domingo, 27 de septiembre de 2020

(INTRODUCCIÓN CONCISA) JOEL.

Libro del Antiguo Testamento, profeta de Judá. Se desconoce la época exacta en la cual vivió; pudo haber sido en el período comprendido entre el reinado de Joás, antes del año 850 a.C., y el regreso de la tribu de Judá de su cautiverio en Babilonia.

Desastres naturales, desde inundaciones hasta violentos terremotos, provocan temor y espanto. Con todo su ingenio, la gente aún no puede controlar estas poderosas y destructivas fuerzas. Solamente pueden observar estos fenómenos con pavor. Joel comienza su libro con la descripción de un desastre natural semejante: una plaga de voraces langostas. En manos del profeta, lo destructivo de esta plaga se convirtió en una clara advertencia del poder del juicio venidero de Dios y una clara apelación a acudir al Señor por misericordia.

Otros piensan que el libro de Joel se asemeja tanto en tono e idea al libro de Sofonías que es probable que los dos profetas fuesen contemporáneos. La primera evidencia de esto es el hecho de que ambos libros hacen resaltar en forma notable el concepto del inminente «día de Yahweh» (cf. 2:2 con Sof 1:14-16). Como el libro de Sofonías data de alrededor del año 627 a.C., un grupo de eruditos asigna una fecha cercana al año 600 a.C. para el libro de Joel.

Si asumimos que el libro se escribió a principios del reinado de Joás, podemos referirnos a 2 R 11:1-12:21 como antecedente para este período de la historia judía. Joás recibe el trono de Judá cuando era niño. Sobrevivió a los asesinatos, ordenados por Atalía, de todos los posibles aspirantes al trono solamente mediante los esfuerzos heroicos de su tía Josaba, quien lo ocultó en el Templo. Joás fue coronado rey a la edad de siete años por Joiada, el sumo sacerdote, quien había reclutado a los capitanes de la guardia real para deshacerse de la malvada Atalía. Joiada aconsejó al joven rey durante los primeros años de su reinado. Es posible que durante este tiempo la nación de Judá fuese devastada por un gran enjambre de langostas. Esta catástrofe habría dado la ocasión al profeta Joel para llamar al pueblo al arrepentimiento en vista del mayor juicio que venía: el día de Yahweh.

Sin embargo, no es irracional colocar el ministerio de Joel 2:5 años antes que Babilonia destruyera Jerusalén en el 586 a.C. Si Joel fue contemporáneo de Sofonías, su mensaje de un inminente desastre nacional, usando la calamidad natural de una reciente invasión de langostas, debía ser un poderoso anuncio de los horribles hechos que pronto vendrían sobre Jerusalén.

La profecía de Joel tenía dos propósitos. Primero, Joel escribió llamando a la nación al arrepentimiento (2:12) basándose en su experiencia de la reciente plaga de langostas. El desastre reciente era solamente un adelanto de un juicio devastador venidero. Sin embargo, este juicio podía ser evitado con un arrepentimiento sincero y humilde (2:13, 14). En esto, Joel comparte un mensaje común con otros profetas. A la luz de un inminente juicio, siempre hay un mensaje de esperanza para quienes se vuelvan en fe a Dios. Segundo, la profecía se propone confortar al piadoso con promesas de bendición y salvación futura (2:28-32; 3:18-21). En caso de que ocurriera el desastre natural, Joel ofreció a los verdaderos creyentes la esperanza de que no todo hubiera terminado. Dios guardaría su promesa; el Salvador algún día reinaría.

El autor del libro es Joel, hijo de Petuel (1:1). Poco se conoce acerca de la vida del autor y sus circunstancias. Su nombre significa: «el Señor es Dios», sugiriendo que él fue criado en una casa donde se honraba a Dios. Las referencias a Sion, Judá y Jerusalén (2:15, 23, 32; 3:1) indican que el profeta vivió y profetizó en Judá y Jerusalén. Sus frecuentes referencias al trabajo de los sacerdotes en el Templo (1:9, 13, 14; 2:17) llevan a algunos a concluir que él era un sacerdote. Pero, Joel también demuestra un interés considerable por la agricultura en todas sus formas. Como profeta del Señor, pudo haber estado bien informado acerca del Templo de Jerusalén sin haber sido un sacerdote.

Los eruditos han dado varias fechas para la escritura del libro de Joel, desde los primeros tiempos antes del exilio hasta después del 350 a.C. Algunos creen que las evidencias internas indican que el libro se escribió durante el reinado de Joás, rey de Judá (835-796 a.C.), y en la época del sumo sacerdote Joiada. Esta visión se basa en las siguientes consideraciones: (1) La ubicación del libro entre Oseas y Amós en el canon hebreo sugiere una fecha de escritura antes del exilio. (2) La alusión a las naciones aledañas como enemigas de Judá, en lugar de nombrarlas como Asiria, Babilonia o Persia, apuntan a una fecha más temprana para el libro. (3) El texto no menciona ningún monarca reinando, lo cual puede sugerir el tiempo en que la responsabilidad por gobernar recaía sobre los sacerdotes y ancianos, como sucedió a principios del reinado del joven rey Joás (2 R 11:4-12:21).

No hay comentarios:

Publicar un comentario