LIBRO DE
NEHEMÍAS
Arameo., Ketava
d΄Nejemya. Se traduce Libro de Nehemías. Nejemya se traduce Yah ha consolado. Se
atribuye su autoría a Nehemías, copero de Artajerjes, rey de Persia, y su fecha
de redacción se sitúa en la segunda mitad del siglo V a.C. un copero en las monarquías
orientales era un funcionario del más alto nivel y cercanía personal al rey,
por la confianza y la lealtad que se requeriá.
VISIÓN
EXPLICACIÓN:
A pesar de que los judíos terminaron el templo en 516 a.C., los muros de la
ciudad permanecieron en ruinas durante los siguientes setenta años. Estos muros
representaban poder, protección y belleza para la ciudad de Jerusalén. Además
se requerían con desesperación para proteger al templo de cualquier ataque y
para asegurar la continuidad de la adoración. Dios puso el deseo de reconstruir
los muros en el corazón de Nehemías dándole una visión para el proyecto.
IMPORTANCIA:
¿Acaso tiene Dios una visión para nosotros? ¿Hay «muros» que necesitan ser
reconstruidos hoy? Dios todavía quiere que su pueblo esté unido y capacitado
para su obra. Cuando reconocemos que hay profundas necesidades en nuestro
mundo, Dios puede darnos la visión y el deseo de «construir». Con esa visión
podemos movilizar a la gente a orar y a desarrollar juntos un plan de acción.
LIDERAZGO
EXPLICACIÓN:
Nehemías demostró una capacidad de liderazgo excelente. Estaba espiritualmente
listo para escuchar el llamado de Dios. Cuidadosamente planeó, creó un equipo
de trabajo, resolvió los problemas y alentó al pueblo para que el trabajo se
llevara a cabo. Aun cuando tenía una fe tremenda, nunca evadió el trabajo extra
necesario para ser un buen líder.
IMPORTANCIA:
Ser un líder para Dios no es sólo ganar reconocimiento, tener una posición o
ser el jefe. Requiere planeamiento, trabajo duro, valor y perseverancia. Las
expectativas positivas nunca son sustitutos para no hacer el trabajo difícil. Y
para poder guiar a otros, usted necesita escuchar la dirección de Dios en su
propia vida.
ORACIÓN
EXPLICACIÓN:
Nehemías y Esdras respondieron a los problemas en oración. Cuando Nehemías
comenzó su obra, reconoció el problema, inmediatamente oró y luego actuó en
consecuencia.
IMPORTANCIA:
La oración sigue siendo la fuerza poderosa de Dios para resolver los problemas
actuales. La oración y la acción van tomadas de la mano. Por medio de la
oración, Dios guía nuestros preparativos, nuestro trabajo de equipo y nuestros
esfuerzos diligentes para llevar a cabo su voluntad.
PROBLEMAS
EXPLICACIÓN:
Después de comenzado el trabajo, Nehemías se enfrentó al desdén, la calumnia y
las amenazas de sus enemigos, así como al temor, al conflicto y al desaliento
de sus propios trabajadores. Si bien estos problemas eran difíciles, no
impidieron que Nehemías terminara la obra.
IMPORTANCIA:
Cuando surgen las dificultades, Tenemos tendencia al conflicto y al desaliento.
Debemos reconocer que no existen los triunfos sin problemas. Cuando surjan los
problemas, los debemos enfrentar cara a cara y seguir hacia adelante con la
obra de Dios.
ARREPENTIMIENTO
/ AVIVAMIENTO
EXPLICACIÓN:
Aun cuando Dios los había capacitado para que construyeran el muro, la obra no
estuvo completa hasta que el pueblo reconstruyó su vida espiritual. Esdras
instruyó al pueblo en la Palabra de Dios. Cuando escucharon, reconocieron el
pecado que había en su vida, lo confesaron y tomaron medidas para retirarlo.
