jueves, 16 de enero de 2020

Estudio 7. El poder del Reino constituye misioneros



Hechos (13.1–14.28)

Cuando Bill era estudiante de primer año en el instituto bíblico le gustaba Sarah, y se sintió halagado cuando ésta aceptó salir con él en una ocasión. Como habían pasado un buen rato juntos, Bill le pidió otra cita. Pero la respuesta de Sarah fue: —¿Crees que Dios te está llamando al campo misionero?

—No —respondió Bill en tono desconcertado—, pienso que El me llama al ministerio con jóvenes.

—Entonces creo que no deberíamos salir más juntos —expresó la chica—, el Señor me ha llamado a ser misionera en Perú, y no quiero salir regularmente con nadie que no comparta dicho llamamiento.

Bill no supo muy bien qué pensar de aquello. Le parecía un planteamiento bastante exagerado, no obstante Sarah era una de las personas más sensatas que conocía.

Siete años después de aquella primera y única cita con Sarah, Bill se graduó del seminario y comenzó su ministerio entre jóvenes. Sarah se había casado con Walt, un buen amigo de Bill, que compartía el mismo llamamiento a la obra misionera en Sudamérica. Hacía ya un año que habían terminado los estudios, pero aún no estaban en el campo misionero. La junta de su misión no quería enviarlos al Perú. Debían ir a Hong Kong, y la vida allí era tan cara que les estaba costando una eternidad conseguir el apoyo económico necesario.

Para complicar más la situación, Sarah y Walt no dejaban de tener hijos. Cada uno de éstos aumentaba en dos mil dólares el sostén anual que precisaban. Cuando Bill oyó que ese año habían tenido mellizos, no pudo impedir el pensamiento. «Bueno, aquí acaba todo. Nunca llegarán al campo misionero. Basta ya de sueños y de normas, aunque sean en el nombre del Señor…»

Pero Sarah y Walt llegaron a Hong Kong, sirvieron al Señor allí y en esa ciudad criaron a todos sus hijos. Ahora están en Singapur, como veteranos maduros, porque Dios siempre acaba lo que comienza. El Espíritu Santo abre camino para sus siervos escogidos a través de las circunstancias más inverosímiles.

El espíritu y los misioneros

Antioquía de Siria era la tercera ciudad en importancia del mundo romano, después de Roma y de Alejandría. Había en Antioquía más de medio millón de habitantes cuando algunos creyentes de Chipre y de Cirene, arrojados de Jerusalén por la persecución, llegaron allí «anunciando el evangelio del Señor Jesús» (Hch 11.20). Los gentiles temerosos de Dios alcanzaron la fe en Jesús en tan grande número que la población en general se sintió movida a dar el nombre de «cristianos» a aquella iglesia naciente (v. 26). Nadie preveía lo que iba a hacer seguidamente el Espíritu de Dios.

¿En qué estaban ocupados los maestros y profetas de la iglesia de Antioquía cuando les habló el Espíritu Santo? (Hch 13.1, 2)

«Esta misma lista de profetas es simbólica del atractivo universal del evangelio. Bernabé era un judío chipriota; Lucio procedía de Cirene, en el Norte de Africa; Simón era también [llamado así por influencia judía] pero su otro nombre, Niger, [sugiere un origen nacional de raíces africanas. Niger es también] un nombre romano, [e] indica que Simón debía moverse en círculos romanos; Manaén era un hombre con conexiones aristócratas; y el mismo Pablo, un judío de Tarso de Cilicia con estudios de rabino.

«Se ha sugerido que éste [Simón] era el Simón de Cirene que había cargado la cruz de Jesús (Lc 23.26). Hubiera sido de lo más maravilloso que el hombre cuyo primer contacto con Jesús fue llevar la cruz, algo que en su momento debió resentir amargamente, se convirtiese en uno de los responsables directos de el relato de la crucifixión al mundo entero».

¿Qué dijo el Espíritu Santo a los dirigentes de la iglesia de Antioquía acerca de lo que debían hacer y de lo que El mismo estaba haciendo? (Hch 13.2)

¿Cómo llevaron a cabo los profetas y maestros de Antioquía lo que el Espíritu les ordenó que hiciesen? (Hch 13.3)

Ayuno y oración. Los líderes de la iglesia primitiva tomaron decisiones importantes únicamente después de ayunar y de orar. En Antioquía, los profetas y maestros ayunaron y oraron en busca de la dirección de Dios para la iglesia. Y mientras esperaban en Dios, el Espíritu Santo les instruyó (v. 2). Así fue como se inició la obra misionera, mediante la cual, el evangelio se ha ido predicando a todo el mundo. Los líderes piadosos esperan que Dios les instruya y dote sus vidas y ministerios con el poder del Espíritu Santo. La práctica disciplinada del ayuno, y la oración constante, son medios puestos ya a prueba con ese fin, y como tales, obligatorios en las vidas de los líderes (Mt 9.15).

