LIBRO DE 2 DE
REYES
Arameo., Sipra Trayana d΄Malke.
Se traduce Segundo Libro de los Reyes. Autor desconocido. Este libro era un
solo libro con 1˚ de Reyes. Fue escrito en el siglo VI a.C.
REYES
MALVADOS Y REYES BUENOS
EXPLICACIÓN:
Sólo el veinte por ciento de todos los reyes de Israel y de Judá siguieron a
Dios. Los reyes malvados carecían de previsión. Pensaron que podían controlar
el destino de sus naciones al importar otras religiones, al formar alianzas con
naciones paganas y al enriquecerse a sí mismos. Los reyes buenos emplearon la
mayor parte de su tiempo deshaciendo todo el mal que sus antecesores habían
realizado.
IMPORTANCIA:
A pesar de que los reyes malvados guiaron al pueblo al pecado, sacerdotes,
príncipes, cabezas de familia y líderes militares todos tuvieron que cooperar
con los malvados planes y prácticas propuestos a fin de que pudieran llevarse a
cabo. No podemos desligar nuestra responsabilidad de obedecer a Dios al culpar
a nuestros líderes. Somos responsables de conocer la Palabra de Dios, y
obedecerla.
ELISEO
EXPLICACIÓN:
El propósito del ministerio de Eliseo era restaurar el respeto por Dios y por
su mensaje, y se levantó firmemente en contra de los reyes malvados de Israel.
Por fe, con valor y oración, reveló no sólo el juicio de Dios sobre el pecado,
sino también su misericordia, amor y ternura hacia su pueblo fiel.
IMPORTANCIA:
IMPORTANCIA: Los maravillosos milagros de Eliseo mostraron que Dios no sólo
controla grandes ejércitos, sino además sucesos de la vida diaria. Cuando
escuchamos y obedecemos a Dios, nos muestra su poder para transformar cualquier
situación. El cuidado de Dios es para todos los que están dispuestos a
seguirlo. Él puede hacer grandes milagros en nuestras vidas.
IDOLATRÍA
EXPLICACIÓN:
Cada uno de los reyes malvados de Israel y de Judá alentaron la idolatría.
Estos falsos dioses representaban guerra, crueldad, poder y sexo. A pesar de
que tenían la ley de Dios, sacerdotes y profetas para guiarlos, los reyes
malvados buscaron otros sacerdotes y profetas a quienes pudieran controlar y
manipular para su propio beneficio.
IMPORTANCIA:
Un ídolo es cualquier idea, habilidad, posesión o persona que consideramos
mayor que Dios. Condenamos a Israel y a Judá por su necedad de adorar ídolos,
pero también nosotros adoramos a otros dioses: poder, dinero, atractivo físico.
Aquellos que creen en Dios deben resistir la tentación de estos ídolos
atractivos.
JUICIO
EXPLICACIÓN:
Después del reinado del rey Salomón, Israel duró doscientos nueve años antes de
que los asirios lo destruyeran. Judá duró trescientos cuarenta y cinco años
antes de que los babilonios tomaran Jerusalén. Luego de repetidas advertencias
a su pueblo, Dios usó naciones malvadas como instrumentos para su justicia.
IMPORTANCIA:
Las consecuencias de rechazar los mandamientos de Dios y su propósito para
nuestras vidas son severas. Él no pasará por alto la incredulidad o rebelión.
Debemos creer en Él y aceptar la muerte sacrificial de Cristo en nuestro
beneficio, o nosotros también seremos juzgados.
PACIENCIA
DE DIOS
EXPLICACIÓN:
Dios dijo a su pueblo que si lo obedecían vivirían exitosamente. Si desobedecían,
serían juzgados y destruidos. Dios fue paciente con el pueblo durante cientos
de años. Envió muchos profetas, incluyendo a Eliseo, para guiarlos. Advirtió la
llegada de la destrucción. Pero hasta la paciencia de Dios tiene límites.
IMPORTANCIA:
Dios es paciente con nosotros. Él nos da muchas oportunidades de escuchar su
mensaje, volvernos del pecado y creer en Él. Su paciencia no significa que sea
indiferente a la forma en la que vivimos, ni tampoco significa que tengamos la
libertad de ignorar sus advertencias. Su paciencia debe acercarnos a Él ahora.
DESDE
LA ASCENSIÓN DEL PROFETA ELÍAS AL CIELO, ADEMÁS DE LA eventual caída de Israel
y Judá, el segundo libro de los Reyes continúa la historia comenzada en 1
Reyes, de un pueblo y dos reinos. La narración no celebra simplemente a los
israelitas. En lugar de eso, muestra los puntos altos y bajos en la historia de
Israel y Judá. Aunque es verdad que de pocos de los reyes del reino del norte
de Israel se ha hablado muy bien, los reyes del reino del sur de Judá no lo han
pasado mucho mejor. Primero y Segundo de Reyes son más que un recuento de
nombres y hechos. Los libros describen un pueblo sin dirección, líderes que
fracasaron en gobernar, y un Dios que estaba forzado a disciplinar la rebelión
de su pueblo.