IMPORTANCIA:
No basta reconocer y confesar el pecado. El avivamiento debe originar una
reforma o de lo contrario no es más que una mera expresión de entusiasmo. Dios
no quiere medidas a la ligera. No sólo debemos despojarnos del pecado de
nuestra vida, sino pedir a Dios que sea el centro de todo lo que hagamos.
LOS
PERÍODOS DE PRUEBA NECESITAN DE LÍDERES INSPIRADOS DIVINAMENTE
Este
libro es, principalmente, la historia de un talentoso líder en la persona de
Nehemías. Aunque enfrentó críticas y oposición, Nehemías resueltamente dirigió
a la pequeña comunidad israelita mientras reconstruían los muros de Jerusalén
para su defensa. Mientras Esdras era el líder religioso en Jerusalén, Nehemías
fue el líder laico, el gobernador oficial de la provincia persa de Judá (Neh
5.14). Su gran preocupación fue el estado ruinoso de la ciudad, que quedó sin sus
muros desde que Artajerjes I detuvo los trabajos de reconstrucción. Al usar su
posición como servidor de confianza en el interior de la corte de Artajerjes,
Nehemías obtuvo el permiso para reanudar los trabajos y completar los muros de
Jerusalén. Pero Nehemías tampoco vaciló en guiar espiritualmente a los
israelitas. Al exigir que los israelitas obedecieran la Ley de Dios, Nehemías
perseguía su desarrollo espiritual tanto como el material.
El
entorno histórico de Nehemías es el de la segunda mitad del libro hebreo
Esdras-Nehemías (458-420 a.C.). Durante este período el Emperador persa
Artajerjes I Longimano permitió a los judíos regresar a sus tierras y
reconstruir Jerusalén. En ese período Nehemías ocupó una posición prominente en
la corte del emperador: él era el copero de confianza de Artajerjes I. En el
vigésimo año de Artajerjes en el trono (444 a.C.), permitió a Nehemías ir a
Jerusalén y reconstruir sus muros.
Nehemías
permaneció en Jerusalén por doce años y regresó a Persia en el año treinta y
dos de Artajerjes (432 a.C.). Alrededor del 425 a.C., Nehemías abandonó Persia
y regresó a Jerusalén por última vez (13.6). Las memorias de Nehemías no se
pudieron completar hasta después de su segunda visita a Jerusalén. Por eso, lo
más temprano que el libro de Nehemías se pudo completar sería alrededor del 425
a.C.
Se
discutió considerablemente acerca del orden de los retornos de Esdras y
Nehemías a Jerusalén. La Biblia presenta claramente que el retorno de Esdras
precedió al de Nehemías: Esdras regresó en el séptimo año del reinado de
Artajerjes (Esd 7.8) y Nehemías regresó en el año vigésimo (2.1). Sin embargo,
basados en la forma en que el avivamiento de Esdras aparece en el centro de la
historia de Nehemías (capítulos 8-10), muchos argumentan que Nehemías regresó
antes que Esdras.
Los
argumentos para revertir el orden de Esdras y Nehemías generalmente no son muy
convincentes. No obstante, la incorporación de parte de la historia de Esdras
en medio de las memorias de Nehemías, aún necesita explicación. Podría ser que
la reconstrucción de los muros de la ciudad por parte de Nehemías era sólo
parte de la reconstrucción necesaria entre el pueblo de Dios. Aún más necesaria
era la reinstitución de la Ley. Ciertamente Esdras usó la Ley en su relación
con el pueblo, pero en este período el sumo sacerdote y el escriba Esdras se
unían con Nehemías para enseñar completamente la Ley de Dios al pueblo (8.9).
Aparentemente, el compilador de Nehemías necesitaba demostrar que los muros de
la ciudad no tenían sentido si los muros de la Ley no rodeaban al pueblo.
