domingo, 16 de agosto de 2020

OBEDECE A YAHWEH DIOS.

 

Éxodo 15:26

 "También le dijo: Si escuchas atentamente la voz de Yahweh tu Dios, y haces lo que es grato delante de Él, obedeciendo sus ordenanzas y guardando todos sus estatutos, ninguna de las plagas que traje contra los egipcios te sobrevendrán. Porque yo soy Yahweh tu sanador"

      La evidencia innegable de un verdadero cristiano es una vida cambiada. El predicador inglés Charles Haddon Spurgeon dijo una vez: “¿Qué valor tiene la gracia que profeso haber recibido, si no cambio el modo en que vivo? Si no cambia el modo en que vivo, nunca cambiará mi destino eterno”.

Una vida cambiada comienza con la obediencia a Dios. Significa que debes dejar de hacer ciertas cosas y comenzar a hacer otras. Si bien Dios comienza a cambiar tu corazón y tus deseos, una vez que has rendido tu vida a Él, el Señor todavía te da la libertad de decidir cuánto de tu vida le dejarás controlar. Pero debes saber lo siguiente: cualquier cosa que abandones para seguir a Jesús, es poco en comparación con lo que Él te da en recompensa. Él reemplaza tu pecado por perdón y una conciencia limpia. Con este incentivo para la obediencia, mira estas seis formas específicas en que la Biblia nos instruye para obedecer a Dios.

RECONOCE QUE ERES UNA NUEVA CREACIÓN. Cuando comprendas lo que Dios ha hecho en tu vida, la obediencia será más un deseo que un simple deber (2 Corintios 5:14-17 “pues el amor del Cristo nos compele a meditar esto: que uno murió por todos, y consiguientemente todos murieron, 15. y Él murió por todos, para que los que viven no vivan para sí mismos, sino para Aquel que murió y resucitó por ellos. 16. De modo que, de aquí en adelante, a nadie conocemos según la carne, y si hemos conocido al Cristo según la carne, ciertamente desde ahora no lo conocemos. 17. De modo que todo el que está en el Cristo, es nueva criatura; las cosas viejas pasaron”).

Aunque exteriormente pareces la misma persona, cuando recibes al Cristo pasas por un radical trasplante de corazón. Eres por dentro una “nueva persona” o (nueva creación). Este corto pasaje de las Escrituras destaca algunos puntos alentadores cuando te dispones a obedecer a Dios.

·         Como “nueva creación” el amor del Cristo nos compromete a agradar a Dios antes que a nosotros mismos.

·         Como “nueva creación” podemos mirar más allá del exterior de una persona para ver lo que tiene en el fondo del corazón.

·         Como “nueva creación” somos personas totalmente diferentes.

·         Como “nueva creación” hemos recibido una nueva cuenta, un nuevo comienzo y una nueva naturaleza.

La nueva naturaleza que has recibido es como una tierna flor. Lleva tiempo y esfuerzo cultivarla. A veces hallarás que es difícil obedecer a Dios y abandonar ciertos viejos hábitos. Pero cuando cultives esa nueva naturaleza, mientras pases más tiempo con Dios a través de la oración y el estudio de la Biblia, notarás cambios a medida que pasen las semanas, los meses y los años.

Un hombre de la India dijo que se podía comparar nuestra nueva naturaleza espiritual y nuestra vieja naturaleza egoísta con dos perros que se pelean continuamente. Cuando le preguntaron por qué lo sabía, dijo: “ganará el perro al cual yo alimente más, por supuesto”.

Cuando tomes tiempo para “alimentar” tu nueva naturaleza espiritual (tal como lo estás haciendo ahora) empezarás a ganar el conflicto entre el bien y el mal.

