plata en los costados y dieciséis en los otros dos lados. Exteriormente la cubrían diez cortinas de lino torcido, azul, púrpura y carmesí y con adornos de querubines bordados. Estaban unidas entre sí en dos paños de cinco cortinas cada uno.

El recinto estaba dividido en dos partes (Éxodo 26:31–33), separadas entre sí por un velo de cuatro colores artísticamente tejido y adornado con querubines. El velo, por medio de anillos de oro, colgaba de cuatro columnas de acacia cubiertas de oro. A un lado del velo estaba el Lugar Santo. En él estaban el altar del incienso en el que se ofrecía el incienso cada mañana y tarde (Éxodo 30:6–10; 40:26-27; 30:7, 8), la Mesa de los panes de la proposición y el Candelero de oro. Al Lugar Santo solo podían entrar los sacerdotes (Hebreos 9:6).

Detrás del velo estaba el Lugar Santísimo donde solo el sumo sacerdote podía entrar, y eso solo una vez al año (Hebreos 9:7). Allí estaba el arca (Arca del pacto) cubierta con el propiciatorio sobre la que había dos Querubines de oro en actitud de adoración.

El tabernáculo estaba diseñado para desarmarlo y transportarlo cuando las circunstancias lo requirieran. Esto era indispensable en la marcha por el desierto y aun en Canaán.

El tabernáculo lo armaban en un patio o Atrio cuadrangular de unos 45 m por 22.50 y se orientaba de este a oeste (Éxodo 27:18). El atrio no tenía techo, estaba limitado por 60 columnas de metal con capiteles de plata fundados sobre basas de cobre (Éxodo 38:10, 17, 20). Estas columnas servían para colgar las cortinas que cercaban el atrio y que eran de lino blanco torcido (Éxodo 27:9; 38:9-16), salvo la parte oriental que era de lino torcido de colores azul, púrpura, carmesí y blanco (Éxodo 27:16; 38:18).

En este patio estaba el Altar del holocausto delante de la entrada del tabernáculo (Éxodo 40:6). Entre el altar y el tabernáculo estaba la Fuente de las abluciones. El sacerdote ofrecía el sacrificio sobre el altar, se purificaba en la fuente y luego podía entrar en el Lugar Santo (Éxodo 40:7).

Se estableció un orden para que las tribus acamparan en torno al tabernáculo. Tres tribus acampaban a cada lado. La tribu del centro de cada trío servía para dominar su lado: Judá al este, Efraín al oeste, Rubén al sur y Dan al norte. Este orden sugiere una disminución de santidad desde el centro hacia el exterior. En el centro espiritual del tabernáculo, el Lugar Santísimo, sobre el arca, estaba la silla de la misericordia (propiciatorio); después, fuera del velo, el Lugar Santo; después, el patio. Luego, fuera del patio estaban primero los sacerdotes y los levitas, y finalmente el campamento principal.

El mismo simbolismo se ve en el uso de los metales. En el Lugar Santísimo se usó oro fino para simbolizar santidad. De allí hacia el exterior, a medida que se aleja del centro de la presencia de Jehová, se disminuye la santidad, la que está simbolizada por el uso de metales de calidad decreciente: oro fino, oro ordinario, plata y finalmente bronce. También hay cierto simbolismo numérico como: el 3, divinidad; el 4, humanidad, el 7 y el 10, perfección, calidad de completo. Esta perfección y santidad gradual explica por qué el pueblo pudo llegar solamente hasta el patio, los sacerdotes hasta el Lugar Santo y solo el sumo sacerdote al Lugar Santísimo.

La columna de Fuego en la noche o de Nube en el día era lo que dirigía los movimientos del tabernáculo. Si el tabernáculo debía permanecer estacionado, la nube se ubicaba sobre él. Si había que marchar, la nube se elevaba y marcaba el rumbo a seguir hasta cuando su detención señalaba la llegada a una nueva estación. Al tener que levantar el campamento, los sacerdotes desarmaban el tabernáculo y lo cubrían cuidadosamente, y los levitas lo transportaban según un orden establecido (Números 3.25–37).

La Epístola a los Hebreos da una interpretación inspirada del tabernáculo y su simbolismo (Hebreos 8–10). Juan alude al simbolismo de la presencia de Dios en medio de su pueblo cuando dice literalmente que el Verbo «puso tabernáculo entre nosotros» (Juan 1:14).

En la visión final de Apocalipsis 21:3, aparece nuevamente la idea de Dios morando definitivamente con los hombres. La suprema realidad de su presencia supera la necesidad de descripción de su morada (Apocalipsis 21:22).

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