(Ef 4.17–5.21)
Todo el mundo ha notado que no hay muchos programas o
películas positivas en la televisión. ¿Es debido a que nadie ve ese tipo de
programas? No. El Show de Cosby fue el programa de televisión más popular en la
década de los ochenta, y Home Improvement [Mejoras hogareñas] ha repetido esa
hazaña al principio de los noventa. La gente se aglomera en los teatros para
ver Chariots of Fire [Carros de fuego], Driving Miss Daisy [Conduciendo a la
señorita Daisy], y Trip to Bountiful [Viaje a la abundancia].
Es difícil concebir personajes complejos, creíbles,
que ostenten altos valores morales y que tomen buenas decisiones después de
luchar con alternativas egoístas, a menos que el escritor se proponga presentar
un pesado drama psicológica. La mayoría del entretenimiento escapista
contemporáneo se basa en el crimen, las situaciones sexuales y la frivolidad
que raya incluso más cerca del cinismo. Es mucho más fácil escribir de eso.
Actores y actrices regularmente expresan su
preferencia de interpretar papeles de villanos y antihéroes porque esas partes
son más retadoras e interesantes. Los intérpretes tanto como los escritores
parecen imaginarse que la justicia y la rectitud son aburridas, que sólo los
conformistas escogen hacer lo que es correcto al enfrentarse a los conflictos
de la vida. Además, la tendencia es presentar a las personas «buenas» como
jueces excéntricos en contraste con los pecadores tolerantes y de buen corazón.
Felizmente, en la vida real, cuando conocemos a un
santo, alguien a quien Dios ha forjado en la encrucijada de la vida para que
responda a su Palabra y Espíritu, encontramos a un hombre o mujer interesante,
gozoso. Jamás crea que las personas santas son aburridas o sin imaginación, o
que están llenas de odio o son de mente estrecha. Hallar a un santo real entre
gente ordinaria es comparable a hallar a un árbol gigantesco de secoya en un
pinar. Sin embargo, Dios nos desafía a cada uno de nosotros, mediante el gentil
aguijonazo de su Espíritu Santo, a que le permitamos que nos haga personas
santas y luces en medio de una edad oscura.
Una nueva manera de vestir
Pablo habla primero de la santidad comparando el
requerido cambio previo de manera de pensar con el despojarse de un vestido
sucio o gastado de viejo, y vestir un traje nuevo, costoso y bien confeccionado.
Antes de que la conducta cambie de modo significativo, la perspectiva completa
que la persona tiene respecto a la vida debe cambiar.
En base a Efesios 4.17–19, describa qué andaba mal en cuanto a la forma en que
los efesios veían la vida como gentiles no regenerados.
Sus entendimientos
Sus emociones (corazones)
Sus conciencias
Sus acciones
Vanidad, matalotes. El entendimiento sin regeneración
se caracteriza por la futilidad o vanidad. El término griego es similar en
significado al hebreo en Eclesiastés que se usa en la frase «vanidad de
vanidades, todo es vanidad» (Ec 1.2; 12.8). El significado básico de ambos términos es «vacío».
Pablo estaba diciendo que el entendimiento de una persona sin la salvación de
Cristo estaba desprovisto de la capacidad de percibir y razonar respecto a los
asuntos del mundo espiritual invisible. «Cinco aspectos de la vida en el mundo
se resumen en la frase vanidad de su mente (vacío, falta de propósito):
entendimiento oscurecido, alienación de la vida de Dios, ignorancia de los
caminos divinos, corazones endurecidos y pérdida de sensibilidad».
¿Por qué todo lo mencionado en Efesios 4.17–19 es incongruente con el conocimiento de Cristo? (Ef 4.20, 21)
¿Qué se descarta cuando se desechan las viejas ropas
del hombre viejo? (v. 22)
¿Qué corrompe la conducta del viejo hombre? (v. 22)
¿Qué hay respecto a los deseos y anhelos personales
que pueden engañar y distorsionar la manera de ver la realidad al punto que
nuestro pensamiento llegue a ser vano? (v. 22; véanse también vv. 17–19)
Hay que despojarse del viejo hombre en la esfera de la
conducta (v. 22). ¿Cuál esfera de la vida incluye el nuevo hombre? (v. 23)
De las dos acciones: despojarse del viejo hombre y
vestirse del nuevo hombre (vv. 22, 24), ¿cuál es activa; es decir, algo que hago por mí
mismo?
¿Cuál acción es pasiva; es decir, algo que Dios debe
hacer por mí a través de su Santo Espíritu?
