En el AT por lo general
la palabra salvación tiene que ver con liberación o preservación física. El
verbo hebreo más importante para salvación, “yasha” lleva aparejado un sentido de ayudar, liberar, o salvar, y
se usa unas 205 veces en la Biblia.
Ocurre en contextos de
quitar una carga o un peligro (Éx 2:17) y se puede usar para sacar a alguien
del peligro de una derrota (Jos 10:6). En otras ocasiones la palabra se refiere
a ser liberado o puesto en libertad (Jue 12:2). En la ley civil, “yasha” tiene que ver con la obligación
de uno que oye el clamor de alguien que necesita ser salvado de un maltrato (Dt
22:27; 28:29; 2S 14:4). La palabra hebrea aparece en muchas peticiones en
oración con referencia a la guerra y a problemas judiciales (Sal 3:7; 20:9;
72:4; 86:2). El sustantivo habla de preservación del peligro y sufrimiento
amenazado, inminente y quizás merecido (Gn 49:18; 1S 14:45; Is 12:3).
NUEVO
TESTAMENTO
El concepto de
salvación del Nuevo Testamento incluye la mayor parte del concepto de salvación
del Antiguo Testamento y agrega dimensiones espirituales. La palabra griega soteria tiene aspectos nacionales y
personales. La liberación nacional se discute en Lucas 1:69. Hay liberación
personal del mar (Hch 27:34) y de la prisión (Fil 1:19), y una liberación
espiritual y eterna por el arrepentimiento y fe en Jesucristo (Hch 4:12; Ro 10:10).
El Nuevo Testamento usa soteria y el
verbo relacionado sozo con respecto
al poder de Dios para librar de la esclavitud del pecado (Fil 2:12); la futura
liberación de los creyentes a la venida de Cristo (Ro 13.11; 1Ts 5:8-9); y la
liberación de la nación Israel en la Segunda Venida de Cristo (Lc 1:71; 2Ts
2:10; Ap 12:10).
JESÚS
EL SALVADOR
El nombre de Jesús dado
a su madre por el ángel Gabriel era el de Salvador, esto es: «Llamarás su nombre Jesús porque él salvará a
su pueblo de sus pecados» (Mt 1:21). Sus afirmaciones en Marcos 10:45 dejan
claro que llevó ese sentido de misión a lo largo de su vida: «Porque el Hijo del Hombre no vino para ser
servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos»; y en Juan
12:27: «Ahora está turbada mi alma; ¿y
qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Más para esto he llegado a esta hora».
El rol de Jesucristo como Salvador del mundo se muestra más en su disposición
de ir a la cruz cuando podría haber llamado las fuerzas celestiales para
rescatarlo (Mt 26:53-54). Más bien se entrega libremente en la cruz, según lo
muestran los cuatro Evangelios. Irónicamente, los que estaban junto a la cruz
dijeron palabras verdaderas. «A otros
salvó; a sí mismo no se puede salvar» (Mr 15:31).
LA
SALVACIÓN EN LA BIBLIA.
FÍSICA
Especie
/ Tipo.
De la enfermedad
Cuándo.
Presente
Qué.
De la enfermedad que es
posiblemente debida al pecado
Cómo.
Oración de fe por los
ancianos de la iglesia
Pasajes.
Stg 5:14-15
Especie
/ Tipo.
De la muerte
Cuándo.
Pasado
Qué.
David: de la muerte
física
Cómo.
Dirección hacia la
verdad
Pasajes.
Sal 56:13
Especie
/ Tipo.
Del peligro
Cuándo.
Presente
Qué.
Del ataque de enemigos
del pueblo de Dios
Cómo.
Dios entrega a los
enemigos de su pueblo en sus manos
Pasajes.
Jos 10:6-8; Os 13:10
Especie
/ Tipo.
De la ira de Dios
Cuándo.
Futuro
Qué.
Venida de Cristo por la
Iglesia
Cómo.
Arrebatamiento de la
Iglesia
Pasajes.
1 Ts 1:10
ESPIRITUAL
Especie
/ Tipo.
Del pecado
Cuándo.
Pasado
Qué.
Del castigo
Cómo.
Justificación
Pasajes.
