lunes, 29 de octubre de 2018

Est. 7—Grandes señales, palabras duras



(6.1–71)

• Gran maestro de moral
• Defensor de la paz
• Profeta
• Rey sin corona
• Líder de los derechos civiles
• Sanador
• Rebelde
• Fanático
• Lunático
• Mago
• Engañador
• Hijo de Dios

Jesús ha recibido muchos títulos, tanto de amigos como de enemigos. Difícilmente alguien carezca de opinión. Y por buenas razones. La historia no ha conocido jamás a alguien como Jesús de Nazaret. Desde su concepción en el vientre de una virgen, hasta su ascensión al cielo para reinar con su Padre como Señor del universo, la vida terrenal de Jesús ha hecho fruncir ceños y alzar voces, enviar misioneros, formar héroes y mártires, e inspirar algunas de las obras de música, pintura, arquitectura y literatura más excelsas que jamás ha conocido el mundo. Ningún otro líder ha impresionado en medida tan increíble a tanta gente durante tanto tiempo.

Era multifacético y controversial. Al mismo tiempo, se le amaba profundamente y con igual intensidad se le odiaba. A veces su mensaje era tan claro que todos entendían lo que decía. Otras veces, sin embargo, ni siquiera sus seguidores más fieles podían comprenderlo. Su enseñanza iba al grano, era práctica y a menudo difícil de utilizar, y sus milagros no siempre le procuraban un alto nivel de popularidad. Jesús era una figura inquietante.

          Juan 6 revela a este Jesús en algunas de sus complejidades. Lo muestra haciendo grandes maravillas, pero también presentando algunas enseñanzas que provocaban conflicto. Tanto sus amigos como sus enemigos tenían que enfrentarse a sus palabras, tal como sucede hoy en día. La verdad produce ese efecto, ¿no es así? Rara vez nos deja tranquilos. No nos acomodemos, vayamos más allá y descubramos lo que nos espera en el sexto capítulo del Evangelio de Juan.

Lo pequeño llega lejos

El acontecimiento central en Juan 6 es el que inicia el capítulo. Lea los versículos 1–14 y reformule el hecho con sus propias palabras.

La frase «después de esto» (6.1) equivale a una síntesis de lo que sucedió en Juan 5, ya que el escritor pasa por alto acontecimientos intermedios. Consulte los otros tres Evangelios para ver qué sucedió antes de lo relatado en Juan 6. Busque los siguientes pasajes, y resuma lo que nos dicen en cuanto a los hechos que conducen al relato de la alimentación de los cinco mil.

Marcos 6.14–29
Marcos 6.7–13, 30, 31
Lucas 9.7–9

¿Cuál era la ubicación geográfica en la que se desarrolló la señal de Juan 6.1–14? (cf. Mc 6.35; Lc 9.10)

Tiberias (v. 1): Designada como ciudad capital de la región, edificada por Herodes Antipas en la margen occidental del Mar de Galilea y bautizada en honor a Tiberio el emperador romano. En la época del ministerio de Jesús, este lago quizás no tenía aún el nombre de Tiberias, pero con toda seguridad lo tenía para la época en que Juan, el apóstol, escribió su Evangelio.

¿Por qué una multitud tan grande siguió a Jesús hasta este lugar? (v. 2)

El versículo 3 sugiere que Jesús trataba de alejarse para estar a solas con sus discípulos. ¿Por qué? Los siguientes pasajes le ayudarán a responder esta pregunta.

Mateo 14.1–13
Marcos 6.30–33
Lucas 9.1–11

¿Qué importancia tenía mencionar aquí la Fiesta de la Pascua? (Jn 6.4; Ex 13.3–10; 1 Co 5.7, 8)

¿Por qué Jesús usó esta ocasión para «probar» a Felipe cuando ya se sabía lo que iba a hacer? (Jn 6.5, 6)

¿Paso la prueba Felipe o algunos de los otros discipulos? (vv. 7–9)

Probarle (v. 6): Poner a prueba, explorar, examinar el carácter o la fe de alguien.
Doscientos denarios v. 7): Aproximadamente ocho meses del salario de un trabajador rural.

¿Han sido probados su carácter y fe? ¿Cuál fue la prueba?

¿Cómo la soportó? ¿Qué aprendió acerca de Dios y de usted como resultado?

¿A qué conclusiones llegó la multitud debido al milagro que realizó Jesús? (v. 14)

¿Condujo su comprensión de las cosas a una acción apropiada? (v. 15) Sí o no, ¿por qué?

El Evangelio llama a este hecho una «señal» (v. 14). ¿Cuántas y cuáles señales registró el apóstol Juan antes de esta?

¿Por qué piensa usted que, entre todos los milagros que Jesús hizo (excluyendo su resurrección), este es el único milagro que se relata en los cuatro Evangelios? ¿Qué hace de este milagro algo tan significativo?

La caminata sobre las aguas

Cuando Jesús se alejó de la multitud: «[…] volvió a retirarse al monte El solo» ( v. 15). ¿Por qué cree que no llevó a sus discípulos con Él? ¿Qué pudo haber hecho?

Describa lo que sucedió cuando oscureció y Jesús aún no había regresado adonde estaban sus discípulos (vv. 16–21).

Cuando usted atraviesa momentos tormentosos, como le ocurre a la mayoría de la gente, es posible que tenga miedo. Quizás procure controlar esos temores echando mano a sus propios recursos. Aunque esto también es normal, no es la mejor manera de hacerlo. Este relato bíblico sugiere una vía mejor. ¿Cuál es? ¿Cómo lo aplicaría para la próxima ocasión que se asuste?

