jueves, 16 de enero de 2020

Escuela 6. El poder del Reino rompe las barreras



Hechos (9.32–12.25)

El orador era alto y robusto. Su sonrisa era leve y cálida como su lento hablar que acariciaba cada palabra como si no quisiera dejarla escapar.

«Si vas al norte, a Montgomery, morirás», expresaron sus melosas palabras» Durante la Depresión yo era un niño campesino, descalzo, que vivía en lo más profundo de la tierra pantanosa que bordea el Golfo, cerca de Mobile», había comenzado diciendo.

«Nunca íbamos a ningún sitio, de modo que los horizontes de mi mundo sólo llegaban hasta unos quince kilómetros de distancia. Estaba consciente de que en el norte vivía otra raza de gente, llamada los «yanquis», a quienes esperaba no tener que conocer nunca. Los relatos de su barbarie estaban entretejidos en el folklore de mi tierra natal. Aquel Norte donde acechaban los yanquis comenzaba, suponía yo, alrededor de 150 kilómetros más allá, una distancia inconcebiblemente remota para mí»

Muy raramente se desplazaba alguien por negocios desde el pueblo hasta la capital del estado, y hubo un año en el que la gripe hizo estragos allá arriba en Montgomery. Ahora bien, yo no sabía lo que era la gripe, simplemente que de vez en cuando escuchaba a los adultos del pueblo decir. “Ha subido a Montgomery y ha muerto; por lo que concluí, no descabelladamente, y seguí creyendo durante años, que si uno iba a Montgomery los yanquis lo matarían».

La audiencia de Chicago se echó a reír, ya que todos los yanquis que había en la sala de baile sintieron que tenían algo en común con el conferencista. La raza, la religión y la historia dividen a la gente en grupos recelosos y hostiles entre sí. Sólo el Espíritu Santo, por medio del evangelio de Jesucristo, puede romper las barreras que separan a la humanidad.

El poder alcanza a gentiles como individuos

Hasta ahora la propagación del evangelio en Hechos ha estado centrada en los judíos, ya fueran éstos devotos de la cultura hebrea o abierta a la prevaleciente forma de vivir helenista. Los samaritanos, sus primos hermanos, han sido incluidos en el creciente número de discípulos. Un gentil, el eunuco etíope, puso su fe en Jesús antes de marcharse lejos adonde nadie tuviera que preocuparse por él. Pero en Hechos 9, el Señor empieza a hacer pensar a la iglesia primitiva en los gentiles como creyentes en el Cristo, y para romper el hielo utiliza a Pedro, el apóstol de los judíos.

Pedro estaba realizando una gira de predicación por Judea (y tal vez Samaria) cuando llegó a Lida. ¿Qué sucedió en ese lugar? (Hch 9.33, 34)

¿Cuál fue el resultado de ese acontecimiento? (Hch 9.35)

¿Qué sucedía en Jope mientras Pedro se encontraba en Lida? (Hch 9.36, 37)

¿De qué manera llamó el Señor a Pedro para que fuera a Jope y cómo reaccionó el apóstol? (Hch 9.38, 39)

Describa el milagro que sucedió en Jope (Hch 9.39–41; cf. Lc. 8.51–56).

¿Cuál fue el resultado de dicho milagro? (Hch 9.42)

Tanto Eneas como Dorcas son nombres griegos. Eneas, probablemente, era un judío helenista. Dorcas tenía un nombre judío. Tabita. Esta última tal vez viniera de una familia conservadora, pero su trato con el mundo helenista le hacía conveniente llamarse con un nombre griego. A medida que Pedro se iba alejando de Jerusalén, entraba más y más en una sociedad judía influenciada por el pensamiento gentil.

¿Dónde estaba Pedro y dónde Cornelio cuando tiene lugar el siguiente relato? (Hch 9.43; 10.1)

Cesarea era la capital romana de Judea. Herodes el Grande la había construido unos cincuenta años antes de la narración de Hechos y la había llamado así en honor de Julio César. Su gran fondeadero artificial convertía a la ciudad en el primer puerto marítimo judío. El gobierno romano tenía su centro en Cesarea, aunque para los judíos se trataba de un símbolo de la ocupación romana. Para ellos, la verdadera capital sería siempre Jerusalén.

En los Hechos de los Apóstoles, Cesarea representa el punto de transición entre el mundo judío y el mundo gentil. En la primera parte del libro, los pioneros del evangelio terminaron en Cesarea, pero no fueron más allá (Hch 8.40; 10.24). El primer grupo pequeño de creyentes gentiles estuvo en dicha ciudad (Hch 10.44, 48). Una vez que el evangelio supera a Cesarea, en la mitad del libro de los Hechos, se encuentra verdaderamente en el mundo gentil.

Describa a Cornelio y su actitud hacia el judaismo (Hch 10.1, 2).

¿Por qué envió Dios un ángel en visión a Cornelio? (Hch 10.3, 4)

¿Cuál fue el mensaje de la visión angélica que tuvo Cornelio? (Hch 10.5, 6)

¿Cómo respondió Cornelio a su visión? (Hch 10.7, 8)

¿De qué manera se relaciona el momento de la visión de Pedro con la visión y la respuesta de Cornelio? (Hch 10.9)

Compare las circunstancias de ambas visiones (Hch 10.3, 9)

Contraste las respuestas iniciales a las visiones (Hch 10.4, 14).

