domingo, 9 de diciembre de 2018

YAHWEH INFUNDE ÁNIMO A SU PUEBLO



ISAÍAS. 60:1-9

¡Levántate, resplandece! Porque ha llegado tu luz y la gloria de Yahweh resplandecerá sobre ti.

sábado, 8 de diciembre de 2018

QUIÉN SOY EN CRISTO.



SOY ACEPTADO.

Juan. 1:12 Soy hijo de Dios.

Juan. 15:15 Soy amigo de Cristo
.
Romanos. 5:1 he sido justificado.

domingo, 18 de noviembre de 2018

014- Saludos a la familia de Dios



Romanos (16.1–27)

«Lo hice yo mismo. No recibí ayuda de nadie. Me las arreglé solo. Hice una gran obra yo solo. Mi éxito es simplemente eso: sólo mío. No le pertenece a nadie más que a mí».

013- Nuevamente en camino



Romanos (15.1433)

Si usted es un ser humano, quizás haya hecho al menos un viaje en su vida. Tal vez fue a un ciudad cercana o al otro extremo de su provincia. O a lo mejor realizó un viaje más largo cruzando los límites de varias provincias, o incluso viajó fuera de su país. Puede haberlo hecho en automóvil, en ómnibus, en tren o haber sorteado las experiencias de andar por tierra, para hacerlo por mar o por aire. No importa dónde haya ido o cómo haya viajado, probablemente el viaje fue memorable y con toda seguridad resultó más cómodo que la forma de viajar en tiempos del Nuevo Testamento.

012- Amor que libera



Romanos (14.115.13)

Si quiere encender una chispa en alguna reunión de cristianos, exprese una opinión acerca de la posibilidad de ingerir bebidas alcohólicas, o jugar por dinero, o fumar, o celebrar la víspera de Todos los Santos, o escuchar música rock, o bailar, o ver películas clasificadas como reservadas, o pertenecer a este o aquel partido político y seguir llamándose cristiano. O si quiere, podría ir más allá de estas cuestiones sociales a otras más teológicas tales como si el regreso de Cristo será antes, simultáneamente con, o después del Rapto de la Iglesia, o si en realidad habrá tal Rapto o no, o si el lavamiento de pies debería considerarse un sacramento, o silos nuevos creyentes deberían ser bautizados por inmersión, por aspersión, o por derramamiento de agua sobre ellos, o qué instrumentos musicales están permitidos en un servicio de adoración, o si las mujeres pueden ser diaconisas, o ancianas, o predicadoras. Plantee cualquiera de estos temas, o cualquier cantidad de temas parecidos, y observe lo que pasa. La conversación podrá empezar con cierta cortesía, pero pronto advertirá señales de desacuerdos profundos, a veces incluso de hostilidad. ¿Escucha los comentarios?

011- Ciudadanía para peregrinos



Romanos (13.1–14)

La Biblia no quiere que olvidemos que nuestro hogar no está aquí. Somos peregrinos, extranjeros en tierra ajena. Nuestro verdadero hogar, aquel en el que esperamos entrar, es el cielo. Y es allí, dice Pablo, donde radica nuestra ciudadanía (Flp 3.20).

010- Sacrificios transformados



Romanos (12.1–21)

• Procure ser el número uno.

• La vida es corta, por eso aproveche todo el placer que pueda.

• Lo puede tener todo en el aquí y el ahora.

• No se deje pisotear por nadie.

• Si alguien lo tumba, levántese y péguele más fuerte.

• Lo principal es ganar.

• La gente sólo recuerda a los que llegan primero, de modo que no se conforme con el segundo.

09- Promesas que nunca fallan



Romanos (9.1–11.36)

• «Prometiste arreglar ese grifo ayer, y la semana pasada también habías prometido arreglarlo. ¿Cuándo lo vas a hacer, realmente?»

• «Ya he escuchado eso demasiadas veces antes. ¡Acéptalo, no vas a cambiar ahora ni nunca!»

• «“Lo siento, lo siento, lo siento”. Estoy harto de escucharte decir que lo sientes. Lo único que quiero es que cumplas lo que dices que vas a hacer… ¡al menos una vez!»

08- Herederos de gloria



Romanos (8.1–39)

Si le ha tocado perder a un ser querido, sabe lo duro que es enfrentar el tema de la muerte. No hay palabras que alcancen para describir el tremendo dolor y la absoluta soledad que deja la muerte a su paso. Por algo se les llama sobrevivientes a los seres queridos que quedan aquí. No hay ningún otro acontecimiento en la vida más difícil de sobrellevar.

07- ¡Libre al fin!