¿Adónde guió el Espíritu Santo en primer lugar a Bernabé y Saulo, y cómo empezaron éstos a evangelizar? (Hch 13.4, 5)

Describa al procónsul de Chipre (Hch 13.7).

El Imperio Romano estaba dividido en provincias imperiales, las cuales eran administradas por representantes nombrados por el emperador llamados procuradores (como Pilato en Judea), y provincias senatoriales presididas por procónsules nombrados por el senado romano. Sergio Paulo era el procónsul de la isla de Chipre.

¿Quién era Barjesús y qué papel desempeña en el relato del procónsul? (Hch 13.6–8)

¿Cómo replicó verbalmente Saulo a las palabras que el mago debía estar utilizando para resistir al evangelio? (Hch 13.9, 10)

¿De qué manera milagrosa respondió el apóstol a la magia que Elimas debía estar empleando para oponerse a las buenas nuevas? (Hch 13.11)

¿Qué cosas motivaron la fe del procónsul y cuál de ellas parece que tuvo más influencia? (Hch 13.12)
En caso de que haya usted practicado la oración con ayuno como una disciplina espiritual, ¿le ha parecido eficaz a modo de preparación para recibir la guía del Señor?

Si no ha utilizado nunca antes esta disciplina espiritual para abrirse a la dirección divina, ¿en qué momentos principales de su vida podría usted orar y ayunar?

Dé algún ejemplo, si puede, de una persona inteligente que usted conozca y a la que la necedad mundana o diabólica le impide creer en el evangelio.

¿Ha llegado a la fe en Cristo tal persona?

Si es así, ¿de qué manera cambió el Señor su mente y su corazón?

El mensaje y los misioneros

A través de la confrontación de Bernabé y Saulo con Sergio Paulo y Elimas, Lucas dio un ejemplo de los conflictos, entre el Espíritu de Dios y los malos espíritus que andan por el mundo, a los cuales habrían de hacer frente los misioneros durante todo su ministerio. Mediante el mensaje de Pablo en la sinagoga de Antioquía de Pisidia, el mismo Lucas dejó otra muestra de la forma en que dichos misioneros proclamaban la buena nueva de Jesucristo a los oyentes judíos en todas las ciudades que visitaban.

¿Qué cambio se produjo en la identificación de Saulo por parte de Lucas? (Hch 13.9, 13)

Su nombre seguirá constante a lo largo del resto de Hechos.

¿Qué modificación hubo en la forma que tiene Lucas de identificar al equipo misionero? (Hch 13.2, 7, 13)

¿Qué papel ha desempeñado hasta ahora Juan Marcos en los Hechos de los Apóstoles? (12.12, 25; 13.5, 13)


Pablo viaja a Galacia (primer viaje misionero, Hch. 13; 14). Enviados por la iglesia de Antioquía (Hch 13.1–3), Pablo y Bernabé viajaron a las ciudades de Galacia en el Asia Menor. Las sinagogas judías ofrecieron a Pablo un púlpito desde el cual predicar el evangelio. A veces, sin embargo, encontraron allí oposición.

En las sinagogas era costumbre dar la oportunidad a los rabinos que estaban de paso de saludar a la congregación e impartir alguna instrucción o exhortación. A Jesús, como maestro de fama creciente, se le había invitado a leer la Escritura en la sinagoga de su ciudad natal, Nazaret (Lc 4.16–21). Pablo, por ser un célebre fariseo de la vecina Tarso, también recibió la invitación a exhortar a los fieles de la sinagoga de Antioquía de Pisidia (Hch 13.14, 15).

¿A qué grupos se dirigió Pablo en la sinagoga de Antioquía? (Hch 13.16, 26, 43)

¿Cómo marcó el apóstol el comienzo de cada una de las partes importantes de su mensaje en la sinagoga? (Hch 13.16, 26, 38)

En el primero de los puntos principales de Pablo (Hch 13.16–25), ¿qué incidentes históricos utilizó el apóstol para ilustrar su afirmación de que «el Dios de este pueblo de Israel escogió a nuestros padres, y enalteció al pueblo?» (v. 17)

13.17 extranjeros, paroikia; Forasteros, extraños, transeúntes, no ciudadanos que habitan como exiliados residentes. (Compare «parroquiano» y «parroquia»). Israel peregrinó en Egipto en calidad de paroikia. El hogar permanente de ellos sería la tierra de Canaán. 1 Pedro 1.17 usa paroikia en el sentido espiritual. Los cristianos vivimos temporalmente como extranjeros en un mundo inamistoso. El Señor ha preparado para los cristianos un hogar futuro, de carácter permanente y sin límite de tiempo.