¿Qué hace al nuevo hombre tan eficaz al percibir la
realidad y poner en práctica la voluntad de Dios? (v. 24)
El hombre viejo y el hombre nuevo no deben entenderse
como personalidades que deben intercambiarse en el proceso de la santificación.
El hombre viejo y el hombre nuevo son expresiones favoritas de Pablo para indicar
dos maneras de pensar y comportarse (véanse Ro 6.4, 6; Col 3.9, 10). El hombre viejo y el nuevo hombre contrastan «entre
el anterior estilo de vida, dominado por el espíritu de la desobediencia (2.1–3), y la nueva capacidad del creyente para adoptar un
nuevo Sorprendido por la santidad estilo de vida, de obediencia a Dios, gracias
al poder del Espíritu Santo (2.10; 3.16)».
Los verbos «despojarse» y «vestirse» están en formas
que sugieren acciones decisivas antes que procesos continuos. Por medio de
Pablo el Espíritu Santo ordenó a los cristianos efesios y a toda generación de
creyentes desde entonces que cambien sus vestidos espirituales.
¿Ha experimentado la engañosa y truculenta naturaleza
de sus deseos en relación a otras personas, a hábitos, a posesiones, y cosas
por el estilo?
¿Qué modelos de pensamiento ha transformado el
Espíritu Santo en su vida desde que se convirtió en cristiano?
Una nueva manera de hablar
Si Pablo le sorprendió al basar la santidad en una
mente renovada tal vez le deje perplejo al enfatizar el habla, por sobre el
resto de la conducta, como lo que el Espíritu Santo debe controlar. ¿Cuál es la
primera característica del hablar santo que se ordena en Efesios? (4.25) ¿Cuál es la razón que se da para este mandamiento?
(v. 25)
En Efesios 4.25 Pablo citó a Zacarías 8.16 como base bíblica para su enseñanza. Lea todo el
capítulo ocho de Zacarías que se refiere al reino futuro del Señor sobre su
pueblo. ¿Cuán importante es para el futuro reino del Señor un hablar veraz
entre su pueblo?
Después de la falta de veracidad, ¿cuál es la
siguiente amenaza a un hablar santo que Pablo identificó? (vv. 26, 27)
En Efesios 4.26 Pablo citó el Salmo 4.4, el cual dedicó el salmista David a «los hijos de los
hombres» (v. 2) que deseaban hacerle daño. Vea el Salmo 4.4, que es un llamado a estos enemigos a que se
arrepientan de sus planes perversos. ¿Qué aconsejó David, a sus oponentes, que
hicieran para prevenir que la ira resultara en acciones pecaminosas?
En concordancia con el Salmo 4.4, ¿qué es lo que Pablo esperaba que hiciera el
cristiano antes que se pusiera el sol para evitar que su ira produjera palabras
pecaminosas? (v. 26)
¿Cómo es que el albergar la ira se torna en palabras
pecaminosas y se le da «lugar al diablo»? (v. 27)
«La palabra lugar en griego (topos) subraya la
posibilidad de que los creyentes permitan al diablo controlar sus vidas. Esta
es una advertencia contra las suposiciones teológicas que niegan la
eventualidad de que tenga éxito cualquier intento demoníaco de perturbar o
dominar a los cristianos. Pero las recomendaciones que acompañan esta
afirmación equilibran la situación (v. 17–5.4), dejando sentado que los cristianos responsables no
pueden culpar a la ligera al diablo por pecados a los que han cedido
obedeciendo las inclinaciones de la carne».
En Efesios 4.28 Pablo dejó momentáneamente el tema del habla para
mencionar el robo. ¿Por qué la mentira y las palabras coléricas le recordarían
a Pablo el robo? ¿Qué le roban la falta de veracidad y la ira a las personas
involucradas?
¿Acerca de qué mienten los ladrones y acerca de qué
están coléricos?
De acuerdo a Pablo, ¿cuál es la cura para el robo? (v.
28)
¿Por qué piensa que Pablo exigía donativos de caridad,
además de trabajar para sus propias necesidades, al que robaba como prueba de
que se había transformado? (v. 28)
En Efesios 4.29, ¿cómo se muestra en forma paralela el pasar de
«palabras corrompidas» (palabras que destrozan a las personas) a palabras de
edificación con el paso, según el versículo 28, de robar a ofrendar por caridad?
¿En qué manera sigue Efesios 4.31, 32 el mismo modelo lógico de los versículos 28 y 29?
