Gálatas 5:22-26
22. Pero los frutos
del espíritu son: amor, gozo, paz, paciencia, afabilidad, bondad, confianza,
23. humildad, dominio de sí mismo. Contra tales cosas no hay ley, 24. porque
los que son del Cristo crucificaron su carne con todas sus penas y apetitos.
25. Vivamos, pues, conforme al espíritu y estemos de acuerdo con el espíritu,
26. y no seamos vanagloriosos menospreciándonos unos a otros, teniendo envidia
unos de otros.
Un
cambio fundamental que toma lugar en la vida de un nuevo creyente es el gozo
que recibe. En realidad, el gozo está en la lista del “fruto del Espíritu” que
debe ser visible en la vida de un creyente (Gálatas 5:22 “Pero los frutos del espíritu son: amor, gozo, paz, paciencia,
afabilidad, bondad, confianza,”). Pero este gozo es diferente de la
efímera y temporal “felicidad” que por lo general depende de las “cosas buenas”
que están sucediendo en la vida de alguien. Aunque el creyente tenga penas, el
Espíritu Santo le dará un gozo y una paz que no le podrán ser quitados. Las
siguientes son algunas de las maneras que experimentarás el gozo de Dios en tu
vida.
ESTUDIAR
LA PALABRA DE DIOS TE AYUDA A EXPERIMENTAR SU GOZO. Cuando estudiamos la Palabra
de Dios, y honramos a Dios, con nuestra vida, experimentamos su gozo en
nosotros (1 Tesalonicenses 1:6 “habiendo ustedes
llegado a ser imitadores nuestros y de nuestro Señor, porque recibieron la
palabra en medio de gran aflicción, pero con el gozo del Espíritu Santo,”).
CONOCER
Y CONFIAR EN DIOS ES LA FUENTE DE GOZO INDESCRIPTIBLE. El mayor gozo que
podemos experimentar viene sólo de una relación personal con Jesucristo (1
Pedro 1:8 “a quien ustedes han amado
sin haberlo visto, y en cuya fe se regocijan jubilosamente con regocijo
glorioso e inefable,”). Hoy en día mucha gente busca el gozo y la
alegría pero no los encuentran. Quizás no comprenden en qué consiste
verdaderamente la felicidad. Pueden disfrutar de la felicidad pasajera que se
encuentra en las posesiones, los placeres o los logros que consiguen. Pero el
gozo que Dios da, no es meramente un sentimiento pasajero: las circunstancias
no lo afectan. De hecho, es un resultado natural e inmutable de nuestra fe en
el Cristo. Mientras confíes en Jesús y esperes su venida, estarás lleno de un “gozo
indescriptible”. Este gozo no será un estado pasajero de exaltación emocional,
sino una experiencia profunda y sobrenatural de contentamiento, basada en el
hecho de que tu vida está bien con Dios. Y esta felicidad y alegría permanentes
te sustentarán por el resto de tu vida.
COMPARTIR
TU FE TE PRODUCE GOZO. Aunque el trabajo de traer personas al Cristo es obra difícil,
el resultado final te dará un regocijo digno de celebrarse (Juan 4:36 “El que levanta la cosecha recibe salario y recoge fruto para vida
eterna, y el que siembra y el que cosecha se regocijarán juntamente.”).
PASAR
POR ALTO ASUNTOS INSIGNIFICANTES NOS
PERMITEN EXPERIMENTAR GOZO. Dios quiere que experimentemos su gozo en nuestra
vida y evitemos las cosas que pudieran impedirlo (1 Corintios 1:10-17 “Les suplico, hermanos míos, en el nombre de nuestro Señor
Jesucristo, que se pongan todos de acuerdo y no haya divisiones entre ustedes,
sino que sean maduros, de un mismo creer y de una manera de pensar, 11. porque
se me ha informado acerca de ustedes, hermanos míos, por la familia de Cloé,
que hay controversias entre ustedes. 12. Digo, pues, esto porque hay algunos de
ustedes que dicen: 'Yo soy de Pablo'; y otros dicen: 'Yo soy de Apolos'; y hay
quien dice: 'Yo soy de Pedro'; y otros dicen: 'Yo soy del Cristo'. 13. ¿Acaso
el Cristo está dividido? ¿O fue Pablo crucificado por ustedes? ¿O en el nombre
de Pablo fueron bautizados? 14. Doy gracias a mi Dios porque no bauticé a
ninguno de ustedes, salvo a Crispo y a Gayo, 15. para que nadie diga que yo
bauticé en mi propio nombre. 16. También bauticé a la familia de Estéfanas.
Pero en cuanto a los demás, no sé si bauticé a algún otro, 17. porque el Cristo
no me mandó a bautizar”).
En
su primera carta a los corintios, Pablo señala varios problemas que la iglesia
de Corinto estaba experimentando. Uno de los más grandes era que los creyentes
estaban dividiendo a la iglesia al alinearse con las enseñanzas de uno u otro apóstol,
en lugar de concentrarse en el gozo de su salvación. Pablo amonesta a la iglesia
por dividirse por tan mezquinos asuntos, recordándoles que es al Cristo a quien
deben seguir, no a Apolos o a Pedro o a Pablo.