Ro 3:21; 4:12; Gá 3:11-14
Cuándo
Presente
Qué
Del poder
Cómo
Santificación
Pasajes
Ro 6.22;
2 Ts 2:13; 2 Ti 2:21
Cuándo
Futuro
Qué
De la presencia
Cómo
Glorificación
Pasajes
Ro 8:17-18, 30; 1Ts 4:13-18
Especie
/ Tipo
De la falsa doctrina
Cuándo
Últimos tiempos
Qué
Evitar el extravío de
la fe
Cómo
Dar especial atención a
la sana doctrina
Pasajes
1Ti 4:13-16
Palabras usadas con
referencia a la salvación espiritual:
La elección es el
aspecto del propósito eterno de Dios por el cual en forma cierta y eterna
determina quién creerá y será salvo (Mt 22:14; Hch 13:48; Ef 1:4; 2Ts 2:13).
Sin embargo, esta doctrina no excusa a nadie por no creer. Dios quiere «que todos los hombres sean salvos y vengan
al conocimiento de la verdad» (1 Ti 2:4). Hechos 2:21 afirma que «todo el que invocare el nombre del Señor
será salvo». El que no acepta la oferta gratuita de salvación solo puede
culparse a sí mismo.
La predestinación
difiere de la elección en que la predestinación se relaciona específicamente a
la intención de Dios de conformar a la imagen del Cristo a los elegidos.
(Romanos 8:29-30).
El llamado se usa en
dos sentidos. El primero es el llamamiento general dirigido a todos los hombres
para que acudan al evangelio (Mt 22:14; Jn 3:16-18; 16:7-11). El segundo
llamamiento es la aplicación de la palabra del evangelio a los que Dios ha
elegido, y da como resultado la regeneración (Jn 6:44; Ro 8:28-30; 1Co 1:23-24).
La Ley es el medio por
el cual Dios gobernaba a su pueblo del pacto en el Antiguo Testamento, mientras
establecía su pacto por gracia (Gn 17:7). El Nuevo Testamento demuestra que el rol
de la ley no es justificar, sino mostrarnos lo que es el pecado. Fue sólo un
ayo para llevarnos al Cristo (Gá 2:16; 3:24).
La regeneración se
refiere al cambio espiritual producido en una persona por obra del Espíritu
Santo, esto es la nueva vida. El cambio es de muerte espiritual a vida
espiritual. Es un cambio en la naturaleza misma de la persona, a una en
comunión con Dios. El Nuevo Testamento presenta explícitamente la doctrina (2Co
5:17; Ef 2:1; 1Jn 4:7), mientras el Antiguo Testamento la deja implícita.
Moisés habla a los israelitas de «circuncidar
sus corazones» (Dt 30:6). Isaías también describe los cambios de un modo
que se asemeja a la descripción que el Nuevo Testamento hace del nuevo
nacimiento (Is 57:15).
La justificación
aparece por primera vez en la Biblia en relación con Abraham. Las Escrituras
dicen que Abraham creyó las promesas de Dios y que esta fe le fue contada por
justicia (Gn 15:6; Ro 3:23; 4:12; Gá 3:6). Si el cumplimiento personal de la
ley fuera necesario para la justificación delante de Dios, nadie podría ser
salvo. Los creyentes en Dios son justificados por la fe en Cristo, que es el
sacrificio de Dios. Esto satisface la justa demanda de Dios; todos los que
confían en Cristo son contados como justos (Ro 4:5; 5:1).
La santificación es la
obra de Dios al desarrollar una nueva vida y llevarla a la perfección delante
de Él. Consiste en ser separado de la vida de pecado y ser apartado para un
propósito divino. Aunque los cristianos son plenamente santificados en Cristo,
gradualmente llegan a ser en la práctica lo que ya son posicionalmente (Ro
6:11; 12:1; 1Co 1:2).
La glorificación es la
consumación de la obra de Dios en el creyente. En la justificación Dios lo
lleva a una posición de justicia delante de Él. En la santificación, Dios obra
en el cristiano para llevarlo a la imagen de Jesucristo. Glorificación es
cuando Dios presenta al creyente perfecto y sin pecado en el cielo (Ro 8.30).
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