Describa la visión de Pedro (Hch 10.11–16).

¿Por qué tuvo que repetirse tres veces?

¿Por qué el Espíritu Santo tuvo que dirigir a Pedro para que fuese con los criados de Cornelio incluso después de haber tenido aquella visión? (Hch 10.19, 20)

¿Por qué creyeron los criados de Cornelio que era necesario describir a su señor como alguien temeroso de Dios y mencionar la visión angélica que había tenido? (Hch 10.22)

Contraste la llamada de Pedro a Jope con aquella otra a Cesarea (Hch 9.38, 39; 10.7–24).

Pedro tuvo su visión al mediodía (Hch 10.9), pero no partió con los mensajeros de Cornelio hasta el día siguiente. El apóstol parece haber reconocido que iba a suceder algo importante, de modo que reunió a un grupo de creyentes de Jope para que le acompañaran como testigos (Hch 19.23). El hecho de que no dudara en mostrarse hospitalario con los tres hombres enviados por Cornelio dice mucho a su favor. Tal vez los servidores fueran judíos, pero el soldado del regimiento la Italiana era un gentil venido de Italia.

¿Qué sucedió al entrar Pedro en casa de Cornelio? (Hch 10.25, 26)

¿Quiénes componían el auditorio de Pedro? (Hch 10.24, 27)

¿Qué explicación se sintió impulsado a dar el apóstol a su público gentil? (Hch 10.28, 29)

¿Cómo explicó Cornelio su petición? (Hch 10.30–33)

A los gentiles que adoraban a Dios y observaban la Ley, pero que no habían llegado a ser prosélitos, se los llamaba «temerosos de Dios» (Hch 10.2) o «devotos» (vv. 2, 7). Cornelio no era un pagano. La proclamación del evangelio a los gentiles paganos tendría que esperar todavía un poco más de tiempo.

¿Cuál fue el comentario inicial de Pedro en su mensaje? (Hch 10.34, 35)

«Acepción» (parcialidad) es la traducción de la palabra griega prosopolemptes, que incluye la idea de «volver la cara hacia». Si uno vuelve el rostro hacia aquellos a favor de quienes está haciendo acepción, da la espalda a esos otros en contra de los cuales está siendo parcial. Pero Dios no le vuelve la espalda a nadie.

¿Cuál era el mensaje que Dios había mandado a los judíos? (Hch 10.36–39)

¿Qué tenían que decir los testigos? (Hch 10.40–43)

¿Que sucedio mientras Pedro predicaba? (Hch 10.44–46)

¿Cuál fue la respuesta de Pedro a las conversiones gentiles? (Hch 10.47, 48)

¿Con qué grupos de personas le cuesta trabajo ser imparcial?

¿Qué lo separa de esa gente?

¿Qué tendría que hacer el Señor para que usted pudiera adorar con gusto en la misma iglesia que ellos?

¿Cuándo ha visto usted derrotada la acepción de personas en un ambiente cristiano, y a Dios ser glorificado por ello?

El poder alcanzar a algunos grupos gentiles

Pedro permaneció unos pocos días con el gentil Cornelio y su familia en Cesarea, pero las noticias de las conversiones gentiles llegaron pronto a Jerusalén. Cuando finalmente el apóstol volvió allá, ¿qué fue lo que sucedió? (Hch 11.2, 3)

¿Cuán importante resultó para Pedro, explicando su contacto con los gentiles, el poder relatar la visión que había tenido y presentar a seis testigos de lo que había pasado cuando los gentiles creyeron? (Hch 11.4–15)

¿Qué conclusión sacó Pedro de que Dios hubiera dado el Espíritu Santo a los gentiles del mismo modo que lo había hecho con los judíos? (Hch 11.16, 17)

Reflexione sobre cada parte de Hechos 11.18 y escriba la manera en que los apóstoles y los hermanos de Jerusalén respondieron al informe de Pedro sobre la conversión de los gentiles.

         Hechos 11.19 vuelve a mencionar la continua dispersión de los cristianos helenistas a causa de la persecución que comenzó después del martirio de Esteban (véase Hch 8.1, 4). La oleada de testigos rebasaba ahora Cesarea. Enumere los sitios adonde fueron dichos testigos (Hch 11.19).

¿Y a quiénes predicaron?

¿De qué zonas eran nativos los judíos helenistas que llegaron a Antioquía procedentes de Jerusalén? (Hch 11.20)

Búsquelas en el mapa de la lección 5.

