Hijo de Amram y Jocabed,
de la tribu de Leví (Éx 6:20), hermano mayor de Moisés (Éx 7:7) y de María (Nm
26:59; 1 Cr 6:3). Su esposa fue Elisabet y sus cuatro hijos fueron Nadab, Abiú,
Eleazar e Itamar.
En las narraciones más
antiguas del Pentateuco se presenta a Aarón como «boca» de Moisés (Éx 4:16)
ante Faraón. Parece que Aarón tenía fama de orador, mientras que Moisés se sentía
«torpe de lengua» (Éx 4:10-14). Por tanto, Dios lo escogió para ayudar a Moisés
en el proceso de liberación de Egipto al pueblo de Israel (Éx 4:27). Al
principio siempre acompaña a Moisés (Éx 5:1-4, 20; 6:13; 7:6, 10, 20; 8.5-12,
16, 25; 9:8, 27; 10:13, 16; 11:10; 12:1, 31; 17:10–12). Pero después del cruce
del mar Rojo parece dejar esta responsabilidad y Moisés habla directamente al
pueblo (Éx 14:13).
Aarón figuró entre los
líderes de Israel (Éx 19:24; 24:9; 34:31) y estuvo con ellos cuando vieron a
Dios. Sin embargo, no tuvo cualidades de líder. Cuando sustituyó a su hermano
al subir este al monte Sinaí, no supo mantener el orden (Éx 32:25) ni pudo
resistir las exigencias del pueblo de Israel. Para complacerlos hizo un becerro
de oro. Es posible que tuviera en mente al sagrado buey Apis de Egipto o al
toro de los cananeos.
El momento cumbre de la
vida de Aarón fue cuando se le nombró sumo sacerdote (Éx 28:1; Lv 8:2). Se
confeccionaron vestidos especiales para este servicio (Éx 28:2ss; 39:1ss), como
señal de su autoridad religiosa y de su representación de Israel ante Dios. El
relato de su consagración es minucioso (Éx 29:1–37; Lv 8). El punto central de
su ministerio fue el Día de Expiación, al entrar en el Lugar Santísimo como
único representante del pueblo de Israel (Lv 16:13-14). Dios sostuvo la
autoridad de su sacerdocio frente a una rebelión (Nm 16) y la confirmó con el
milagro de la vara que floreció (Nm 17).
El oficio sacerdotal
que ejercía no evitó una lucha por el poder contra Moisés. Quiso justificar sus
proyectos alegando que Moisés había tomado una mujer cusita (Nm 12:1-2). Sin
embargo, Jehová intervino para reafirmar que escogió a Moisés para ser «boca»
de Dios.
Por su falta de fe, no
se le permitió entrar en la tierra prometida (Nm 20:12). Entregó el sumo
sacerdocio a su hijo Eleazar en el monte Hor (Nm 20:26; Dt 10:6), donde murió
siendo anciano (Nm 33:38, 39). (Sumo sacerdote).
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