miércoles, 12 de agosto de 2020

¿QUÉ ES EL INFIERNO?

 

Mateo 24:41.

41. Luego dirá a su vez a los que estén a su izquierda: 'Apártense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Adversario y sus ángeles'.

De acuerdo con la Biblia, tratándose de donde pasaremos el resto de nuestra vida después de la muerte, tenemos dos opciones. Una es en el cielo, la otra es el infierno. Es interesante saber que, aunque parece que hay un aumento en la cantidad de personas que creen que existe un lugar llamado infierno, la mayoría de ellas no piensa que está en camino a ese lugar. En lugar de eso, creen que el infierno está reservado sólo para los peores criminales y otros elementos “malignos” de nuestra sociedad. Sin embargo, la Palabra de Dios usa un criterio diferente para juzgar a la gente. No vas al infierno por ser una persona mala, ni vas al cielo por ser una persona buena. Todos merecemos vivir la eternidad en el infierno (Romanos 3:22-23 “porque la justicia de Dios es para todo hombre mediante la fe de Jesucristo, y también para todo el que cree en Él, porque no hay distinción, 23. por cuanto todos han pecado, y se encuentran privados de la gloria de Dios”).

Mientras Dios dice claramente que los que rechazan la salvación ofrecida a través de su Hijo Jesucristo vivirán el resto de la eternidad en ese lugar de tormento, Él le da a cada persona, una y otra vez, la amplia oportunidad de elegir vida, vida en abundancia en la tierra, y vida eterna en el cielo (2 Pedro 3:9 “Yahweh no se tarda en sus promesas, como algunos lo tienen por tardanza, sino que es paciente por causa de ustedes, no deseando que ninguno se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento”).

Si todavía no has tomado esa decisión, o si ya la has tomado y deseas un entendimiento más profundo de lo que tus amigos incrédulos tienen que enfrentar, considera estos datos acerca del infierno que se encuentran en las páginas de las Escrituras.

¿A QUÉ SE PARECE EL INFIERNO? El infierno es un lugar de tormento eterno no solo para los pecadores sino principalmente para Satanás y sus ángeles (Lucas 16:19-31 “Había cierto hombre rico que se ataviaba con lino fino y blanco y púrpura, y todos los días festejaba con gran ostentación. 20. Había también un menesteroso cubierto de llagas de nombre Lázaro que estaba echado a la puerta de aquel rico, 21. y anhelaba llenarse el estómago con las migajas que caían de la mesa de aquél rico, y hasta los perros llegaban a lamerle sus llagas. 22. Aconteció que murió aquel menesteroso, y los ángeles lo llevaron al seno de Abraham, y murió también el rico y fue sepultado. 23. Y en el Seol, estando en tormentos, levantó sus ojos desde lejos y miró a Abraham, y a Lázaro en su seno, 24. y exclamando en alta voz, dijo: '¡Padre mío Abraham, ten compasión de mí! Manda a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, porque he aquí, estoy siendo atormentado en esta llama'. 25. Abraham le dijo: 'Hijo mío, acuérdate de que durante tu vida recibiste tus bienes, y Lázaro sus males; y mira, ahora él reposa en este lugar, pero tú eres atormentado. 26. 'Aparte de todo esto, hay colocado entre nosotros y ustedes un gran abismo, para que los que pretendan pasar de aquí hacia ustedes no puedan, ni los de allá pasen hacia nosotros'. 27. Él le dijo: 'Te suplico, entonces, padre mío, que lo mandes a la casa de mi padre, 28. porque tengo cinco hermanos, para que vaya a advertirles para que no vengan también ellos a este lugar de tormento'. 29. Pero Abraham le dijo: 'A Moisés y a los profetas tienen; que a ellos escuchen'. 30. Entonces él le dijo: 'No, padre mío Abraham, sino que si alguno de entre los muertos va a ellos, se arrepentirán'. 31. Abraham le dijo: 'Si no escuchan a Moisés y a los profetas, tampoco le creerán a alguno si se levantara de entre los muertos'”).