El segundo de los puntos principales del mensaje de Pablo en la sinagoga de Antioquía (Hch 13.26–37) era referente a la manera en que «a vosotros es enviada la palabra de esta salvación» (v. 26) ¿Qué papel desempeñaron los judíos de Jerusalén en el cumplimiento de dicha salvación? (vv. 27–29).

¿Qué papel jugaron los discípulos galileos en la realización de esta salvación? (vv. 30–32)

¿Cuál fue el papel de las Escrituras en cuanto a predecir y corroborar dicha salvación? (vv. 33–37)

El tercero de los puntos principales del mensaje de Pablo a los judíos y a los temerosos de Dios en Antioquía (Hch 13.38–41) fue una exhortación a recibir la salvación que Dios había provisto por medio de Jesús. ¿Qué quería Pablo que hiciesen sus oyentes? (vv. 38, 39)

¿De qué les estaba advirtiendo? (vv. 40, 41)

Por la forma en que está expresada la advertencia, ¿cree usted que Pablo esperaba que su auditorio aceptara o rechazaría el evangelio? Explique su contestación.

¿Cuáles fueron los resultados del sermón de Pablo en Antioquía de Pisidia?

Resultados a corto plazo (Hch 13.42–45)

Resultados a largo plazo (vv. 46–50)

¿Por qué Pablo y Bernabé «sacudieron contra ellos el polvo de sus pies»? (Hch 13.51; véase Mt 10.11–15)

¿Por qué estaban tan gozosos los nuevos creyentes en Antioquía de Pisidia frente a la persecución? (Hch 13.52; véanse vv. 26, 42, 46–48)

¿Qué cosas le han sucedido en su vida que le indican que es usted parte del pueblo escogido y enaltecido de Dios?

¿Qué pasajes de la Escritura le dan una mayor convicción en cuanto a la salvación que Jesús proveyó para usted con su muerte?

¿Qué clase de personas piensa usted que no alcanzan la salvación porque ésta les ofende? ¿Y qué otras cree que son seleccionadas por el evangelio porque se regocijan en él?

Las iglesias y los misioneros

La experiencia de Pablo y Bernabé en Antioquía de Pisidia sienta la norma para su ministerio en otras ciudades del sur de Galacia. Los judíos incrédulos se opusieron al evangelio agitando a los gentiles mientras se formaban iglesias compuestas por judíos creyentes y gentiles temerosos de Dios.

El ministerio más largo en una ciudad durante este viaje misionero tuvo lugar en Iconio. Después de haber establecido un grupo de cristianos allí, ¿de qué manera ministraron Pablo y Bernabé y cuáles fueron los resultados? (Hch 14.3, 4)

¿Qué motivó a Pablo y Bernabé a abandonar Iconio en dirección a Listra y a Derbe? (Hch 14.5, 6)

¿Qué milagro sobresaliente hizo Pablo en Listra? (Hch 14.8–10)

¿Cómo interpretaron los habitantes paganos de Listra dicho milagro? (Hch 14.11–13)

¿De qué manera impidieron Pablo y Bernabé que la muchedumbre les ofreciesen sacrificios como a dioses encarnados? (Hch 14.14–18)

¿Qué razones teológicas dieron Pablo y Bernabé a sus oyentes paganos de Listra? (Hch 14.15–17)

¿En qué aspectos diferían el mensaje impremeditado de Pablo a los paganos (14.15–17) y aquel otro del apóstol dirigido a sus oyentes de la sinagoga? (Hch 13.16–41)

¿Qué le sucedió a Pablo en Listra a pesar de su popularidad inicial? (Hch 14.19; véanse vv. 5, 6)
A los ojos de sus atacantes Pablo estaba muerto; pero aunque no lo estuviese, ¿cuál es el milagro de Hechos 14.20, 21?

Al volver, Pablo y Bernabé visitaron las recién nacidas iglesias que habían fundado en su viaje misionero (Hch 14.21–23). Explique los siguientes aspectos de esta visita de vuelta.

PROPÓSITO (v. 22a)
MENSAJE (v. 22b)
PROCEDIMIENTO (v. 23)

¿Cómo terminaron Pablo y Bernabé su viaje misionero?

DE CAMINO A ALGÚN SITIO (Hch 14.24, 25)
EN CASA (Hch 14.26–28)

¿Cuándo ha visto usted a personas propensas a adorar al predicador en lugar de al Dios a quien éste sirve? ¿Cómo pueden reducir los predicadores la probabilidad de que se dé esta tendencia blasfema?
¿Por qué es posible que Pablo comprendiera la mentalidad de los judíos que le perseguían de ciudad en ciudad para eliminar el evangelio?

¿Qué clase de inconversos entiende usted por propia experiencia? ¿Cómo puede esa percepción suya hacerle un testigo más eficaz del Señor para ese tipo de persona?




Continuará…

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