Hechos (15.1–16.5)
Hechos 15.1–16.5
habla de un problema y de un par de desacuerdos. Los apóstoles necesitaron toda
la sabiduría del Espíritu para descubrir el parecer de Dios en aquella
situación.
División
en la iglesia
Cuando
Pablo y Bernabé volvieron de su primera expedición misionera, contaron como
Dios «había abierto la puerta de la fe a los gentiles» (Hch
14.27).
No podían estarse refiriendo a los primeros convertidos no judíos, ya que los
primeros gentiles cristianos registrados habían sido el eunuco etíope y los de
la casa de Cornelio (8.37;
10.44–48).
Tampoco podían querer decir la primera conversión de gentiles a gran escala, ya
que ésta había tenido lugar en Antioquía (11.20–24).
A lo que Pablo y Bernabé se referían sin duda era a la inclusión entre los
convertidos del sur de Galacia de gentiles paganos que no eran temerosos de
Dios ni casi conversos del judaísmo.
Los
creyentes gentiles temerosos de Dios antes de su conversión habrían guardado
buena parte de la ley de Moisés. Su estilo de vida hubiera sido aceptable para
muchos creyentes judíos, aunque algunos de los más estrictos aún objetaran al
contacto con ellos por no haberse circuncidado.
Por
su parte los creyentes gentiles que habían sido paganos antes de convertirse
suscitaban todo tipo de problemas. Los judíos practicantes no podían tener
contacto social con gentiles inmundos. Se trataba de algo más que de un asunto
de circuncisión, tenía que ver con todo un modelo de vida (véase Gl
2.11–14).
Había
que contestar dos preguntas: La teológica estaba relacionada con la manera en
que los gentiles podían ser salvos de sus pecados. La práctica con la manera en
que judíos y no judíos podían convivir juntos en la iglesia.
¿Cuáles eran las dos
posiciones que había en la disputa de Antioquía y quiénes los discutidores? (Hch
15.1,
2,
5,
24)
¿Por qué fue un paso
sabio y espiritualmente adecuado el que la iglesia de Antioquía sometiese la
discusión a los apóstoles y a los ancianos de Jerusalén en busca de una
decisión vinculante? (Hch 15.2;
véase 2.42;
4.13;
6.4;
8.14,
15;
11.22–24)
¿Qué acontecimientos
antes del concilio mismo debieron alentar a Pablo y Bernabé? (Hch
15.3,
4)
¿Cómo procuraron
argumentar coherentemente Pablo y Bernabé a favor de la aceptación de las
incondicionales conversiones gentiles? (Hch
5.3,
4,
12)
La iglesia primitiva
estaba dividida en cuanto a la doctrina de la salvación. ¿Sobre qué cuestiones
serias y triviales ha visto usted disentir a las iglesias?
La
iglesia de Antioquía apeló a la sabiduría de hombres en quienes confiaba para
poner los intereses espirituales por encima de las preferencias de cada uno.
¿Por qué hay tantas iglesias hoy en día a las que les cuesta resolver sus
disputas? (Véase 1 Co 6.1–8
en relación con un caso que tuvo que enfrentar Pablo.)
La
decisión de la iglesia
La
iglesia de Jerusalén probablemente no era consciente de que la decisión a la
cual llegarían respecto a la conversión de los gentiles era decisiva para el
futuro del Reino de Dios. El concilio muy bien hubiera podido desintegrarse en
facciones airadas resueltas a salirse con la suya. Observe la forma magistral
en que los dirigentes ordenados por Dios forjaron el consenso entre ambas
posiciones. ¿Cómo se condujo la primera fase del concilio? (Hch
15.6,
7a)
¿De qué manera enfocó
Pedro la atención del concilio? (Hch
15.7–9)
«Ninguna
diferencia» significa que no hay discriminación, un sustantivo que implica
juicio y que puede aplicarse al buen juicio, por ejemplo, con el que un
degustador de café es capaz de distinguir entre las mezclas de diferentes
granos. Hoy en día, sin embargo, se utiliza más bien como referencia al juicio
parcial: por ejemplo, cuando un patrón discrimina entre sus empleados por
razones étnicas o de sexo a la hora de ascenderlos. Dios se niega a discriminar
a cualquiera, a hacer distinción entre las personas en lo tocante a la
salvación que les ofrece.
¿Qué conclusión había
sacado Pedro de su experiencia evangelizando a Cornelio y a la casa de éste? (Hch
15.10,
11).
El
silencio que siguió al testimonio de Pedro acerca de la evangelización de los
gentiles, hizo que Pablo y Bernabé pudieran lograr ser escuchados
respetuosamente. ¿Qué habrá significado el relato de las «grandes señales y
maravillas» (Hch 15.12)
realizadas por medio de ellos entre los gentiles en cuanto a la validez de su
ministerio?
Santiago,
quien se hizo cargo del concilio de Jerusalén a partir de Hechos
15.13,
era el hermano de Jesús. Había tenido el honor de ser testigo de una de las
apariciones del Señor después de la resurrección (1
Co 15.7),
surgiendo luego como el dirigente de la iglesia en Jerusalén (Hch
12.17).
Pablo llamó apóstol a Santiago poniéndolo en el mismo nivel que Pedro (Gl
1.18,
19),
y se refirió a él como uno de los pilares de la iglesia en cuanto a su papel en
aquel concilio (2.9).