Romanos (6.1–7.25)

Muchas personas se van de su tierra natal en su busca, a veces dejando amistades y familiares. Otros por buscarla toman nuevos rumbos, enfrentando los peligros desconocidos. Muchos, tan solo por probarla, luchan contra adicciones demoníacas como las drogas, el alcohol, la comida, el trabajo excesivo, el tabaco, el perfeccionismo, la pornografía. Cada vez más son los que mueren por defenderla en su propia tierra o en suelo extranjero. Cada vez son más los que intentan hallarla en la independencia económica. Y son incontables los que se han adherido a todo tipo de religión imaginable en su afán de experimentarla.

06- Cuando la muerte da vida



Romanos (5.121)

¿Ha notado alguna vez cómo al cristianismo le gusta lo paradójico? Por paradoja no me refiero a contradicciones lógicas: «círculos cuadrados», «solteros casados», «varillas con un solo extremo», «dos objetos totalmente idénticos». Las contradicciones no tienen sentido y jamás llegarán a ser verdaderas. Sostienen que una premisa es verdadera (digamos, que Dios siempre dice la verdad) y la opuesta también es verdadera (Dios nunca dice la verdad) al mismo tiempo y en el mismo sentido, lo cual es imposible. Lo que hacen con la cabeza lo desbaratan con los pies, dejándonos sin nada.

05- Estemos a bien con Dios



Romanos (3.21–4.25)

La silueta de sus diecisiete años evidenciaba la profunda alienación que sentía Jennie. Sus ojos contemplaban perdidamente el suelo, sin concentrarse en nada en particular, limitándose a atisbar el espacio vacío. Estaba sentada, cansada y tensa, sosteniéndose con sus gastadas manos apretadas bajo sus delgados brazos, con las cicatrizadas piernas firmemente cruzadas. Para apoyarse aún más, tenía un pie firmemente ceñido detrás del otro, impidiendo que el más mínimo rayo de luz de la habitación penetrara entre ellos. Lentamente, pero con un ritmo incesante, se balanceaba hacia adelante, luego hacia atrás, como si fuese una frágil muñeca acunándose a sí misma.

04- No hay excepciones



Romanos (2.173.20)

—¡Eso no es justo, papá! —exclamó Jaime casi a gritos mientras cruzaba los brazos en actitud desafiante y se hundía en el sillón—. Ya sé que no he terminado mi tarea para la escuela, pero ya había planeado ir a ver esa película y ahora que va mi amigo Samuel, yo también puedo ir.

03- No hay excusas



Romanos (1.182.16)

—¿Por qué hiciste eso, Santiago? —le preguntó exasperada su mamá—. Te he dicho una y mil veces que no molestes a tu hermana. ¿Por qué no me escuchas?
—¡Pero ella me sacó la lengua! ¡La odio! —Santiago estaba convencido de que su reacción había sido legítima y justificada, y no tenía por qué volverse atrás.

Pero, sin embargo, su mamá ya estaba cansada.

domingo, 11 de noviembre de 2018

02- Las grandes nuevas de Dios



(1.1–17)

«Felicitaciones, es una niña».

«¡Mamá, lo logré! Tengo “Excelente”en matemática»
.
«Ya puede estar tranquilo. La operación quirúrgica ha sido todo un éxito».

«¡Cariño, por fin me otorgaron el aumento!»

«Se les ha concedido el préstamo. La casa ya es de ustedes».

01- Introducción a Romanos



«Me gustaría presentarle a…» ¡Cuántas veces estas palabras han significado el comienzo de nuevas amistades, nuevos socios o clientes, nuevas relaciones sentimentales, hasta futuros miembros de la familia! Cuando nos presentan a alguien, nos permiten abrirnos a nuevas relaciones que pueden cambiar nuestra vida aportando nueva información, nuevas percepciones, nuevas maneras de ver las cosas, nuevas emociones. En ocasiones, una presentación puede abrir viejas heridas o incluso abrir heridas nuevas. Pero no importa cuál sea el curso que tome una nueva relación, una presentación siempre contiene la expectativa de algo novedoso, algo que esperamos que nos enriquezca y no que nos produzca amargura.

L13- Ángeles y demonios




Cuando entré en la habitación pude ver ángeles por doquier. Parecía que cada espacio disponible tenía su propia representación angelical. No, no se trataba de una visión sobrenatural, sino de los elementos que decoraban la habitación. Era Navidad y, como es natural en esa época festiva, se había elegido a las figuras de los ángeles como elemento decorativo de dicha habitación.

K12- Ministros angelicales



Cuando era niño, lo que menos me gustaba al ir a visitar a mis abuelos era que mi hermano y yo dormíamos en el sótano. Aunque era grande, con piso, y hacía mucho tiempo que lo habían acondicionado para usarlo como una parte más de la casa, aun así daba la sensación de ser un mundo infinitamente separado de las habitaciones del piso superior donde se alojaba el resto de la familia. Como era el menor de los varones, siempre me tocaba acostarme antes que los demás, recuerdo que una noche en particular sentí mucho miedo.