SIGUE A DIOS DE TODO CORAZÓN. Cuando sigues a Dios, terminarás bien la carrera de la vida (Hebreos 12:1-3 “Por tanto, también nosotros que tenemos todos estos testigos alrededor nuestro como una nube, despojémonos de todas nuestras cargas, y del pecado que nos asedia en todo tiempo, y corramos con perseverancia en esta prueba de destreza que está puesta delante de nosotros, 2. puestos los ojos en Jesús, porque Él fue el Autor y Consumador de nuestra fe, quien por el gozo que había para Él soportó la cruz, despreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. 3. Por lo cual, consideren cuánto padeció Él de parte de los pecadores, que son enemigos de sí mismos, para que ustedes no desmayen, ni su alma se debilite”).

OFRECE A DIOS ALGO MÁS QUE UNA DEVOCIÓN DE LABIOS. Dios mira más tu corazón que tus acciones religiosas (Mateo 23: 25-28 “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas!, que limpian la parte externa del vaso y del plato, pero internamente están llenos de saqueo e iniquidad. 26. ¡Fariseos ciegos! Limpien primero la parte interna del vaso y del plato, para que también la parte externa quede limpia. 27. ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas!, porque son semejantes a sepulcros blanqueados que exteriormente parecen hermosos, pero en el interior están llenos de huesos de muerto y de toda inmundicia. 28. De la misma manera, ustedes presentan a los hombres una apariencia externa de justos, pero en su interior están llenos de iniquidad y de hipocresía”).

VIVE EN EL AMOR DE DIOS. Descubre el secreto de un gozo verdadero y duradero (Juan 15: 9-11 “Tal como mi Padre me ha amado, yo también los he amado; permanezcan en mi amor. 10. Si guardan mis mandamientos permanecerán en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. 11. Les he hablado estas cosas para que mi gozo esté en ustedes y que su gozo sea pleno”).

Este pasaje es una porción del último mensaje de Jesús a sus discípulos antes de morir. Al prepararlos para su partida, deseaba enfatizar su amor por ellos, y como ese amor afectaría sus vidas. Quería que comprendieran que podían experimentar gozo verdadero y constante al caminar con Dios, aun si Él no estaba personalmente con ellos. Por esta razón este mensaje y mandamiento del Cristo se aplica a nosotros también. En este texto Jesús nos da cuatro puntos sencillos que nos ayudan a vivir en su amor.

1.   Comprende que tú tienes el amor de Dios. Jesús no es solo una figura autoritaria que demanda nuestro respeto. Es un ser personal, completamente Dios y completamente humano, que nos ama tanto que dio su vida por cada uno de nosotros. Saber que Jesús te ama, te da la libertad para corresponder a su amor. Al amar a Jesús, obedeces sus mandamientos tal como Dios nos requiere.

2.   Obedeciendo sus mandamientos vives dentro del amor de Dios. Una de las características de un verdadero discípulo del Cristo es la obediencia.es fácil hablar de nuestro amor por Dios o de la gran devoción y afecto que sentimos por Él. Pero la forma de comprobar nuestro amor por Jesús es la obediencia a sus mandamientos. Tratar de obedecer sus mandamientos por obligación, más que por amor, puede producir resentimiento hacia Él. La razón es porque no hay gozo en una simple obligación. Pero obedecer a Jesús por amor produce verdadero gozo.

3.   Sigue el ejemplo de Jesús. Él es nuestro perfecto modelo de obediencia. Pon cuidadosa atención en cómo obedeció Jesús a su Padre celestial a través de los evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan.

4.   Experimenta la recompensa de la obediencia: gozo sobreabundante. Un cristiano obediente es un cristiano feliz. Si tú deseas más gozo en tu vida, asegúrate de que estas siguiendo las pautas que Dios te ha dado en su Palabra. ¿Te resulta difícil obedecer a Dios y sus principios? Si es así, entonces es tiempo de examinar tus prioridades y asegurarte que lo más importante en tu vida es conocer mejor a tu creador. Entonces descubrirás el gozo que viene de vivir en el amor de Dios cada día.

