martes, 30 de octubre de 2018

Est. 13—Jesús: Supremo en perdón



(Col 4.7–18 y Flm)

Susie, de siete años, estaba perdida, y eso era todo lo que importaba. Para los Jaegers, las vacaciones de la familia en un campamento en Montana, en junio de 1973, se convirtió en una vigilia, mientras patrullas de búsqueda rastreaban el territorio y dragaban el río. A medida que pasaban los días, Marietta Jaeger descubría que su angustia se convertía en cólera, e incluso llegó a imaginarse matando a sangre fría y con una sonrisa al secuestrador de su hija.


Un hombre llamó a la policía y exigió rescate, pero nunca llegó a un acuerdo sobre cómo hacer el intercambio. Conforme las semanas de ansiedad se convertían en meses de desesperación, Marietta Jaeger recuerda: "Discutía y debatía con Dios, realmente era una lucha. Le di a Dios permiso para que me cambiara el corazón. Empecé a orar por [el secuestrador] todos los días, lo cual en principio, era lo último que pensé que haría".

Un año después de la desaparición de Susie, un periódico publicó una crónica respecto al crimen sin resolver. El secuestrador lo leyó y llamó a los Jaegers. «Era claro que me llamaba para provocarme», dijo la Sra. Jaeger. «Pero a pesar del hecho de que se portaba muy presumido y grosero, para mi sorpresa, me di cuenta de que sentía genuina preocupación y compasión por él.1 La policía capturó al secuestrador de Susie y descubrió que la había asesinado poco después de secuestrarla. Más adelante se suicidó en su celda, después que acordó colaborar a cambio de cadena perpetua.

Marietta Jaeger no se propuso perdonar a ese hombre, nunca olvidará lo que le hizo a su hija, pero le pidió a Dios que le cambiara el corazón. Eso marcó la diferencia entre un espíritu amargado y vengativo que habría envenenado los recuerdos de Susie, y un espíritu de perdón libre para sonreír a través de las lágrimas.

Amar a la familia de la fe

En la comunidad cristiana de Colosas ocurrió un acto de deslealtad y traición. En su epístola a Filemón, Pablo trató sobre el perdón de esa ofensa, pero usted entenderá mejor la apelación que hizo en esa carta si primero examina el contexto de la cálida hermandad de la iglesia que se refleja en los versículos finales de Colosenses 4.

¿Qué servicios rendirían Tíquico y Onésimo en la iglesia colosense? (4.7–9)

¿Por qué sorprende que Pablo elogie tan altamente a Onésimo ante los colosenses? (Col 4.9; Flm 10–18)

¿Qué implica la presencia de un saludo entusiasta por parte de los lideres cristianos judíos (por nacimiento) que estaban con Pablo en Roma, respecto a la congregación de Colosas? (4.10, 11; véanse Hch 19.29; 20.4; 2 Ti 4.11)

¿Qué implica la dedicación de Epafras a los creyentes en la iglesia del valle Licio respecto a la comunidad cristiana en Colosas? (Col 4.12, 13; véase 1.7, 8)

¿Qué implica el afecto mostrado por los líderes cristianos gentiles que estaban con Pablo en Roma respecto a la congregación de colosense? (4.14)

Teniendo en cuenta que Colosas era un pueblo pequeño y Laodicea una ciudad grande, ¿qué dice la interacción entre estas iglesias respecto a los creyentes colosenses? (4.15–17)

La congregación colosense era conocida y estimada en alto grado por parte de los líderes cristianos distantes y los más cercanos. Esta clase de reputación es de gran valor. (Compare la reputación de Laodicea, unos treinta años más tarde, según Apocalipsis 3.14–22.)

¿Cuál piensa que es la conexión entre un interés por las personas y una disposición para perdonar?

¿Cuál cree que es la relación entre un desinterés en las personas y una falta de disposición para perdonar?

Los que aman son los que mejor perdonan

Cuando Pablo envió a Onésimo, un esclavo fugitivo, en compañía de Tíquico (Col 4.7–9) de regreso a Filemón, su amo, contaba fuertemente con el papel de este para crear el ardiente compañerismo en la iglesia. Filemón amaba a la gente; por consiguiente, era muy probable que perdonara, como lo haría Cristo, al ex esclavo que lo había traicionado. La carta a Filemón es una nota personal, de modo que es probable que las personas mencionadas en los versículos 1 y 2 fueran familia: esposo, esposa e hijo (véase Col 4.17). Según lo que se dice en estos versículos, ¿qué clase de personas eran esas?