J11- Acciones durante la lucha



¿ Ha observado alguna vez que los bateadores en el juego de béisbol golpean suavemente sus bates contra el plato cuando se están acomodando en su posición? ¿Se ha preguntado alguna vez: «qué tiene que ver esto con el béisbol»? ¿Acaso el bateador necesita comprobar dónde está el plato? ¿Será que se mueve por el terreno de juego si no está continuamente golpeando el suelo? ¡Qué absurdo! Por supuesto, a nadie se le ocurriría pensar esas cosas. Pero aun así, lo cierto es que en todo juego de béisbol esta extraña práctica continúa: el plato sufre el «ataque» de un bate tras otro a medida que los jugadores van ocupando sucesivamente su turno para batear.

I10- Ayuno y oración



¿Se sintió alguna vez frustrado cuando niño por cosas que debía, pero no deseaba, hacer? Recuerdo bien las noches en que no quería irme a dormir, los días en que no tenía ningún deseo de ir a la escuela, las ocasiones en que gustosamente hubiera evitado bañarme, cortarme el cabello, dormir la siesta o cualquier otro de los innumerables «problemas» de la infancia que me echaban encima mis padres. Es lo que ocurre con la mente de un niño, cuando se es muy pequeño para entender sus necesidades.

H9- Introdúzcase en la batalla



A inicios de la Guerra Civil norteamericana la actitud general entre los del norte era cualquier cosa menos realista. Se sabe de muy buena tinta que hubo multitudes de civiles que siguieron a las tropas a la primera gran batalla, llevando cestas para el almuerzo, preparados para una excursión, de la misma manera en que nosotros lo haríamos para ver un partido de fútbol o de béisbol. Esperaban disfrutar de un buen espectáculo antes de recoger sus cestas y regresar a casa.El concepto de una verdadera guerra no entraba en sus mentes, y pocos tenían alguna idea del dolor y el sufrimiento que sobrevendrían en los años siguientes. Aún no había comenzado la cruda realidad de vidas truncadas y soldados inválidos; la noción errónea de la mayoría era que los sureños empacarían sus cosas y se volverían a casa apenas se oyeran los primeros disparos.

G8- La guerra invisible



Ataque sorpresa: la habilidad de atacar la posición del enemigo cuando no está preparado para hacerle frente o cuando no ha notado su presencia. Ya hace mucho tiempo que esta estrategia resulta efectiva en la guerra—fue lo que llevó a los Estados Unidos a entrar en la Segunda Guerra Mundial—y, para bien o para mal, se considera siempre una ventaja en la lucha.

F7- La guerra espiritual





No cayeron bombas, no se dispararon salvas ni murió nadie. Sin embargo, hubo gran violencia. La tierra tembló, las puertas de la prisión se abrieron, los guardias fueron sometidos y, en efecto, hubo una batalla. Pero, aunque hubo resultados físicos, esta no fue una lucha de un hombre contra otro en un enfrentamiento corporal. Esta fue una batalla espiritual que se inició con la oración.

F6- La intercesión



¿Cómo se sentiría si la persona más rica y exitosa en su campo de trabajo le pidiera que fuera su socio? Podría preguntarse por qué lo eligió, o quizás pensar en algo que pudiera aportar al negocio. Lo más probable es que se sienta honrado ante tal pedido y lo acepte sin titubeos, sobre todo si está convencido de su genuino interés y preocupación por usted.

E5- Fieles en la oración



«Hijos, nunca empiecen a trepar una montaña a menos que se propongan llegar hasta la cumbre».

¡Cómo recuerdo esas palabras que mi padre nos dijo a mi hermano y a mí! Esa gran advertencia habla tal verdad acerca de ser una persona virtuosa, perseverante, comprometida y fiel; una persona que primero calcula y luego se prepara, según sea el desafío, antes de lanzarse a la empresa. Al pensar en la forma de lograr fidelidad en la oración, recuerdo las palabras de mi padre porque, al parecer, las decía con suma seriedad; y cuando él se ponía serio, nosotros escuchábamos. Del mismo modo, es sabio que escuchemos al Padre celestial cuando nos llama a la fidelidad en la oración. Consulte los siguientes versículos y observe cuáles son las recompensas de «buscar» a Dios con fidelidad, de «pedir» a Dios en grande:

D4- El poder de la pureza




«Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida» (Pr 4.23).