El Pan de vida

Desde el versículo 6.22 de Juan hasta el final del capítulo, Jesús revela mucho acerca de quién es Él, su misión y de lo que la gente puede recibir de Él. Una de sus revelaciones —«dura es esta palabra»— disminuye significativamente el número de sus seguidores. Esas verdades las brindó a una gran multitud compuesta de cuatro grupos diferentes. Vea si puede identificarlos.

Grupo 1 (vv. 22–26):
Grupo 2 (vv. 41, 59):
Grupo 3 (vv. 60, 66):
Grupo 4 (v. 67):

El primero le planteó a Jesús cuatro cuestiones. ¿Qué dijeron y qué respondió Jesús? (vv. 25–40). Asegúrese de anotar la identidad del grupo en el espacio disponible abajo del siguiente encabezamiento.

Las respuestas de Jesús a _______
Asunto 1 (v. 25):
La respuesta de Jesús (vv. 26, 27):
Asunto 2 (v. 28):
La respuesta de Jesús (v. 29):
Asunto 3 (vv. 30, 31):
La respuesta de Jesús (vv. 32, 33):
Asunto 4 (v. 34):
La respuesta de Jesús (vv. 35–40):

La manera en que Jesús trató a este grupo provocó varios interrogantes en la mente de un grupo más pequeño pero muy franco. ¿Quiénes eran, qué asuntos le preocupaban y qué respuestas le dio Jesús?

Las respuestas de Jesús a ___________
Asunto 5 (vv. 41, 42):
La respuesta de Jesús (vv. 43–51):
Asunto 6 (v. 52):
La respuesta de Jesús (vv. 53–58):
Una vez más, las respuestas de Jesús crearon un problema a un tercer grupo mucho más allegado a El.
Las respuestas de Jesús a _________
Asunto 7 (v. 60):
La respuesta de Jesús (vv. 61–65):
La reacción del grupo (v. 66):

En el versículo 67, Jesús pregunta a esos que se habían reunido a su alrededor. Después que el grupo responde, le lanza otra pregunta significativa, destinada a informar más que a recabar una respuesta. ¿A quiénes se dirige? ¿Qué pregunta o dice? ¿Cómo responden (o el escritor del Evangelio) a Jesús?

Las preguntas de Jesús a _________
La pregunta de Jesús (v. 67):
Respuesta 1 (vv. 68, 69):
La pregunta de Jesús (v. 70):
Respuesta 2 (v. 71):

Antes de seguir adelante, vuelva a leer los versículos 25–71, y registre los «Yo soy», de Jesús; se trata de las palabras que fueron precedidas con la expresión «Yo soy». Luego indique lo que cree que estos dichos expresan acerca de quién es Jesús. En el cuarto Evangelio, todos los dichos que comienzan con «Yo soy» juegan un papel muy importante. Los estudiaremos con más detenimiento en una lección posterior.

La fuerte expresión de Jesús es en efecto dura. Las palabras en las que se refiere a comer su carne y beber su sangre han sido interpretadas de múltiples maneras por los cristianos a través de los siglos.

Algunos las ven como una referencia a la eucaristía, o Cena del Señor. Y entre los que lo hacen, se han sostenido cuatro puntos de vista. Uno es la transustanciación, y es el que aceptan los católicos romanos. Enseña que el pan y el vino de la eucaristía se convierten de un modo misterioso en el cuerpo y la sangre de Jesús.

Un segundo punto de vista, consustanciación, es común entre los luteranos, y sostiene que el cuerpo y la sangre de Jesús están presentes en, con o bajo los elementos eucarísticos del pan y el vino, pero que no se transforman en esos elementos.

La tercera posición es el punto de vista espiritual, aceptada por muchos protestantes de la Reforma. Ve la enseñanza de Jesús acerca de la carne y la sangre como algo simbólico o metafórico, indicando que por medio de los elementos de la eucaristía la presencia de Cristo y nuestra unión con Él se manifiestan espiritualmente, no física o materialmente.

El punto de vista del memorial, que sostienen muchos protestantes, toma las palabras de Jesús como el equivalente de la Fiesta de la Pascua de los judíos. Ambas comidas, la Cena del Señor y la Pascua, son de recordación, celebradas para que los creyentes recuerden lo que Dios ha hecho para salvarlos, y para que participen por fe en el poder que en la actualidad ofrece la relación del pacto representada por el rito.

Una quinta posición, que sostienen algunos católicos y también algunos protestantes, podría llamarse el punto de vista de la vía de la salvación. Propone que las palabras de Jesús sobre comer su carne y beber su sangre son paralelas y que es lo mismo que ver y creer en Él con el objeto de recibir la vida eterna (Jn 6.40). Por consiguiente, desde este punto de vista las palabras de Jesús en Juan 6 no tienen nada que ver con la Cena del Señor; son simplemente otra manera de decirle a la gente cómo se puede salvar.

Las interpretaciones varían, pero dado el peso que Jesús dio a estas palabras, deberíamos solucionar la cuestión con discernimiento y sensibilidad espirituales, enfatizando su significado espiritual, como lo hizo Jesús (v. 63).

Quizás a muchos lectores le sirva de ayuda el libro Worship His Majesty [Adora a su Majestad], de Jack Hayford, para acercarse a la Mesa del Señor con un concepto, dinámico y contemporáneo, que no cause división.

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