En esta parábola, Jesús nos revela cierta información acerca del infierno. El estilo de vida de la gente en la tierra, no será el mismo en la eternidad. Las cosas cambiaron dramáticamente para el hombre rico cuando pasó a la eternidad. Debido a que nunca había tenido una relación personal con Dios, de inmediato entró en los tormentos del infierno, sin un centavo y en agonía. Aquellos que no tienen un corazón recto para con Dios, enfrentan el mismo futuro que el hombre rico de esta historia. Después de la muerte es posible que serán retenidos en el infierno hasta que sean presentados delante de Dios, en lo que la Biblia llama el juicio del Gran Trono Blanco, aunque esto nadie lo sabe con certeza.

EL INFIERNO ES UN LUGAR DE LLAMAS Y TORMENTOS. El hombre rico de esta parábola experimentó un calor insoportable y una sed insaciable. Se hallaba en tal agonía que clamó a Abraham, y le pidió que enviara a Lázaro para que mojara su dedo en agua y refrescara su lengua (la del hombre rico). Si alguna vez sufriste de grabe quemadura, entonces tienes idea del tormento que espera a los que pasarán la eternidad en el infierno. Agrega a esto tinieblas y soledad, y tendrás un escenario increíblemente terrible.

La gente no “la pasa bien” en el infierno. Algunos dicen: “Yo quiero ir al infierno, todos mis amigos están allí”. Puede ser cierto. Pero no hay fiesta en el infierno. Como dice esta parábola, el hombre rico estaba tan espantado de su situación que deseaba que Lázaro regresara a advertir a sus hermanos, para que ellos no fueran también a ese lugar de tormento.

     Si deseas saber acerca de la realidad del infierno, no necesitas leer uno de esos periódicos sensacionalistas donde sale gente que dice haber tenido una experiencia fuera del cuerpo. Estudia la Palabra del Dios viviente, quien murió y resucitó, y puede decirte exactamente qué esperar en la eternidad. Nuestra aceptación y rechazo de sus Palabras determina donde pasaremos el resto de nuestras vidas.

¿QUIÉNES IRÁN AL INFIERNO? Aquel cuyo nombre no aparezca en el libro de la vida está destinado a un castigo eterno (Apocalipsis 20:11-15 “También vi un trono blanco y al que estaba sentado en él, de cuya presencia se apartaron la Tierra y los cielos, y no se encontró lugar para ellos. 12. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, que estaban de pie delante del trono. y los libros fueron abiertos. Después otro libro fue abierto, que es el de la vida. Y los muertos fueron juzgados por las cosas que estaban registradas en los libros, conforme a sus hechos. 13. El mar entregó a los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Seol entregaron a los muertos que se encontraban en ellos, y fueron juzgados cada uno conforme a sus acciones. 14. Y la Muerte y el Seol fueron arrojados al lago de fuego. Ésta es la segunda muerte: el lago de fuego. 15. Y el que no se hallaba inscrito en el libro de la vida, era arrojado al lago de fuego”).

El suceso descrito en este pasaje es el juicio final de la humanidad, también conocido como el juicio del Gran Trono Blanco. La norma por la cual cada uno será juzgado es simple. Si tú has aceptado el maravilloso regalo de Dios de la salvación por medio de su Hijo Jesucristo, tu nombre será hallado en el libro de la vida, y pasarás la eternidad en el cielo con Dios. Si has escogido rechazar al Cristo, entonces tu destino final será el lago de fuego y azufre. No hay discusión al respecto. El caso está cerrado.

Tristemente, mucha gente escoge la segunda opción. No lo hacen porque deseen pasar el resto de su vida en agonía, sino porque desean “seguir la corriente de todos”. Hacen lo mismo que todos los demás, sin pensar en sí mismos. Jesús llama a esta elección: “la manera fácil”. Al describir el camino al cielo y el camino al infierno, Jesús dice: “Sólo puedes entrar en el reino de Dios a través de la puerta angosta. Pero la puerta de acceso a la vida eterna es muy angosta y el camino es difícil, y son sólo unos pocos los que alguna vez lo encuentran” (Mateo 7:13-14 “Entren por la puerta estrecha, porque amplia es la puerta y espacioso el sendero que conduce a la perdición, y muchos son los que van por él. 14. ¿Cuán estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la salvación, y pocos son los que lo hallan!”).

