AMBROSIO (c. 339–397) Obispo de Milán (norte de Italia)

NOTA IMPORTANTE DE LA HISTORIA:

Nació en Trier, residencia imperial en Gaul, dentro de la familia romana aristocrática de Aurelio. Fue el primer padre de la iglesia latina procedente de una familia cristiana. Recibió su educación en retórica y leyes con una vasta preparación en la lengua griega. Ascendió rápidamente en el gobierno romano hasta llegar a gobernador de las provincias del norte de Italia cuando tenía treinta años de edad.

Como gobernador y después de la muerte de Auxentio, obispo arriano, Ambrosio vino a la iglesia en Milán para resolver los conflictos entre católicos y arrianos. En Milán, ambas partes lo aclamaron como obispo, pero solo después de un periodo de resistencia aceptó la elección. Fue un cristiano ortodoxo aunque todavía no se había bautizado.

Ambrosio fue un campeón de la ortodoxia, respaldando el credo de Nicea. En apoyo a su posición ortodoxa escribió varios libros contra los arrianos, entre ellos Sobre la fe, El ministerio de la encarnación del Señor y, Sobre el Espíritu Santo. En ellos, su conocimiento del griego le ayudó para evaluar los escritos orientales y lo llevó a superarlos. Su escrito sobre el Espíritu Santo se considera una importante contribución teológica.

Como obispo, Ambrosio trajo nueva vida a la iglesia. Al introducir la interpretación alegórica de la Escritura en Occidente, llegó a ser un efectivo predicador del siglo. También introdujo el canto congregacional y sus himnos dieron una fuerte expresión espiritual a la iglesia latina. Su escrito primordial fue una obra para instruir a la cleresía de Milán, Sobre las responsabilidades de los siervos de la iglesia, el primer libro sobre ética cristiana.

Su mayor impacto fue sobre la relación de la iglesia y el estado. Gracias a su influencia, el emperador romano puso fin al paganismo oficial aunque el senado romano tenía una gran mayoría pagana. Pudo ganar una larga batalla contra los emperadores arrianos por el uso de la resistencia pasiva involucrando a toda su congregación de Milán. Como resultado, desarrolló una fuerte posición de la iglesia independiente del estado. Los obispos latinos ya no fueron servidores del emperador como ocurría en Oriente. En su relación con el emperador ortodoxo Teodosio, pudo llevarlo a aceptar la autoridad moral de la iglesia. Cuando Teodosio ejecutó a varios miles de personas en Tesalónica como castigo contra la ciudad por una revuelta, Ambrosio como su pastor lo amenazó con privarlo de la comunión a menos que hiciera pública penitencia por su pecado. Teodosio se sometió a penitencia pública en la iglesia de Milán y, a los ojos de los cristianos fue un «hijo de la iglesia» de acuerdo con la propia descripción que hizo Ambrosio de un emperador cristiano.

Ambrosio ejerció su autoridad en tales materias como el obispo de Milán sin referencia al obispo de Roma. En su obra Sobre la Encarnación, da primacía a la iglesia de Roma en el área de la fe pero no en el área del orden.

Aunque extrajo mucho de los clásicos sobre moral y filosofía, sus escritos muestran un entendimiento bíblico de la salvación en Cristo. En su comentario sobre Lucas, habla del Cristo viviendo en el cristiano y de la salvación personal. Fue el primer padre de la iglesia latina en separarse de un legalismo fuerte pero fue Agustín, a quien Ambrosio bautizó, quien hizo de la gracia del evangelio el tema de la teología occidental.