Igual
que los corintios, nosotros podríamos estancarnos en asuntos que no sólo dividen
a la iglesia sino que además carecen de importancia. Cuando participamos en
cuestiones intrascendentes, nos robamos a nosotros mismos la experiencia del
gozo que Jesús nos ha dado. Esto se debe a que el sumergirnos en asuntos no
esenciales llega a ser más importante que la salvación misma. Nos obsesionamos
por ganar gente que apoye nuestro punto de vista más que por conducirlos a la
fe en el Cristo. Olvidar y dejar de lado minúsculos detalles, nos da la
libertad de enfocarnos en nuestra propia salvación y experimentar el gozo del perdón
cristiano.
¿Cómo
podemos hacer esto? Aquí hay cuatro maneras de pasar por alto pequeños asuntos
y experimentar gozo en Jesús.
CONCÉNTRATE
EN UN SOLO PROPOSITO. La meta de nuestra vida es servir al Cristo (Filipenses
1:21 “porque mi vida es el
Cristo, y si muero me es ventaja.”).
ADOPTA
LAS PRIORIDADES DE DIOS COMO TUYAS. Pon a Dios primero, a los demás en segundo lugar,
y a ti mismo en tercero (Filipenses 2:5-6 “Y haya en ustedes
este modo de pensar que también hubo en Jesucristo, 6. quien siendo a la imagen
de Dios no consideró el aferrarse a ella, siendo que es igual a Dios,”).
MANTENTE
EN CONSTANTE PROGRESO ESPIRITUAL. Reconoce que todavía no has “llegado”
espiritualmente y procura siempre conocer más de Dios (Filipenses 3:13-14 “Hermanos míos, yo mismo no considero haberlo alcanzado; pero una
cosa sé: olvidando lo que queda atrás, y extendiéndome hacia adelante, 14. corro hacia la meta con el fin de obtener
la victoria del supremo llamado de Dios por medio de Jesucristo.”).
TEN
UNA MENTE QUE SE REGOCIJA. No te regocijes en las circunstancias, sino en Dios
y en su fidelidad (Filipenses 4:4-5 “Regocíjense siempre
en nuestro Señor. De nuevo les digo: ¡Regocíjense! 5. Su humildad sea conocida
por todo hombre. Nuestro Señor está cerca.”).
No
mantener el gozo del Señor en nuestra vida personal nos lleva al fracaso
espiritual; no mantenerlo en nuestras iglesias, debilita la causa del Cristo. Permite
que su gozo fluya en tu vida.
SABER
A QUIÉN PERTENECES Y LO QUÉ DEPARA EL FUTURO PRODUCE VERDADERO GOZO. Comprender
que eres un hijo de Dios, y que pasarás la eternidad en el cielo con Él, te
producirá verdadero gozo (Romanos 15:13 “Que el Dios de la
esperanza los colme de todo gozo y paz en la fe, para que crezcan en su
esperanza por el poder del Espíritu Santo.”).
Este
versículo toca tres facetas de la vida cristiana que producen gran gozo:
TIENES
UNA NUEVA IDENTIDAD. Cuando aceptas a Jesús en tu vida, Dios te da una nueva
identidad. Descubres que no eres producto del azar o la casualidad. No eres un
simple punto en el universo. Tú eres un hijo de Dios, y como su hijo puedes
descansar tranquilo, seguro de que serás amado y cuidado por tu Padre
celestial.
TIENES
PODER PARA HACERLE FRENTE A LA VIDA. Con esa nueva identidad y esperanza en
Jesús, también tienes la promesa de la presencia y el poder del Espíritu Santo
en tu vida. El Espíritu Santo trabaja constantemente en tu corazón, ayudándote a
comprender la Palabra de Dios y transformando tus actitudes y tu
comportamiento. Una traducción ampliada de este versículo dice que por el poder
del Espíritu Santo, toda tu vida y tu perspectiva estarán “radiantes de
esperanza”. Dios no te deja enfrentar la vida solo. Él ha prometido guiarte y
fortalecerte con su Espíritu.
TIENES
ESPERANZA PARA EL FUTURO. Como cristiano tienes el conocimiento y la esperanza de
que hay vida después de la muerte. Tú último suspiro en la tierra será seguido
de por tu primer suspiro en el cielo. Sabemos que esto es cierto porque Dios lo
ha prometido en su Palabra. Este versículo asegura que tu creencia en Jesús y
en las promesas a sus seguidores, te llenarán de gozo y paz.
El mundo ofrece muchos caminos a la felicidad: sexo, dinero, poder y éxito personal. Pero son inferiores e indignos sustitutos en comparación con el conocimiento de que tú eres hijo de Dios y que tienes la esperanza del cielo. Éste es el único camino a un constante y eterno gozo.
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