En
su pacto con Israel, Dios mencionó un lugar donde establecería su nombre. En
efecto, Moisés dijo a los israelitas que tenían que «buscar el lugar que el
Señor vuestro Dios escogiere, de entre todas vuestras tribus, para poner allí
su nombre para su habitación» (Dt 12.5). Más tarde, se revelaría que este lugar
era Jerusalén. Cuando el Templo se construyó durante el reinado de Salomón,
Jerusalén estuvo en la cúspide de su gloria. Su fama ayudó a difundir la gloria
del nombre de Dios a través de las naciones. Pero Dios permitió que destruyeran
Jerusalén a causa de la incredulidad de los israelitas. Aunque Jerusalén
permaneció en ruinas durante la época de Nehemías, el propósito de Dios de
establecer su nombre allí se mantuvo vigente.
El
libro de Nehemías registra la restauración de Jerusalén bajo la dirección de
Nehemías. En el libro, el retorno de los judíos muestra un letargo espiritual y
un corazón frío e indiferente hacia Dios. Este problema continuó, ya que el
libro de Malaquías denuncia a los israelitas por las mismas actitudes. Fue
necesario un líder resuelto, devoto como Nehemías para motivar al grupo a
trabajar sobre las promesas de Dios y reconstruir los muros de Jerusalén.
Sin
embargo, la terminación de los muros de Jerusalén es sólo la mitad de la
historia de Nehemías. Los muros se reconstruyen por el capítulo seis, pero el
libro tiene siete capítulos más. Estos capítulos registran un avivamiento y
describen el repoblamiento de la ciudad. El tema del libro no es solamente la
reconstrucción de los muros, sino la completa restauración del pueblo de
Jerusalén.
El
libro de Nehemías deja en claro que Dios no restableció a su pueblo una vez
solamente, más bien, repetida y continuamente los restauró. Envió una cantidad de
profetas y líderes para enseñar, motivar y guiar al pueblo en la rectitud.
Zorobabel guió a un grupo de cautivos a Jerusalén y comenzó a reconstruir el
Templo (Esd 1-6). Después Esdras lideró un segundo grupo de cautivos de vuelta
a Jerusalén y ayudó a encausar al pueblo en la obediencia a la Ley Mosaica (Esd
7-10). Luego Nehemías regresó y motivó al pueblo a reconstruir los muros de
Jerusalén (capítulos 1-6). Finalmente, Nehemías volvió una segunda vez y
exhortó al pueblo a adherirse estrechamente a la Ley de Dios (capítulo 13).
El
modelo está claro: Dios restauró a su pueblo continuamente. A despecho de sus
infidelidades, Dios cumplió con su voluntad. La restauración de los muros de
Jerusalén, el repoblamiento de Jerusalén y las repetidas reformas de los
israelitas muestran claramente el trabajo de Dios. Al final su nombre se
glorificará.
Muchos
lectores concluyen naturalmente que el libro fue escrito por Nehemías debido a
las palabras del primer versículo: «Las palabras de Nehemías, el hijo de
Hacalías». Ciertamente, se acepta ampliamente que Nehemías es el autor de los
siguientes pasajes: 1.1-7.5; 12.27-43; 13.4-31. Pero existen dos visiones
diferentes sobre la autoría del resto de Nehemías. Algunos creen que Nehemías
escribió el libro completo, basándose en su memoria. Otros creen que el que
escribió el libro fue Esdras, bajo el relato de Nehemías, en base a los pasajes
que se mencionan. Como evidencia de la segunda posición, es notable que Neh
7.5-73 y Esd 2.1-70 son casi idénticos.
La
semejanza de Nehemías y Esdras pueden explicarse parcialmente por el hecho que
constituyen solamente un libro en la Biblia hebrea (ver la introducción de
Esdras). Por cierto, muchos analistas argumentan que Crónicas, Esdras y
Nehemías fueron compilados por la misma persona. Todos estos libros exponen
temas similares, tales como un enfoque sobre los levitas, el Templo y las
extensas listas. Con semejante interés por el sacerdocio, quien haya compuesto
este extenso documento bien podría ser un sacerdote, como Esdras (ver introducción
a 1 Cr).
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