El
libro de Rut es una hermosa historia de amor, lealtad y redención. Uno de los
únicos dos libros con nombre de mujer (véase Ester), esta obra maestra
literaria cuenta la historia de la salvación de Rut, la moabita. A través de su
relación con su suegra Noemí, Rut conoció al Dios viviente y se convirtió en su
devota seguidora. Al abandonar a su familia y tierra natal, ella demostró tanto
su amor hacia su suegra viuda como su fe en el Dios de Israel. Su fe estaba
bien fundada, porque Dios no sólo le proveyó, sino que además la incluyó en la
línea familiar del Mesías.
La
narración tiene lugar durante el tiempo de los jueces, un período de extremo
decaimiento espiritual y moral en Israel (1380-1050 a.C.). La hermosa historia
de Rut contrasta fuertemente con la depravación dominante en el período, lo que
provee un inesperado rayito de esperanza en una época de otro modo sombría.
La
historia en sí refleja la vida normal de un pueblo pequeño y rural,
específicamente en los alrededores de Belén. Detalles de elementos culturales,
como la descripción de la cosecha de cebada (1:22), la mención de la era (3:6)
y los eventos de la puerta de la ciudad (4:1) le añaden verosimilitud a la
historia. Es probable que la historia circulara primero en Belén a través de
Noemí y sus amigas. Más tarde, el autor de Rut conservó algo del amoroso toque
femenino que le da gracia a esta historia.
El
libro de Rut subraya un tema fundamental de la Biblia: el deseo de Dios de que
todos crean en Él, incluso los que no son israelitas. Este fue el plan de Dios
desde el principio. Él hizo un pacto con Abraham y sus descendientes de
bendecir a otras naciones a través de los israelitas y atraerlas hacia Él (Gn
12:1-3).
Paralelamente
al desarrollo de este, el tema central, el libro de Rut hace sus propias y
notables contribuciones. Una es la importante idea del amor leal, evidente en
el libro. La palabra hebrea que se traduce misericordia en 1:8 significa «amor leal» o «amor comprometido». Este es un amor genuino que cumple las
promesas. Cuando la palabra se usa respecto a Dios, se refiere a la amorosa
fidelidad de Dios a sus promesas. Aun cuando Rut era una extranjera y no estaba
familiarizada con la ley de Dios, ella mostró este tipo de amor y lealtad hacia
su suegra Noemí.
Ella
dejó su tierra para estar con Noemí en un tiempo de necesidad. Booz también
mostró la misma noble cualidad al proteger y proveer para Rut, la viuda de uno
de sus parientes. Más aún, la historia de Rut en el fondo ilustra cómo Dios
mismo muestra este tipo de amor. Recompensó a Rut por su lealtad hacia Él, la
honró con un lugar en la comunidad de la fe y la bendijo con un hijo que
llegaría a ser el antecesor del rey David y posteriormente del Mesías
prometido.
El
libro de Rut además enfatiza la redención. Es evidente la mano providencial de
Dios al redimir a Rut y Noemí de la pobreza. Él controló las circunstancias
para que Rut y Booz se encontraran y señaló a Booz para cumplir las
responsabilidades del «pariente cercano»
o el pariente redentor (3:9). El pariente redentor era «el defensor de los derechos de la familia». Este individuo era un
pariente cercano que tenía recursos financieros para rescatar a un miembro de
la familia afectado por la pobreza, interviniendo para salvar a ese pariente de
la esclavitud o de tener que vender la tierra de sus ancestros.
En
la historia de Rut, Booz redimió la tierra que Noemí estaba a punto de vender.
Además asumió otra de las responsabilidades del pariente cercano, la obligación
de proveer un heredero para el difunto marido de Rut, Mahlón. El hecho de morir
sin un heredero se consideraba una tragedia en el antiguo Medio Oriente. Para
rectificar esta situación, se esperaba que el hermano de un hombre fallecido se
casara con la viuda para tener un hijo que se pudiera considerar el heredero
del difunto. Esto se llamaba levirato. Booz asume de buena gana este deber, a
pesar de que él no era el pariente más cercano (3:12-13). Le compró la tierra a
Noemí, se casó con Rut y preservó el nombre de la familia mediante el
nacimiento de su hijo. Mediante estas acciones Booz ejemplificó la compasión y
amor de un redentor. Su vida es una ilustración para nosotros de la compasión
de Jesús, quien es nuestro Redentor (Gá 3:13).
Tradicionalmente
se identifica a Samuel como el autor de Rut. Sin embargo, algunos rabinos
judíos atribuyen el escrito a Noemí. Si las referencias a David en Rut 4:17-22
son parte integrante del libro original y no un agregado posterior, ninguno de
los dos pudo escribir el libro, ya que ambos murieron antes de que David fuera
coronado rey.
Algunas
evidencias llevan a concluir que el libro de Rut fue escrito durante el reinado
de David o Salomón. Primero, la
genealogía de David en 4:18-22 así lo indica. Segundo, el primer versículo de Rut implica que el libro fue
escrito después del tiempo de los jueces. Tercero,
el hecho de que el narrador tiene que explicar antiguas costumbres a los
lectores en 4:7 indica que el libro no se escribió en la época de los acontecimientos.
Toda esta evidencia puede apuntar a la autoría de Rut durante el reinado de
Salomón, una época que se recuerda como la edad de oro de la literatura hebrea.
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