¿Qué pasaje de la
Escritura utilizó Santiago para apoyar el relato de Simón Pedro acerca de la
conversión de los gentiles? (Hch 15.14–18)
¿Qué dice esta profecía
del Antiguo Testamento sobre la relación entre los creyentes judíos y los
gentiles? (Hch 15.16,
17)
¿Cuál fue la
recomendación que hizo Santiago al concilio? (Hch
15.19–21)
¿De qué grupos partió
la carta que anunciaba la decisión tomada por el concilio? (Hch
15.23)
¿A quién iba dirigida
dicha carta? (Localice las áreas en el mapa
de la lección 7.)
¿Cómo se envió la
carta? (Hch
15.22,
30)
¿Qué elementos
apaciguadores había en el planteamiento del problema por parte del concilio que
debieron alentar a los destinatarios gentiles? (Hch
15.24)
¿Cuál fue la decisión
por la que el concilio aceptó plena responsabilidad? (Hch
15.25–27)
¿Qué decisión
atribuyeron los reunidos a la operación del Espíritu Santo por medio de ellos?
(Hch
15.28,
29)
Unidad
y armonía. Estar «unánimes» o de acuerdo es un rasgo dominante en el liderazgo
del Nuevo Testamento. Siempre que los líderes de la iglesia primitiva se
reunían en Jerusalén, se nos dice que estaban unidos y en armonía unos con
otros y con Dios (2.46;
4.24;
5.12;
15.25).
La unanimidad era espiritual y práctica, no solamente teológica, pues vemos que
compartían sus vidas y posesiones.
Hechos 2.42–47
nos da una descripción del liderazgo en la época del NT: se reunían, estudiaban
juntos, compartían sus posesiones materiales (2.45;
4.32–37;
6.1).
A menudo se reunían para orar, con lo cual ponían de manifiesto no solamente
las buenas relaciones existentes entre ellos, sino también su total confianza
en Dios (2.42;
4.31;
12.5;
13.3).
Las
tres partes de la decisión del concilio referentes a la comida hicieron posible
que los creyentes judíos y gentiles compartiesen las relaciones sociales. ¿Qué
importancia tiene la comunión para lograr la unidad entre las partes de una
disputa?
¿Cuán importante es el
contacto personal y la comunicación escrita cuando se trata de expresar ideas
altamente complejas?
Declaración
de la Iglesia
La
decisión tomada por el concilio de Jerusalén constituyó una fuente de gran gozo
en las iglesias gentiles y un estímulo para que Pablo y Bernabé acometieran
otra empresa misionera. Pero el hecho de haber resuelto aquel grave problema de
la iglesia no impidió que surgieran algunos desacuerdos.
¿Cuál fue el ministerio
de Judas y Silas a los gentiles de Antioquía? (Hch
15.30–33)
Consolación
(Hch
15.31)
es una palabra importante de la Biblia. Cuando se hace referencia al Espíritu
Santo como el Paracleto, se le está llamando con el sustantivo griego que se
traduce por «Consolador» o «Alentador» (véase 9.31).
Cuando apodaron a Bernabé «Hijo de Consolación» (4.36)
por la forma en que ayudaba a los miembros necesitados de la iglesia, lo
hicieron porque estaba actuando, como el Espíritu Santo, a modo de una
presencia vigorizante. La carta del concilio de Jerusalén constituyó asimismo
un canal para la consolación y el aliento del Espíritu de Dios.
¿Cómo llegó Silas a ser
colaborador de Pablo y Bernabé? (Hch
15.34,
35)
¿Cuál fue el objetivo
del segundo viaje misionero? (Hch 15.36)
¿En qué se basó el
desacuerdo entre Pablo y Bernabé? (Hch
15.37,
38;
véase 13.13)
¿Cuál fue el resultado
de dicho desacuerdo? (Hch 15.39–41)
¿Deberían haber apelado
Pablo y Bernabé a los apóstoles de Jerusalén como árbitros externos para
resolver su problema, o hicieron mejor en separarse? ¿Por qué piensa usted de
esa manera?
¿Supuso la separación
de Pablo y Bernabé un duro golpe para la reciente unidad de la iglesia
inspirada por el Espíritu o fue algo necesario para el crecimiento de la
iglesia y el ministerio de ambos apóstoles?
Marque
en el mapa
de la lección 9 los comienzos de los nuevos viajes de Bernabé y Juan Marcos,
así como los de Pablo y Silas (Hch 15.39–16.5).
¿A quién encontró Pablo en Listra y qué se dice de él? (Hch
16.1,
2)
¿Por qué circuncidaría
Pablo a alguien por un lado mientras que por otro entregaba la decisión del
concilio liberando a los gentiles creyentes de la ley judía? (Hch
16.3,
4)
Hechos 16.5
resume todo el material desde el comienzo del capítulo 13.
¿Qué cosas habían sucedido que fortalecieron a las iglesias y dieron como
resultado un aumento numérico diario?
¿Cuándo piensa usted
que los cristianos deberían mantenerse firmes y en qué ocasiones deberían
avenirse en desacuerdos no doctrinales?
¿Por qué es importante
el seguimiento de los nuevos creyentes y de las iglesias recién establecidas?
¿De qué clase de
seguimiento fue objeto usted después de convertirse? ¿Le hubiera venido bien
recibir un poco más? En tal caso, ¿qué tipo de seguimiento le hubiera gustado
tener?
Continuará…
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