El único modo de salir de este camino ancho y “anular” tu reserva para el infierno es asegurarte de que tu nombre está registrado en el libro de reservas de Dios para el cielo: el libro de la vida.

 ¿CUÁL ES EL PEOR CASTIGO DEL INFIERNO? El peor castigo del infierno es la separación ETERNA de la presencia de Dios (2 Tesalonicenses 1:7-10 “pero a ustedes, que son afligidos, Él los vivificará junto con nosotros en la manifestación de nuestro Señor Jesucristo desde el Cielo junto con el ejército de sus ángeles, 8. después de que haya ejecutado castigo con llama de fuego a quienes no conocieron a Dios, y a quienes no reconocieron el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. 9. Porque ellos será retribuidos en el juicio con perdición eterna procedente de la presencia de nuestro Señor y de la gloria de su poder, 10. cuando él venga para ser glorificado por sus santos y a mostrar sus maravillas entre sus fieles, para que nuestro testimonio respecto a ustedes sea creído en aquel día”).

Como lo establece este pasaje, la verdadera agonía de aquellos que van al infierno es que estarán separados eternamente de Dios. Para comprender cuan terrible es este castigo, examinemos las consecuencias de estar separados de la presencia de Dios.

JUICIO. Cuando el Cristo vuelva, los que son creyentes enfrentarán un juicio; no así los que son creyentes. En este juicio, serán revelados públicamente todos sus actos y entonces serán sentenciados a pasar la eternidad en el lago de fuego (Apocalipsis 20:11-15 “También vi un trono blanco y al que estaba sentado en él, de cuya presencia se apartaron la Tierra y los cielos, y no se encontró lugar para ellos. 12. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, que estaban de pie delante del trono. y los libros fueron abiertos. Después otro libro fue abierto, que es el de la vida. Y los muertos fueron juzgados por las cosas que estaban registradas en los libros, conforme a sus hechos. 13. El mar entregó a los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Seol entregaron a los muertos que se encontraban en ellos, y fueron juzgados cada uno conforme a sus acciones. 14. Y la Muerte y el Seol fueron arrojados al lago de fuego. Ésta es la segunda muerte: el lago de fuego. 15. Y el que no se hallaba inscrito en el libro de la vida, era arrojado al lago de fuego”).

DESTRUCCIÓN ETERNA. En el infierno, los que no son creyentes serán destinados a sufrir un tormento eterno junto con el diablo y sus demonios. El tormento que soportarán está descrito por Jesús como un fuego eterno (Mateo 18:8 “Si tu mano o tu pie te hace tropezar, córtatelo y échalo de ti, porque es mejor que entres a la vida estando cojo o manco, y no que teniendo tus dos manos o tus dos pies seas arrojado al fuego eterno” Mateo 25:41 “Luego dirá a su vez a los que estén a su izquierda: 'Apártense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Adversario y sus ángeles'”). Los que no son creyentes pasarán la eternidad en agonía.

REMORDIMIENTO. Jesús empleó muchas parábolas para describir el reino del cielo y definir quienes entrarán y quiénes no. Los que no entrarán en su reino estarán en un lugar donde habrá “llanto y rechinar de dientes” (Mateo 13:42 “y los arrojarán al horno de fuego. Allí será el llanto y el crujir de dientes”). Llorar y rechinar los dientes es una de la experiencias del remordimiento que sufrirán cuando comprendan que están perdidos por la ETERNIDAD.

DESESPERACIÓN. Debido a que su castigo es eterno, los no creyentes no tendrán esperanza de que su situación mejore. Su existencia será no sólo de agonía, sino también de desesperación.

Aquellos que conocen al Cristo tienen mucho que ganar. Los que no lo conocen tienen mucho que perder.       

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