PONTE LA ARMADURA DEDIOS. La obediencia te prepara para las batallas de la vida (Romanos 13:11-14 “Y también sepan esto: ya es el tiempo y la hora de despertarnos del sueño, porque ahora está más próxima a nosotros la salvación que cuando creímos, 12. porque la noche está muy avanzada, y el día se aproxima. Por tanto, despojémonos de las obras de las tinieblas, y vistámonos con las armas de la luz, 13. conduzcámonos como de día, no en desenfrenos, ni en embriaguez, ni en lecho impuro, ni en envidias, ni en altercados, 14. sino vístanse de nuestro Señor Jesucristo, y no estén ansiosos por los deseos de su carne”).

Otro modo de leer el último versículo de este capítulo es: “Sean hombres y mujeres del Cristo, de la cabeza hasta los pies y no le den oportunidad a la carne”. En otras palabras, necesitamos “vestirnos” del Cristo. Para hacerlo, deja que el Cristo forme parte de todo lo que haces e invítalo a ir a todas partes contigo. Permítele actuar en cada decisión que tomes. Cuando te esfuerces por obedecer al Cristo, recuerda estas tres verdades sencillas:

1.   El tiempo es corto. Jesucristo volverá pronto y debemos ser los mejores testigos de Él que podamos ser.

2.   Vivir en la luz. Como dice Efesios 5:8. “porque antes ustedes eran tinieblas, pero ahora son luz en nuestro Señor. Condúzcanse, pues, como hijos de luz” Cuanto más vives en la luz de Dios, menos deseas ser influido por las tinieblas del mundo que te rodea.

3.   Confía en el Cristo para permanecer firme. Por ti mismo no serás capaz de permanecer firme ante las tentaciones. Mientras sigas al

Cristo y a su ejemplo, hallarás que es mucho más fácil evitar caídas espirituales. Como se dice: "La mejor defensa es un buen ataque".

Algunos desean poner a Dios en un pequeño compartimiento. Quieren adorarlo de nueve a once de la mañana el día domingo, pero el resto del tiempo lo guardan para sí mismos. La vida cristiana no es así. Como verdaderos seguidores de Jesucristo, debemos identificarnos con nuestro Maestro las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana y por el resto de nuestra vida.

DEJA QUE DIOS OCUPE TUS PENSAMIENTOS. Tus pensamientos afectarán tus acciones (Colosenses 3:2-4 “Piensen en las cosas de arriba, y no en las de la Tierra, 3. porque ustedes han muerto, y su vida está escondida con el Cristo en Dios. 4. Y cuando se manifieste el Cristo, que es nuestra vida, entonces también ustedes serán manifestados con Él en gloria”).

Una canción cristiana dice: “Pon tus ojos en Cristo, tan lleno de gracia y amor; y lo terrenal sin valor será, a la luz del glorioso Señor”. Es una valiosa manera de vivir, porque una de las más fuertes protecciones para evitar que vuelvas a la antigua forma de vida, es enfocar tu vida en tu salvador y en el futuro. Como creyente, tienes la promesa de la vida eterna, la esperanza del cielo y la seguridad de pasar la eternidad en la presencia de Dios. Cuando piensas en esto, las trampas de este mundo empiezan a perder su fuerza.

La próxima vez que te sientas inclinado a volver a tu vieja forma de vida o a sentirte cargado con los problemas de este mundo o tengas temor de no triunfar como cristiano, recuerda lo siguiente:

·         Mantén la mirada en tu destino final.

·         Comprende que estar preocupado no debería ser parte de tu vida.

·         Considérate como muerto para este mundo y vivo para el Cristo.

·         Recuerda que tu redentor viene pronto por ti.

Si permites que estas verdades ocupen tus pensamientos. Hallarás que te es mucho más fácil obedecer a Dios y decir no a todas las tentaciones de este mundo.

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