¿Cuál era el contenido de las oraciones de Pablo por Filemón? (vv. 4–6)

En acciones de gracias

En intercesión

¿Cuál era la gran fuente de gozo y consuelo para Pablo respecto a Filemón?

¿Qué características de Filemón le indican que tendía a ser un cristiano perdonador?

Filemón y su familia eran pilares en la iglesia colosense, la que quizás se reunía en su casa (Flm 2). Su prominencia en la iglesia se basaba en el servicio de amor más que en el poder o el control.

Si un extraño describiera cómo trata usted a las personas e influencia la vida y ministerio de su iglesia, ¿qué informaría?

Positivamente

Negativamente

¿Cómo piensa usted que este espectador imaginario evaluaría su potencial espiritual para perdonar a alguien que le ha ofendido seria e intencionalmente?
Después de todo, él es familia

El amor es el clima que estimula el perdón, pero la relación familiar es el terreno en el cual florece. Cuando Filemón fue a saludar a sus huéspedes que habían llegado de Roma con mensajes del apóstol Pablo, y vio que uno de ellos era su esclavo fugitivo Onésimo (Flm 16), ¿qué emociones debe haber sentido? ¿Podría ver a un hermano en Cristo allí en lugar de ver a un traicionero ladrón?

¿En qué rehusó Pablo fundar su súplica a favor de Onésimo? (v. 8)

¿En qué base escogió Pablo fundar más bien la apelación a Filemón a favor de Onésimo? (v. 9)

¿Cómo añadiría la mención de la prisión de Pablo un sabor emocional a su apelación y a la situación de Onésimo como esclavo? (vv. 9, 10, 13)

La esclavitud en el mundo grecorromano era algo sin cuestionamiento del orden social. Casi todo el trabajo, de toda clase, era desempeñado por esclavos, y muchas labores, que hoy consideraríamos como profesionales, tales como la enseñanza, eran frecuentemente desempeñada por ellos. Cuando estaban en situaciones peligrosas y extenuantes, tales como las minas o los remos de las galeras, vivían existencias brutales y rigurosas. En los campos experimentaban los rigores de la vida agrícola. Mientras más grande la propiedad, las condiciones tendían a ser más impersonales, exigentes y rigurosas. En casa de sus amos vivían más fácil, y los más capaces subían a la posición de administradores de la propiedad, escribas o educadores. Los más prominentes eran más letrados y educados que sus amos.

Legalmente, no tenían ninguna posición bajo la ley romana. Eran una propiedad como los animales, y podían ser maltratados o ejecutados por capricho. Eran capturados en las guerras, comprados a traficantes de esclavos que pirateaban a los pueblos de áreas desprotegidas por las provincias, o nacían en esclavitud.

Al parecer Onésimo le había robado a Filemón (y. 18) y había huido a Roma en donde los esclavos eran una abrumadora mayoría de la población. De alguna manera Onésimo conoció a Pablo; tal vez lo buscó cuando se le acabó el dinero. Pablo, que no tenía ni plata ni oro, le ofreció a Onésimo vida eterna en Jesús, y Onésimo descubrió la verdadera libertad.

¿Cómo describió Pablo su relación con Onésimo? (vv. 10–13)

¿Cómo dijo Pablo que Filemón notaría que Onésimo había cambiado? (y. 11)

Los esclavos algunas veces recibían nombres que eran más circunstanciales que personales. Onésimo significa «útil» y equivalía a ser nombrado «ayudante». En Filemón 11 Pablo hace un juego de palabras con el nombre de Onésimo. Al robar (y. 18) y fugarse, Onésimo había demostrado ser inútil. Ahora Pablo aducía que Filemón hallaría a Onésimo muy útil.

