viernes, 23 de octubre de 2020

LA MESA DEL PAN DE LA PRESENCIA

Éxodo 25:23-30.

“23Harás además una mesa de madera de acacia, la cual tendrá dos codos de longitud, un codo de anchura y un codo y medio de altura. 24luego la recubrirás de oro puro, y le harás una moldura de oro alrededor,  25también le harás alrededor un borde de un palmo de altura, y harás una moldura de oro alrededor del borde. 26le harás también cuatro aros de oro, y colocarás los cuatro aros de oro en la parte superior, en las cuatro esquinas que corresponden a sus cuatro patas. 27junto al borde estarán los aros, donde se introducirán las varas para transportar la mesa.  28las varas las harás de madera de acacia, y las recubrirás de oro, y con ellas transportarás la mesa. 29también harás platos, cucharas, vasijas y tazones para ofrecer las libaciones con ellos; de oro puro la harás. 30y sobre la mesa colocarás el pan de la Presencia continuamente delante de mí”.


         PAN DE LA PROPOSICIÓN

En el Lugar Santo del Tabernáculo, y posteriormente del Templo, había una mesa hecha de acacia, cubierta de oro, sobre la que se hallaban doce panes «de la proposición o de la presencia» ordenados en dos hileras de a seis (Éxodo 25:23–30; Levítico 24:5–7). La traducción literal del hebreo de esta frase es «panes de la cara» (es decir, «cara» de Dios). Para los hebreos este pan estaba en la presencia de Dios en el tabernáculo. También se le llamaba «pan continuo» (Números 4:7) y «pan sagrado» (1 Samuel 21:6).

Preparados de flor de harina con sal e incienso, pero sin levadura, debían comerlos solamente los sacerdotes que tenían que renovarlos cada sábado (Levítico 24:8; 1 Samuel 21:6). Su significado simbólico es algo incierto por la falta de indicaciones precisas. Sin embargo, puede afirmarse que representan típicamente, como señal del pacto, la comunión del pueblo con Dios.

Jesús en su discusión con los fariseos aprueba la conducta del sacerdote Ahimelec, quien en un caso de necesidad entregó una parte de estos panes al hambriento David (Mateo 12:4).

El rito de los panes de la proposición continuó hasta la destrucción del segundo templo.

PAN SIN LEVADURA “PANAG”.

Palabra que solo aparece en Ezequiel 27:17. Para algunos simboliza bálsamo, perfume, mijos, dulce o algún producto desconocido que los judíos exportaban. Otros lo consideran el nombre de una región y traducen la frase “trigos de Minit y de Pan”.   

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