El
segundo libro de los Reyes continúa la historia del reino dividido desde el
punto donde el libro primero de los Reyes finaliza, con el reinado de Ocozías
en el reino del norte (853-852 a.C.) y Josafat en el reino del sur (872-847
a.C.). Esto traza los eventos en el resto de la tercera dinastía, junto con los
correspondientes detalles de Judá durante el reinado de Joram y Ocozías. Este
libro describe detalles especialmente relevantes de los ministerios proféticos
de Elías y Eliseo (1.1-9.37). Durante este período, el reino del norte enfrentó
continua presión de Aram (Siria) bajo sus reyes Benadad II y Hazael, así como
también nuevas amenazas de la renaciente Asiria con su poderoso rey Salmanasar
III (858-824 a.C.).
La
cuarta dinastía en Israel comienza con una purga de la floreciente adoración de
Baal que plagó las primeras tres dinastías (10.1-15.12). Desafortunadamente, el
fundador de esta dinastía, Jehú, fue un oportunista que usó el ataque sobre la
adoración de Baal para favorecer sus propias causas. En vez de mantener
completamente la Ley, él perpetuó el estado religioso de apostasía iniciado a
través de Jeroboam I; la adoración de terneros en Bet-el y Dan. Sus sucesores
en la cuarta dinastía probaron ser un poco mejor. Los gobernantes
correspondientes al reino del sur ordenados desde el malvado Atalía a Josías y
Amasías, permitieron una suave recomendación divina. Externamente, la amenaza
Aramea finalizaba por la campaña militar de Adad Nirari III de Asiria. Sin
embargo, Asiria misma pasó un período de declinación que se extendió desde la
primera mitad del siglo octavo a.C.
Con
la muerte de Zacarías en el 752 a.C., el reino del norte entró en un período de
rápida declinación que reflejó su condición espiritual. Los efectos combinados
de apostasía espiritual y corrupción moral, junto con una política insensata
con Asiria, llevaron al reino del norte a su final en el 722 a.C. Entretanto,
Jotám y su corrupto hijo Acaz fueron dominando el reino del sur de Judá. Acaz
era tan perverso que aun el devoto Isaías tuvo poco efecto sobre la condición
espiritual del rey. Las Escrituras atribuyen la defunción final de Judá a la
idolatría de este rey (2 Cr 28.23).
El
resto de 2 Reyes trata de la cambiante fortuna y peregrinaje espiritual del
reino del sur, traza la historia de Judá desde el recto Ezequías (caps. 18–20)
a los perversos hijos de Josías, bajo los cuales Jerusalén pasó tres invasiones
y deportaciones, la última en el año 586 a.C. Judá creció y alcanzó los
complejos eventos internacionales que tomaron lugar desde finales del octavo
siglo hasta los comienzos del sexto siglo antes de Cristo.
Las
habilidades de Judá para mantener su identidad en medio de sus poderosos
vecinos vinieron de la mano de Dios, quien era fiel a su pacto con la casa de
David, y por otro lado de las ganancias espirituales hechas durante los
reinados de sus dos reyes fieles, Ezequías (729-699 a.C.) y Josías (640-609
a.C.). Las fuerzas de apostasía que llevaron al colapso del reino del norte
también jugaron su papel en el reino del sur. Judá fue conducido lejos en
cautiverio, y su destierro duraría setenta años. Segunda de Reyes finaliza en
esta trágica nota. Sólo la palabra final dada por Joaquín provee un rayo de
esperanza en la oscuridad del cautiverio (25.27-30). El simbólico mensaje es
claro: Jehová aún cumpliría su promesa de restaurar su pueblo (1 R 8.46-53).
Como
1 y 2 Samuel, 1 y 2 Reyes fueron originalmente un libro en hebreo. El libro se
dividió en dos partes cuando el AT se tradujo al griego en el 150 a.C.
Por
ello, se debate sobre el autor de 1 Reyes y 2 Reyes. Muchos eruditos bíblicos
evangélicos afirman la visión tradicional de que Jeremías escribió los libros
de los Reyes. Ellos apuntan al origen sacerdotal de Jeremías, su actividad
profética, su acceso a las autoridades gubernamentales en el nivel más elevado,
y su cercanía personal a los acontecimientos religiosos, sociales y políticos
que ocurrieron durante el colapso y caída de Judá a principios del siglo sexto
a.C. Jeremías estaba ciertamente en una posición que conocía la situación
espiritual del momento. Y tenía acceso a los registros de estado, información
histórica, y otros materiales necesarios para escribir tal libro. Jeremías
podría bien haber escrito y compilado el libro durante el período de reforma
religiosa conducido por el rey Josías (22.8)
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