miércoles, 27 de noviembre de 2019

CONOZCAMOS LA BIBLIA “PARÁBOLAS”




I SU USO.

            Las parábolas es un método llamativo de enseñanza indirecta que provoca el pensamiento; es de fácil asimilación y las implicaciones hechas por el oyente resultan inolvidables. La discusión de Jesús y los discípulos en (Mt 13:10), revela el propósito del método. El fin de Jesús no es esconder sino revelar (Mt4:33), pero los misterios solo puedes percibirse cuando la mente está abierta a Dios (Mt 11:25) David comprendió su falta cuando Natán le contó un mashal (2S 12:1-3). Siempre en la parábola hay un elemento sorpresivo y novedoso que llama a la reflexión e inspira la decisión. Muchas parábolas se proponen entablar la discusión.

II SU INTERPRETACIÓN.

            A partir de Crisótomo, se acepta que cada parábola,  tiene una verdad central y un propósito definido. Nuestra tarea es discernir esa verdad y ese propósito, y no tratar de encontrar un significado especial para cada circunstancia, detalle o incidente parabólico. Generalmente la verdad central se hace evidente en la aplicación final de la parábola (Lc 12:35-48) en la motivación (Lc 13:1-19, 20, 21). O en ambas (Mt 18:10-14, 21, 35) aunque reconocemos que muchas parábolas se han desprendido de su contexto originario y se hayan insertados en contextos escogidos por los evangelistas (EVANGELIOS).

Las siguientes observaciones nos ayudarán a lograr una interpretación correcta:

1.     La analogía (comparación) debe ser real, sugerida por el contexto, y no arbitraria.

2.   Las parábolas deben verse como un todo y la interpretación de una no debe entorpecer la enseñanza dada por otros.

3.    La enseñanza directa del Cristo presento la norma a la cual toda interpretación nuestra debe aceptarse
     La parábola no debe convertirse en la base principal de una doctrina ya fundamentada de otra manera.

4.  A pesar de no ser de una alegoría, la parábola a veces exhibe cierta alegorización de detalles secundarios. (Mr 12:1-11).

III SU MENSAJE.

            Como parte integral de la proclamación de Jesús, las parábolas enfocan en general el reino de Dios, con cierto énfasis en el aspecto escatológico (Mr 1:15). Hay por lo menos en el desarrollo de este tema:

1.      La inminencia del reino provocando una crisis en la vida del pueblo de Dios: el destino eterno de los hombres está por decidirse, y Jesús conocedor de lo ineludible del inminente juicio, previene sobre el momento crucial que vive su nación (Lc 12:16-20; 12:57-59; 14:16-24; 16:1-8; 16:31) etc.

2.      Sin minimizar la suerte de los que reúsan ser participantes del reino, Jesús subraya el gozo escatológico que la venida del reino trae para los tristes y oprimidos (Lc 15:1-32) claramente explica que la misericordia de Dios en favor de los hombres no descansa en las buenas acciones de estos (Lc 17:7-10), sino en la naturaleza divina (Mt 20:1-16).

3.      La inminencia del reino demanda que los hombres se arrepientan para entrar en Él (Lc 15:17; 18:9-14) y manifiesten fe (Mt 7:9-11) amor y obediencia (Mt 21:28-30; Lc 19:12-27). La sinceridad  de estas actitudes se expresa en actos concretos (Mt 7:15-20) que muestran una devoción indivisible (Mt 6:24) y una correcta disposición con el prójimo (Mt 5:38-48; 18:23-35; Lc 10:30-37).

Las parábolas no solo muestran su extraordinaria creatividad en la enseñanza, sino que constituyen un permanente desafío de los deberes éticos y cristianos para los hombres de todo el tiempo.    

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