CANDELABRO
Se traduce erróneamente como «candelabro» en la rvr en Heb 9.2 (rv: «lámparas»). La traducción propia de este vocablo es «candelero», y así se traduce en el resto de los pasajes, tanto en la rv como en la rvr. Véase CANDELERO.
Éxodo
25:31-40.
31Harás además un candelabro de oro puro; de obra de fundición harás
el candelabro. Su base, sus brazos, sus copas, sus cuernos y sus lirios serán
de una sola pieza. 32De sus lados saldrán seis brazos: tres brazos en un lado
del candelabro y tres brazos en el otro lado. 33Uno de sus brazos tendrá tres
copas, con sus cuencos y sus lirios, y el otro brazo tendrá también tres copas,
con sus cuencos y sus lirios. Así en los seis brazos que salen del candelabro. 34El
candelabro tendrá también cuatro copas con sus cuencos y sus lirios. 35Debajo
de dos de sus brazos tendrá un cuenco, un cuenco debajo de sus otros dos
brazos, y otro cuenco debajo de sus otros dos brazos, así para los seis brazos
que salen del candelabro. 36Los cuencos y sus brazos serán de una sola pieza
con él; todo será fundido en una sola pieza de oro puro. 37Luego harás sus seis
lámparas, y encenderás sus lámparas de modo que iluminen hacia el frente. 38También
sus despabiladeras y sus platillos serán de oro puro. 39El candelabro con todos
sus utensilios, lo harás de un talento de oro puro. 40Observa y hazlo conforme
al modelo que yo te mostré en el monte.
CANDELERO
Portalámparas
o soporte sobre el cual se colocaba la lámpara para una mejor iluminación
(Mateo 5:15 y; cf. 2 Reyes 4:10).
En
lenguaje simbólico, la visión de Zacarías 4:1–12 describe un candelero (en RV,
candelabro) que incluye un depósito central para aceite. De esta copa salen
siete tubos para alimentar siete lamparillas, colocadas al parecer en el borde
de la copa.
Sin
embargo, el candelero clásico (candelabro en Hebreos 9:2, RV) es el de siete
brazos (en hebreo, menorá) que
aparece en el santuario del tabernáculo (Éxodo 25:31–40; 27:20; 37:17–24;
Levítico 24:3). Se hacía de oro, tenía base y tallo, y de este salían
simétricos tres brazos a cada lado, que con el del centro formaban los siete.
Cada brazo constaba de tres cálices a modo de flor de almendro, con sus globos
y lirios. Remataban los siete brazos en siete lámparas que debían arder día y
noche.
De
manera similar, había en el santuario del templo de Salomón diez candeleros a
lo largo de ambas paredes (1 Reyes 7:49; 2 Crónicas 4:7). En 586 a.C. los
robaron y llevaron a Babilonia (Jeremías 52:4).
El
candelero del templo de Zorobabel también lo robó y mutiló Antíoco Epífanes
(175–164 a.C.), aunque Judas Macabeo pronto mandó a fabricar uno nuevo (1
Macabeos 4:49 “libros apócrifos”), que en el templo de Herodes se sustituyó por
otro mayor. Es este el que los romanos llevaron a Roma como parte del botín de
Jerusalén (70 d.C.) y lo reprodujeron en el arco de Tito.
Las
siete iglesias y los dos testigos de Apocalipsis se simbolizan con candeleros
(1:12-20; 2:1, 5; 11:4).
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