jueves, 15 de octubre de 2020

(EVANGELIZACIÓN) ADOPTADOS Y SEGUROS. Sexta parte, Fin.

Derechos de los adoptivos.

Romanos 8: 14-17

14. Porque los que son guiados por el espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios, 15. porque ustedes no recibieron espíritu de esclavitud para volver a estar en temor, sino que han recibido el espíritu de adopción, por medio del cual exclamamos: ¡Padre, Padre nuestro!16. El espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios, 17. y si somos hijos, también somos herederos: herederos de Dios, y coherederos con Jesucristo, para que si somos afligidos con Él, también seamos glorificados juntamente con Él…

                Hemos visto lo que sucede cuando somos regenerados (cuando el Cristo viene a nuestra vida) y cuando somos justificados (cuando Dios perdona nuestros pecados y los reemplaza por su justicia). Ahora veamos otra maravilla increíble que Dios ha hecho por nosotros. ¡Él nos ha adoptado en su familia como sus hijos! Adoptados significa “tener los mismos derechos”.

         En esencia, has recibido todos los derechos de hijo de Dios como si hubieras nacido en su familia. La parábola del hijo prodigo ilustra esto (Lucas 15:11-32). El hijo descarriado pensó que, después de irse de su casa, ya no lo iban a considerar como un hijo sino como un sirviente. Para su gran sorpresa, cuando hizo el largo viaje hacia su casa, su padre lo recibió con gusto y lo llenó de besos. Después dio órdenes para que trajeran el mejor vestido y pusieran un anillo en su dedo, lo cual simboliza sus derechos completos como hijo. ¡Esto es exactamente lo que Dios ha hecho por ti! Toma un tiempo ahora para examinar tres pasajes de las Escrituras que te dan la seguridad de tu adopción en la familia de Dios.

         DIOS DISCIPLINA A SUS HIJOS. Hebreos 12:5-9. 5. y han olvidado la instrucción que como a hijos se les dijo: HIJO MÍO, NO MENOSPRECIES LA DISCIPLINA DE YAHWEH, NI DESMAYES CUANDO SEAS AMONESTADO POR ÉL, 6. PORQUE YAHWEH AL QUE AMA DISCIPLINA, y azota a los hijos en quienes se complace, 7. Soporten, entonces, la disciplina, porque Dios los trata como a hijos, porque, ¿qué hijo es aquel a quien su padre no disciplina? 8. Porque si están sin disciplina, con la cual cada quien es corregido, son ustedes bastardos y no hijos, 9. pues si nuestros padres en la carne nos disciplinaban y los respetábamos, ¿con cuánta más razón, pues, debemos nosotros sujetarnos al Padre de los espíritus y ser salvos?

         Reconocer que ahora eres hijo de Dios no es una esperanza distante sino una realidad presente. Una de las maneras que Dios te recuerda que eres su hijo es corrigiéndote y volviéndote al camino una vez más cuando te apartas de Él, como lo hace un padre amoroso. Antes de ser creyentes tal vez no nos sentíamos culpables por ciertas cosas que hacíamos o no hacíamos. Pero ahora que somos cristianos, el Espíritu Santo nos muestra cómo vivir, y eso incluye corregirnos. Él no hace esto porque nos odie, sino porque nos ama como lo que somos: sus propios hijos. Comprender esta verdad nos ayuda a reflexionar en nuestro comportamiento.

         TIENES UN PADRE ACCESIBLE. Gálatas 4:6. y por cuanto ustedes son hijos, Dios envió el espíritu de su Hijo a sus corazones, el cual clama: ¡Padre, Padre nuestro

         El idioma arameo traduce la palabra abba, que aparece en este pasaje, como: “Querido Padre”. Es una expresión que manifiesta el afecto de un niño hacia su padre. En nuestros días equivaldría a: “papá” o “papi”. Dios no quiere que lo veamos como un padre distante y desinteresado, sino como un padre amoroso y accesible a quien puedes acudir en cualquier momento porque eres su hijo.

         SUS PROMESAS NO ESTÁN BASADAS EN TUS SENTIMIENTOS. 1 Juan 5:11-13. 11. Y este es el testimonio: que Dios nos dio vida eterna, y esta vida está en su Hijo. 12. Todo el que tiene al Hijo, también tiene la vida, y todo el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida. 13. Les he escrito estas cosas a ustedes, a los que creen en el Nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna.

         Habrá momentos en tu vida cristiana cuando no vas a “sentir” la presencia de Dios. Tal vez hasta seas tentado a dudar de que Él haya venido a tu vida. Pero 1 Juan 5:13 no dice: “Les he escrito estas cosas a los que creen en el Nombre del Hijo de Dios, para que sientan que tienen vida eterna”. Los sentimientos van y vienen, fluctúan de un día a otro. La Biblia tampoco dice: “Escribo esto para que tengan la esperanza – si Dios está de buen humor – de que tendrán vida eterna”. Dice: para que sepan… ¡La vida eterna es tuya! Afírmate en la promesa de Dios para ti. Estás perdonado, justificado, adoptado en su familia y seguro de tu salvación. ¡esa es una maravillosa razón para regocijarte!

 

Juan 3:16.

16. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que hasta dio a su Hijo Unigénito, para que todo el que crea en Él no se pierda, sino que tenga vida eterna…

        

 

Fin…

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