LIBRO DE 1˚ Y 2˚ DE CRÓNICAS
Arameo., Sipra
Kadmaya d΄Dabaryamín. Se traduce Primer Libro de los Anales o de los Hechos de
los Días. Su autoría se atribuye a Esdras, y la fecha más aceptada para su
escritura se sitúa entre el 400 y el 350 a.C. el nombre de Crónicas lo asignó
Jerónimo, traductor de la versión bíblica Vulgata Latina.
LOS
SACERDOTES
EXPLICACIÓN:
Dios ordenó a los sacerdotes y levitas que guiaran al pueblo en la adoración
fiel de acuerdo con su ley. Al hacerlo, los sacerdotes y los levitas se
convirtieron en una importante salvaguardia de la fe de Israel.
IMPORTANCIA:
Para que la verdadera adoración permanezca en el centro de nuestra vida,
necesitamos permanecer firme en los caminos de Dios, registrados en la Biblia.
En la actualidad, todos los creyentes son sacerdotes el uno para el otro, y
debemos alentarnos los unos a los otros a ofrecer una adoración fiel.
PUEBLO
DE DIOS
EXPLICACIÓN:
La historia de la vida de David y su relación con Dios mostró que él era el
líder designado por Dios. La devoción de David por Dios, la ley, el templo, la
adoración verdadera, el pueblo y la justicia establecen el modelo de lo que el
rey elegido por Dios debía ser.
IMPORTANCIA:
Dios es siempre fiel a su pueblo. Él lo protege en cada generación y
proporciona líderes que lo guíen. Debido a que Dios ha estado trabajando a lo
largo de los siglos, su pueblo puede confiar que Él está trabajando en el
presente. Aún hoy usted puede depender de su presencia.
HISTORIA
DE ISRAEL
EXPLICACIÓN:
Al volver a narrar la historia de Israel en las genealogías y en las historias
de los reyes, el escritor establece el verdadero fundamento espiritual de la
nación. Dios mantuvo sus promesas y estas se nos recuerdan en el registro
histórico de su pueblo, de sus líderes, profetas, sacerdotes y reyes.
IMPORTANCIA:
El pasado de Israel formó una base confiable para la reconstrucción de la
nación después del exilio. Debido a que las promesas de Dios están reveladas en
la Biblia, podemos conocerlo y confiar en que Él mantendrá su Palabra. Del
mismo modo que Israel, no deberíamos tener una meta mayor en nuestra vida que
el servicio devoto a Dios.
ADORACION
VERDADERA
EXPLICACIÓN:
David trajo el arca del pacto al tabernáculo en Jerusalén para restaurar la
verdadera adoración entre el pueblo. Dios dio los planes para la construcción
del templo, y David organizó a los sacerdotes para hacer que la adoración fuera
el punto central en todo Israel.
IMPORTANCIA:
El templo permaneció como el trono de Dios en la tierra, el lugar de la
verdadera adoración. El verdadero trono de Dios está en los corazones de su
pueblo. Sólo cuando lo reconocemos como el verdadero Rey de nuestra vida, tiene
lugar la verdadera adoración.
DAVID,
EL REY
EXPLICACIÓN:
Al hacer una lista de los nombres en el pasado del pueblo de Israel, Dios
establece su verdadera herencia. Eran toda una sola familia en Adán, una sola
nación en Abraham, un solo sacerdocio en Leví y un solo reino bajo el gobierno
de David. La unidad nacional y espiritual del pueblo fue importante para
reconstruir la nación.
IMPORTANCIA:
Jesucristo vino a la tierra como un descendiente de David. Un día Él gobernará
como rey de toda la tierra. Su fuerza y su justicia cumplirán el ideal de Dios
para un rey. Él es nuestra esperanza. Podemos experimentar el Reino de Dios
ahora, dándole a Cristo el control total de nuestras vidas.
CRÓNICAS
En el canon hebreo las Cr. Eran un solo libro
llamado Dibré Jayyamín (Hecho de los
días), En la LXX fue dividido en dos que se llamaron Paraleipomena (cosas omitidas) porque se creía que contenían historia
“omitida” por los otros libros históricos, lo cual explica que en algunas
versiones católicorromanas estos libros se llamen Paralipómenos.
I.
