Éxodo
25:23-30.
“23Harás además una mesa de madera de acacia, la cual tendrá dos codos de longitud, un codo de anchura y un codo y medio de altura. 24luego la recubrirás de oro puro, y le harás una moldura de oro alrededor, 25también le harás alrededor un borde de un palmo de altura, y harás una moldura de oro alrededor del borde. 26le harás también cuatro aros de oro, y colocarás los cuatro aros de oro en la parte superior, en las cuatro esquinas que corresponden a sus cuatro patas. 27junto al borde estarán los aros, donde se introducirán las varas para transportar la mesa. 28las varas las harás de madera de acacia, y las recubrirás de oro, y con ellas transportarás la mesa. 29también harás platos, cucharas, vasijas y tazones para ofrecer las libaciones con ellos; de oro puro la harás. 30y sobre la mesa colocarás el pan de la Presencia continuamente delante de mí”.
PAN DE LA PROPOSICIÓN
En
el Lugar Santo del Tabernáculo, y posteriormente del Templo, había una mesa
hecha de acacia, cubierta de oro, sobre la que se hallaban doce panes «de la proposición o de la presencia»
ordenados en dos hileras de a seis (Éxodo 25:23–30; Levítico 24:5–7). La
traducción literal del hebreo de esta frase es «panes de la cara» (es decir, «cara»
de Dios). Para los hebreos este pan estaba en la presencia de Dios en el
tabernáculo. También se le llamaba «pan
continuo» (Números 4:7) y «pan
sagrado» (1 Samuel 21:6).
Preparados
de flor de harina con sal e incienso, pero sin levadura, debían comerlos
solamente los sacerdotes que tenían que renovarlos cada sábado (Levítico 24:8;
1 Samuel 21:6). Su significado simbólico es algo incierto por la falta de
indicaciones precisas. Sin embargo, puede afirmarse que representan típicamente,
como señal del pacto, la comunión del pueblo con Dios.
Jesús
en su discusión con los fariseos aprueba la conducta del sacerdote Ahimelec,
quien en un caso de necesidad entregó una parte de estos panes al hambriento
David (Mateo 12:4).
El
rito de los panes de la proposición continuó hasta la destrucción del segundo
templo.
PAN
SIN LEVADURA “PANAG”.
Palabra
que solo aparece en Ezequiel 27:17. Para algunos simboliza bálsamo, perfume,
mijos, dulce o algún producto desconocido que los judíos exportaban. Otros lo
consideran el nombre de una región y traducen la frase “trigos de Minit y de
Pan”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario