sábado, 8 de febrero de 2020

JESÚS EL MAESTRO.




En el Antiguo Testamento el término maestro puede referirse a menudo a un artesano, experto en su especialidad (por ejemplo, Éx 36.4; 2 Cr 2.7), pero en el Nuevo Testamento es un título que por lo general indica uno que enseña, o sea, un instructor. En tiempos del pos-cautiverio las Escuelas solían reunirse en las Sinagogas, y los maestros eran frecuentemente Escribas o «doctores de la Ley» (cf. Lc 2.42; Hch 5.34). Tanto los discípulos de Jesucristo como sus enemigos casi siempre le llamaban «Maestro» o «Rabí», que significa lo mismo (por ejemplo, Mt 12.38; Mc 5.35; etc.). De ahí se considera como maestro uno que sirva de guía, inclusive Pablo llama la Ley el «ayo», o maestro, que conduce al conocimiento del Cristo (Gl 3.24).

1. didaskalos, maestro (de didasko, enseñar). Se traduce siempre «Maestro» en los cuatro Evangelios, excepto en Lc 2.46, «doctores», y se usa muy frecuentemente como título para dirigirse al Cristo (p.ej., Mt 8.19; Mc 4.38; Lc 3.12; Jn 1.38, donde es interpretación de Rabí; 20.16, donde es interpretación de Raboni). El Cristo lo usa de sí mismo en Mt 23.8 (véase Nº 4) y en Jn 13.13,14; por otros acerca de Él (Mt 17.24; 26.18; Mc 5.35; 14.14; Lc 8.49; 22.11; Jn 11.28). En Jn 3.10 el Señor lo usa para dirigirse a Nicodemo, donde el artículo no especifica a un maestro en particular, sino que designa a un miembro de una clase. Con respecto a la clase, véase Lc 2.46: «los doctores». Se usa de la relación de un discípulo para con su maestro (Mt 10.24,25; Lc 6.40); de maestros de verdad en las iglesias (Hch 13.1; 1 Co 12.28,29; Ef 5.11; Heb 5.22; Stg 3.1); por Pablo de su obra entre las iglesias (1 Ti 2.7; 2 Ti 1.11); de maestros, mal escogidos por aquellos que tienen «comezón de oír».

2. Rabbei, era un término arameo que significaba «mi maestro», título respetuoso para dirigirse a maestros judíos.

«El término arameo rabbei, transliterado al griego, es explícitamente reconocido como la fórmula común para dirigirse al Cristo (Mt 26.25; cf., sin embargo, el v. 22, kurios; 26.49; Mc 9.5, pero Mt 17.4: kurios». Dalman: The Words of Jesus).

Nota: La fórmula Rabbounei (Raboni), en Mc 10.51, la retiene la rvr77 en el texto, en lugar de «Maestro» (rv, rvr); en Jn 20.16 aparece sin traducir, tanto en rv y rvr como en rvr77: «Rabboni», rv; «Raboni», rvr; «Rabuní», rvr77. Se afirma que este título es distintivamente galileo; por ello, sería natural en boca de una mujer de Magdala. No difiere materialmente de Rabí.

3. Epistates, denota jefe, comandante, supervisor. Lo usan los discípulos para dirigirse al Señor, más en reconocimiento de su autoridad que de su instrucción (Nº 1 y 4). Aparece solo en Lc 5.5; 8.24,45; 9.33,49; 17.13. En la lxx, 2 R 25.19; 2 Cr 31.12; Jer 36.26; 52.25.

Nota: «La forma epistata… junto con el término más frecuente didaskale es… un sinónimo griego de este último, y ambos deben ser relacionados con el término arameo rabbei». El Cristo prohibió a sus discípulos que permitieran que se les llamase rabbi, «en base a que sólo Él era el Maestro de ellos (Mt 23.8). Con referencia a sí mismo, la designación era expresiva de la verdadera relación existente entre ellos. Sin embargo, rehusó permitir la fórmula ‹Maestro bueno› (Mc 10.17,18) … que en la boca del que la usaba era meramente una insolente adulación … el Señor no estaba dispuesto a que nadie usara tal calificativo de forma irreflexiva; y aquí, como siempre, su primera consideración era el honor debido al Padre.

La comunidad antigua nunca se atrevió a llamar a Jesús ‹Nuestro Maestro› después de que había sido exaltado al trono de Dios. El título rabbi, que expresa la relación del discípulo con el maestro, desapareció del uso; solo quedó la designación maran, el reconocimiento apropiado de su Señor por parte del siervo» (Dalman).

4. kathegetes, propiamente un guía (relacionado con kathegeomai, ir delante, conducir; kata, abajo; jegeomai, conducir), denota maestro (Mt 23.10, dos veces); algunos mss. Lo tienen en el v. 8 (tr), donde los más comúnmente aceptados tienen el Nº 1.

5. kalodidaskalos, (de kalos, bueno, y Nº 1), «maestras del bien» (rv: «maestras de honestidad»; vm: «maestras de cosas buenas»), aparece en Tit 2.3.
6. pseudodidaskalos, falso maestro. Aparece en plural en 2 P 2.1.

Maestro divino, Éxodo 4.15; Deuteronomio 4.36; Salmos 25.12; 32.8; Isaías 28.26; 48.17.

Comisionado para enseñar, Levítico 10.11.
Necesidad de maestro, 2 Crónicas 15.3.
Maestros itinerantes, 2 Crónicas 17.7–9.
Autoridad de maestro, Salmo 94.10.
Hablar con excelencia, Proverbios 8.6.
Predicador sabio, Eclesiastés 12.9–10.
Falsos maestros, Jeremías 8.8.
Corrección de maestro, Jeremías 32.33.
Enseña la verdad, Malaquías 2.6.
Asombro ante enseñanzas de Jesús, Marcos 1.22.
De tal maestro, tal alumno, Lucas 6.40.
Promesa de Consolador, Juan 14.16–17, 26; 16.5–14.
Necesidad de maestro, Hechos 8.30–31.
Maestros de primeros cristianos, Hechos 11.26.
Abundancia de maestros, Hechos 15.35.
No olvidar lo aprendido, 1 Corintios 11.2.
Llamamiento divino, Efesios 4.11.
El Maestro, Efesios 4.20.
Enseñanza directa de Dios, 1 Tesalonicenses 4.9.
Maestros que no entienden las enseñanzas, 1 Timoteo 1.7.
Necesidad de enseñar a maestros, Hebreos 5.12.
Responsabilidad para enseñar, Santiago 3.1.

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