Hasta ahora, en el libro de los Hechos, la palabra griegos ha significado judíos helenistas (6.1; 9.29), pero en Hechos 11.20 Lucas utiliza ese término en claro contraste con el «sólo a los judíos» del versículo 19. En este contexto, griegos debe querer decir gentiles. [Más tarde, la circuncisión de los cristianos gentiles surgiría como una cuestión de debate en Antioquía (Hch 15.1–5)]. ¿Qué predicaron los testigos en Antioquía y cuál fue el resultado de su predicación? (Hch 11.20, 21)

¿Qué hizo la iglesia de Jerusalén para evaluar la nueva oleada de testimonio? (Hch 11.22; cf 8.14)

¿Qué clase de persona era Bernabé y qué supuso su estancia en Antioquía? (Hch 11.23–26)

«Cristianos» es una transliteración del griego christianos, que era la denominación simple, y probablemente burlona, dada a los antiguos seguidores de Cristo.

¿Cómo demostró la iglesia mayormente gentil de Antioquía su reconocimiento del liderazgo de la iglesia de Jerusalén? (Hch 11.27–29)

¿Cómo empezaron Bernabé y Saulo su ministerio juntos? (Hch 11.25, 26, 30)

El oficio de profeta. Agabo es un ejemplo del «oficio» de «profeta» en el NT. Este desempeño difiere de la forma como el don de profecía obra en la vida del creyente, porque sugiere un ministerio encomendado por el Cristo a una persona, más que como un don dispensado por el Espíritu Santo a través de una persona.

En el NT, este oficio no se exaltaba tanto como parece ser la tendencia hoy en día. Todo sensacionalismo es indigno, tanto en el profeta como en aquellos a quienes él ministra, y ciertamente resultará en un infructuoso final.

El incidente de Agabo tuvo como resultado una acción efectiva de la iglesia frente a una situación desafiante. Esto constituye una prueba válida del oficio profético, que es para edificación y no para entretenimiento; para ensanchar y renovar el cuerpo de la iglesia, tanto localmente como más allá.

El poder alcanza a las mundanas autoridades gentiles

Cuando el evangelio de Jesucristo empezaba a tantear los límites del mundo gentil, «el príncipe de la potestad del aire» (Ef 2.2) golpeó en el corazón de la iglesia por medio de las autoridades gentiles de Judea. ¿Podía el diablo dar marcha atrás a la expansión del evangelio atacando a los apóstoles?

¿Por qué comenzó Herodes a perseguir a la iglesia? (Hch 12.1, 3)

¿Cuán extrema se hizo dicha persecución? (Hch 12.2, 3

¿Por qué habría podido agradar a los judíos el hecho de que Herodes asesinase a Pedro cerca del tiempo de la Pascua? (Hch 12.3; véanse Lc 22.1, 2; Jn 11.55)

En el Nuevo Testamento hay varios individuos con el nombre de Herodes. El que trató de matar a Jesús asesinando a los bebés de Belén era Herodes el Grande, quien había edificado la ciudad de Cesarea y extendido y embellecido en gran manera el templo. El Herodes implicado en la ejecución de Juan el Bautista y en el juicio de Jesús fue Herodes Antipas, uno de los hijos de Herodes el Grande y gobernador de Galilea.

Y el de Hechos 12 era Herodes Agripa 1, nieto de Herodes el Grande a través de otro de sus hijos. Herodes Agripa 1 gobernó en Judea. La autoridad de todos esos Herodes estaba sujeta a los gobernadores romanos.

¿En qué poder se apoyó Herodes para retener a Pedro y en qué otro la iglesia para liberarlo? (Hch 12.4, 5)

¿Qué dispositivos de seguridad se establecieron la noche antes de la programada ejecución de Pedro? (Hch 12.6)

La liberación que hizo el Señor de Pedro no fue callada ni secreta. ¿De qué maneras se burló Dios de las medidas de seguridad puestas por Herodes? (Hch 12.7–10).

¿Cuál fue la progresión del pensamiento de Pedro durante su rescate de la cárcel y justo después del mismo? (Hch 12.9–12)

¿Qué cree usted que indica la sorpresa de Rode, la joven criada, y de la iglesia entera, acerca de las expectativas de aquellos poderosos guerreros de oración que habían visto tantos milagros? (Hch 12.13–16)

El Santiago a quien Pedro envió recado de su milagrosa liberación de la cárcel era el hermano de Jesús, que surgió como dirigente de la iglesia de Jerusalén (véase Hch 15.13–21; Gl 1.18, 19). El Señor no ordenó a Pedro en esta ocasión que confrontara a las autoridades (véase Hch 5.19, 20), de modo que el apóstol se apartó temporalmente hasta que Herodes volvió a Cesarea. ¿Qué hizo Herodes cuándo vio frustrados sus planes para agradar a los judíos? (Hch 12.18, 19)

Describa la situación en que se vieron Herodes y los residentes de Tiro y Sidón (véase el mapa de la lección 5). (Hch 12.20)

¿Qué fue lo que condujo al juicio de Dios sobre Herodes? (Hch 12.21–23)

Contraste los dos toques de ángeles que aparecen en Hechos 12 y sus distintos resultados (vv. 7, 23).

Hechos 12.24 resume las consecuencias de ambas acciones angélicas en ese capítulo. ¿Cómo puede haber contribuido cada una a la propagación de la Palabra de Dios?

¿A quién llevaron consigo Bernabé y Saulo a Antioquía desde Jerusalén una vez cumplida su misión caritativa? (Hch 12.25; véase v. 12)


Continuará...

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