Nuestro corazón es el centro de nuestra vida física. Si ese órgano no trabaja, la vida es imposible. Proporciona un suministro constante de sangre a todas las partes del cuerpo. De modo que, en su forma más elemental y sencilla, este proverbio es una saludable llamada de atención a cuidar la condición física del corazón. Por supuesto que el objetivo del escritor es el de advertir a los sabios con su alerta: «¡Tu parte interna, lo más recóndito de tu corazón, requiere el máximo cuidado, espiritualmente!»

C3- Presente sus necesidades



¡Cuánto más tiempo soy padre, tanto más me encanta el hecho de que Dios se autodenomine nuestro «Padre celestial»!

Me gusta decirle esto a la gente porque es muy cierto. A medida que crío a mis hijos, voy aprendiendo más y más cómo es el corazón de Dios para con nosotros. Me doy cuenta cómo ama, cuida, enseña, consuela y dirige a sus hijos. Es paciente, cariñoso, tierno, dadivoso y amoroso en todo sentido.

sábado, 10 de noviembre de 2018

B2- Intimidad con Dios



En el hogar de mi infancia había un viejo baúl del ejército colocado al pie de la cama, que servía como depósito de juguetes para mi hermana, mi hermano y yo. Lo recuerdo muy bien porque seguramente habré pasado mucho tiempo explorando su contenido o buscando a alguien que me ayudara a conseguir algún juguete que «tenía que encontrar». Ningún otro podía reemplazarlo; tenía que ser «ese» juguete.

A1- Descubra la oración




«Ven aquí, Jennifer; es hora de que te acuestes y hagas tus oraciones».
«Jessica, te toca el turno de dar gracias por la comida».

No todos nos habremos criado en hogares donde se decían estas cosas, pero el cuadro de una criatura con las manos unidas en oración y la cabeza inclinada es comprensible en cualquier parte. Aun en muchas casas donde se considera a Jesús como una mera figura histórica y Dios es apenas un concepto discutible, se dicen oraciones. Pregúntele a cualquiera, y la mayoría le dirá que en algún momento ora. Puede tratarse de «un deseo que se eleva al que está allá arriba», o una apasionada súplica a «Dios, si es que estás allí», o un simple recitar frases aprendidas de memoria, pero todos oramos.

N- De la tumba a la gloria



Juan (18.1–21.25)

Pregúnteles a algunos inconversos el porqué los cristianos creen en la vida después de la muerte, y preste atención a sus respuestas. Aunque sus convicciones de la existencia después de la muerte varíen desde la incredulidad declarada hasta la certeza absoluta, lo que creen acerca de esa vida, y el porqué lo creen lo dejará pasmado.

M- La oración de toda la vida



Juan (17.1–26)

Pedir es algo muy simple. Empieza con una necesidad o un deseo de algo que no podemos satisfacer o preferimos no hacerlo. Luego, buscamos la persona o personas que lo pueden hacer realidad, y nos acercamos a ella con el requerimiento. Este acto puede realizarse de muchas maneras: una cena a la luz de las velas, un paseo en automóvil bajo la luna, una reunión de trabajo, una pesquería, una excursión por la montaña, un juego de azar o de fuerza física. Después de decidir el lugar y el método, se hace la petición.

L- El Ayudador divino



Juan (14.15–16.33)

• «Ni me imagino cómo hacer este problema de matemática. Mamá, ¿podrías ayudarme?»

• «Si mi jefe me ofende una sola vez más, voy a renunciar. No necesito sus críticas, sino su ayuda».

• «Mi esposo no es como muchos otros esposos que conozco. Realmente comparte la carga del hogar. Si no lo hiciera, creo que provocaría una gran tensión a nuestro matrimonio, pues los dos trabajamos fuera».

K- El poder del Siervo



Juan (13.114.14)

Todos conocemos personas que tienen poder: presidentes, legisladores, empleadores, pastores, maestros, magnates comerciales, empresarios, inventores, padres y hasta algunos niños. La mayoría de las personas poderosas que nos rodean aman su poder; se encaprichan con la influencia que ejercen sobre otras personas, políticas, teorías, propiedades… cualquiera que sea lo que luchan por controlar.

J- Dar vida y predecir la muerte



Juan (10.4012.50)

Para ganar es preciso perder.
Para gobernar es preciso servir.
Para recibir es preciso pedir.
Para aprender obediencia es preciso sufrir.
Para vivir es preciso morir.
Para morir es preciso elegir la vida.

I- Cuando los ciegos ven y los que ven están ciegos



Juan (9.1–10.39)

Es algo asombroso. Se le puede explicar a un niño pequeño por qué no debe cruzar una calle muy transitada o tocar una estufa caliente, y aunque incluso dé muestras de haber comprendido, hará lo que le advirtieron que no hiciera. Luego, cuando le pregunte por qué lo hizo, responderá: «No sé», en un tono que uno duda si le entendió cuando se lo dijo.