¿Qué quería Pablo que Filemón hiciera con Onésimo? (vv. 12, 13)

¿Por qué Pablo envió a Onésimo de regreso a Filemón? (vv. 12, 14)

¿Qué idea revolucionaria presentó Pablo a Filemón acerca de cómo responder a su esclavo Onésimo? (vv. 15, 16)

Si Filemón aceptaba el desafío espiritual de Pablo, mencionado en los versículos 15 y 16, ¿qué efecto tendría eso en la probabilidad de que Filemón perdonara a Onésimo?

Orientaciones para crecer en piedad [Flm 8–16]. Hablar de Jesús a otros nos da una visión más profunda de nuestra herencia en Cristo. La persona piadosa está siempre dispuesta a restablecer relaciones que se han dañado. Practica el perdón al instante con aquellos que te han ofendido. Despeja el camino para restaurar las relaciones que se han roto.

Los niños pueden ser intensamente leales a sus hermanos y hermanas, saliendo a su favor y cuidándolos. Pero también pueden ser intensamente díscolos, tratándolos con desdén y total desprecio por sus sentimientos. La familiaridad alimenta tanto la lealtad como el desdén. En la iglesia actuamos, con demasiada frecuencia, como niños hacia nuestros hermanos y hermanas espirituales.

¿Qué aspecto de la hermandad espiritual debería promover el perdón entre los creyentes?

¿Por qué los cristianos algunas veces tratan a sus hermanos y hermanas espirituales con desdén, despreciando sus sentimientos?

Haga una lista de personas (creyentes o no) con quienes debería ser indulgente o perdonar debido a que Cristo lo ha perdonado a usted (véase Col 4.13).

Con los que debe ser indulgente (que le han fastidiado u ofendido)

Los que debe perdonar (que intencionalmente lo han tratado mal)

Pídale a Dios la gracia para obedecer al Señor Jesús a fin de ser indulgente y perdonar. No es fácil perdonar. Usted puede hacerlo por etapas, o tal vez pensar que ha perdonado una ofensa sólo para descubrir que se sintió mucho más ofendido de lo que se percató y que su perdón debe llegar mucho más profundamente.

Múltiples facetas del perdón

En el primer curso de Álgebra, el texto decía:
Si A=B,
y C = B.
Entonces, A = C.
Los cálculos espirituales dicen:
Si Pablo está en Cristo,
y Filemón está en Cristo,
y Onésimo está en Cristo,
entonces Pablo, Filemón y Onésimo son espiritualmente iguales. Dentro del cuerpo de Cristo, los muchos rostros que necesitan perdón, todos, llevan la imagen de Cristo.
¿De qué maneras le pidió Pablo a Filemón que considerara a Onésimo y a sí mismo (Pablo) como iguales? (vv. 17–19)
1.
2.

«El arrepentimiento exige a menudo restitución, lo cual Onésimo no parecía en condiciones de garantizar. Pablo of rece entonces pagar por ello. Pablo insiste en su promesa de pagar en lugar de Onésimo. Pero, por encima de esto, contaba con el aprecio y el carácter bondadoso de Filemón».

¿Qué esperaba Pablo que sucediera si Filemón escogía perdonar como Cristo y decidía ver a Cristo en Onésimo? (vv. 20, 21)

¿Cómo afectaría la presencia de todos los testigos, de la apelación por perdón para Onésimo, la respuesta de Filemón? (vv. 22–25)

Si un cristiano intencional y maliciosamente le ofende, se arrepiente y le pide perdón, ¿cuál debería ser su respuesta?

El perdón es un tema importante en todas las epístolas de la prisión (Ef 4.32; Flp 4.2, 3; Col 3.13). ¿Qué le enseñan cada uno de los siguientes temas de las epístolas de la prisión acerca de la necesidad de perdonar a aquellos que intencionalmente le han ofendido?

El misterio del evangelio es que Cristo ha hecho un solo cuerpo de judíos y gentiles.

Despojarse del viejo hombre y vestirse del nuevo.

Que su habla siempre edifique a otros y jamás los destruya.

El poder disponible para vivir a diario es el poder con que el Padre resucitó al Hijo.
Que el sentir de Cristo le enseñe humildad.

Siga el ejemplo piadoso de los que sacrificialmente sirven a otros.

Cristo ha derrotado todos los poderes de las tinieblas.

Vístase de toda la armadura de Dios para que firme contra las asechanzas del diablo.

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