CONTENIDO
En
la primera parte se resume la historia sagrada desde Adán hasta Saúl. De ahí en
adelante la narración va paralela con la de 2 S. y 1 y 2 R., añadiendo algunos
datos pero omitiendo otros muchos especialmente relacionados con el Reino del
Norte. Las Cr. Se pueden dividir de la manera siguiente: (1) las genealogías
desde Adán hasta Saúl, 1 Cr. 1-9; (2) los hechos de David, 1 Cr. 10-29; (3) el
reino de Salomón 2 Cr. 1-9; (4) los reyes de Judá desde la división del reino
hasta el cautiverio, 2 Cr. 10-36.
II.
PROPÓSITO
Y POSICIÓN EN EL CANON
El
autor pone de relieve la dinastía davídica, el - pacto eterno que Yahveh había hecho
con David, el templo con su culto establecido por David, el papel de los – levitas
y la ley. Los libros de Samuel y Reyes se escribieron desde el punto de vista
profético, pero las Cr. desde el sacerdotal o levítico. Por tanto, éstas tratan
de asuntos eclesiásticos relativos a la construcción y al a dedicación del
templo, y a las ordenanzas del culto público. Hacen resaltar las épocas cuando
la fe había sedo la fuerza dominante entre el pueblo y sus dirigentes (v.g. los
reinos de Asa, Josafat, Ezequías y Josías) y había traído la prosperidad, y
subraya que el abandono de la fe verdadera redundaba en ruina y maldición. La insistencia
en lo anterior era necesaria para la comunidad postexílica a la cual escribía
el autor.
Son
los últimos libros en el canon hebreo (2 Cr. 24; cp. Mt. 23:35). Dada la
afinidad de estilo, vocabulario, procedimiento y teología entre Cr. y – Esdras-Nehemías,
algunos han creído que anteriormente formaban parte de una misma obra. Aunque no
fuera así, es probable que lo haya escrito un mismo autor o por lo menos
cronistas de un mismo círculo. Interpretada así, la obra del cronista (y su
círculo) presenta una visión panorámica de la historia de Israel (desde Adán
hasta Nehemías) con su centro en la época normativa de David. La obra expresaba
el anhelo dela comunidad postexílica del establecimiento de la dinastía
davídica en el reino del – Mesías. (CANON).
III.
AUTOR
Y FECHA
La
obra es anónima pero la tradición Judía la atribuye a Esdras. Actualmente hay
diversidad de opiniones respecto a la identidad del autor. La tradición Judía,
el ambiente de la época, la posición de Esdras como escriba, la biblioteca que según
Josefo poseía Nehemías y la ausencia de pruebas de que se haya escrito en fecha
posterior ha hecho creer a algunos que el autor fue Esdras (458-398 a. C.). También
se ha afirmado que no fue Esdras, sino otro que después se habrá valido de los
escritos de él. Y hay quienes se inclinan por una fecha ca. 300 a.C., basándose
en la posición del cronista a la comunidad samaritana que empezó ca. 350 a.C.
Resumiendo,
las Cr. son un libro postexílico cuyo
autor pudo haber sido Esdras o, menos probable un levita que en una época
posterior se aprovechó de los escritos de Esdras.
El
autor dice haber usado documentos como base de su obra. Mucho del material es
paralelo al de Samuel y Reyes, pero no se sabe si el cronista cita estos libros
o si ha usado la misma fuente histórica profética. Menciona seis fuentes
históricas (1 Cr. 9:1; 27:24; 2 Cr. 16:11; 24:7; 27:7; 33:18) que bien podrían ser
diferentes nombres de una misma obra. También usa ocho fuentes proféticas (1
Cr. 29:29; 2 Cr. 9:29; 12:15; 13:22; 20:34; 26:22; 32:32; 33:19; 35:25).
IV.
HISTORICIDAD
Muchos
críticos han dudado de la historicidad de las Cr., arguyendo que contienen
datos idealizados, exagerados e incluso inventados con fines apologéticos. Pero
estudios recientes y nuevos descubrimientos arqueológicos tienden a confirmar
los relatos de las Cr. Quedan problemas difíciles de resolver. Como ciertas
discrepancias (especialmente numéricas) entre las narraciones de las Cr. y las
de Samuel y Reyes, pero otras que parecían irresolubles hoy pueden explicarse
como errores de transmisión o con la costumbre de usar ciertos números hiperbólicamente
(v.g. 2 Cr. 14:9) (ESDRAS. – NEHEMÍAS.).
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