Las palabras para el habla hostil en Efesios 4.21 parecen seguir una progresión de una actitud
pecaminosa, pero privada, a palabras muy públicas y horribles. Malicia es el
problema fundamental, un sentimiento general de antipatía hacia alguien. La
malicia se endurece para ser amargura, un resentimiento contra todo lo que la
persona hace. La amargura lleva al enojo, estallidos temperamentales. El enojo
se vuelve ira, un estado permanente de agitación emocional. La ira no puede
evitar arder y convertirse en gritería, conflictos verbales ocasionales, y la
gritería se extenderá a maledicencia habitual. Qué horrible es esta progresión
de actitudes y acciones detestables, y sin embargo, cuán fácilmente nos metemos
en ella. No es de sorprenderse que entristezca al Espíritu Santo presenciar tal
ofensa contra su santidad.
¿Por qué sella el Espíritu Santo a los creyentes en
Cristo? (Ef 4.30; véanse 1.13, 14)
¿En qué manera son las palabras pecaminosas una
violación del propósito del sello del cristiano por parte del Espíritu Santo?
¿Cómo, en su opinión, entristecen las palabras
pecaminosas, a que se refiere Efesios 4.25–32, el carácter del Espíritu Santo?
El apóstol Santiago observó: «Si alguno no ofende en
palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo» (Stg 3.2). En su carta a los Efesios Pablo expresó la misma
verdad.
¿Con qué aspecto del habla tiene mayor dificultad para
obedecer la enseñanza del Señor en Efesios 4.25–32?
Dé un ejemplo de una ocasión cuando su habla ofendió
al Espíritu de Dios que mora en usted.
¿Qué cambio le gustaría que el Señor hiciera en sus
hábitos conversacionales en el futuro inmediato para gloria de Él y
santificación suya?
Una nueva manera de andar
Después de considerar extensamente la santidad en el
pensamiento y en el habla, Pablo dirigió su atención en Efesios a cuestiones
que asociamos más típicamente con la santidad: la moralidad, la separación del
mundo y la voluntad de Dios. Incluso en esta sección es interesante ver cuán a
menudo se introduce el asunto del habla.
Efesios
5.1, 2 establece una transición del material que se trató en
el capítulo 4. ¿Qué actividad del Padre debemos imitar nosotros
como hijos suyos? (4.32; 5.1)
El Nuevo Testamento con frecuencia compara la vida
diaria al andar. ¿De qué maneras es el andar una buena metáfora para nuestra
manera de vivir? (5.2, 8, 15)
Partiendo de Efesios 5.2, 7, explique qué tiene que ver cada una de estas cosas
con andar en amor.
Imitar a Cristo
Rechazar la inmoralidad
Rechazar las palabras vulgares
En términos contemporáneos, ¿cuál piensa usted que es
el significado de cada clase de palabras deshonestas que se mencionan en Efesios 5.4, que necesita ser reemplazadas con acciones de
gracias?
Palabras deshonestas
Necedades
Truhanerías
Si estas clases de palabras necesitan ser reemplazadas
con acciones de gracia, deben ser formas de ingratitud. ¿En qué modo son estas
formas de vulgaridad evidencia de falta de gratitud hacia Dios?
¿Cómo resume Efesios 5.7 los versículos 3–6?
En base a Efesios 5.8–14, explique lo que piensa que Pablo quería decir con
andar «como hijos de luz».
Partiendo de Efesios 5.15–21, explique lo que cree que cada uno de estos temas
tienen que ver con andar sabiamente.
Redimir el tiempo
Entender la voluntad de Dios
Ser llenos del
Espíritu
Hablar mutuamente en alabanza y animarse los unos a
los otros
Dar gracias
Someterse los unos a los otros
Animémonos unos a otros en la alabanza [Efesios 5.18, 19]. Este texto instruye a los creyentes a que alaben a
Dios cuando se comuniquen entre sí. Pablo les dice a los efesios que «se hablen
unos a otros», usando salmos e himnos y canciones espirituales. Al participar
en una reunión de creyentes, aun con una ofrenda pequeña de alabanza, nuestra
adoración empieza a ser magnificada. Sus voces nos animan y nosotros los
inspiramos a ellos. La separación de la asamblea local priva a una persona de
esta relación. Congreguémonos a menudo y alabemos, animándonos así unos a otros
en la alabanza.
El viejo hombre naturalmente escogería andar en odio,
tinieblas y necedad. El nuevo hombre, con una mente renovada por el Espíritu de
Dios, naturalmente escoge andar en amor, luz y sabiduría.
¿Cómo le ha ayudado Dios a ver la vulgaridad del mundo
como una ofensa contra su amor?
¿En qué forma le ha ayudado Dios a darse cuenta de la
vergüenza de las obras de las tinieblas que una vez no le ofenden?
¿En qué aspecto de su vida cree que el Señor le ha
dado la mayor sabiduría? ¿Cómo se expresa esa sabiduría?
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