Hebreos
12:1.
1. Por tanto, también nosotros que tenemos todos estos testigos alrededor nuestro como una nube, despojémonos de todas nuestras cargas, y del pecado que nos asedia en todo tiempo, y corramos con perseverancia en esta prueba de destreza que está puesta delante de nosotros,
NOMBRES
‘epes,
«fin; no; nada; solamente». Los 42
casos de este vocablo se encuentran en todos los períodos de la literatura
bíblica. Tiene un cognado en ugarítico. Básicamente, el nombre significa que
algo «llega a su fin» o «deja de ser».
Algunos
estudiosos encuentran una relación entre esta palabra y el término acádico apsu
(griego abussos), que era el precipicio de agua dulce que rodeaba el mundo (se
consideraba que el mundo era una superficie plana con cuatro esquinas y rodeada
de agua dulce). No obstante, esta relación es muy dudosa, ya que no se habla en
ninguna parte de las Escrituras acerca de un área que esté allende a los
confines de la tierra. La idea de «confines»
de alguna cosa se encuentra en pasajes como Probervios 30:4: «¿Quién subió al cielo y descendió? ¿Quién
recogió los vientos en sus puños? ¿Quién envolvió las aguas en su manto? ¿Quién
estableció todos los confines de la tierra?» (lba cf. Salmos 72:8). En
otros contextos, ‘epes significa el «territorio»
de naciones aparte de Israel: «Con ellos
embestirá a los pueblos hasta los confines de la tierra» (Deuteronomio 33:17
rva). Es más frecuente que este vocablo se refiera a los pueblos allende de
Israel: «Pídeme, y te daré por heredad
las naciones, y por posesión tuya los confines de la tierra» (Salmos 2:8
rva).
En
Salmos 22:27, la frase ‹los confines de
la tierra› es un sinónimo paralelo con «todas
las familias de las naciones» por lo que «confines de la tierra» en contextos como este representaría a todos
los pueblos de la tierra más allá de Israel.
‘Epes
se usa para expresar lo «inexistente»,
sobre todo en la literatura poética, donde aparece casi siempre como sinónimo
de ‘ayin («ninguno, nada»). En un
caso ‘epes, con el significado específico de «no hay», se usa para comunicar que ya «no existe» nadie o nada: «¿No
queda nadie de la casa de Saúl a quien yo pueda mostrar la bondad de Dios?»
(2 Samuel 9:3 rva). En Isaías 45:6, el término significa «ninguno» o «nadie»: «Para que se sepa que desde el nacimiento del
sol hasta donde se pone, no hay ninguno fuera de mí» (lba; «nadie» rva; cf. v. 9).
En
algunos pasajes, ‘epes se usa como una partícula negativa que significa «al final» o «nada»: «Y todos sus grandes
serán nada» o «sus jefes
desaparecerán» (lvp) y «no se
nombrarán» (bla) más reyes (Isaías 34:12). La fuerza de esta palabra en Isaías
41:12 recae sobre la «inexistencia»
de los que se oponen a Dios: «Aquellos
que te hacen la guerra serán como nada, y como algo que no existe» (rva).
El
término puede también indicar «nada»
en el sentido de «impotencia» o «inutilidad»: «Todas las naciones ante Él son como nada, menos que nada e
insignificantes son consideradas por Él» (Isaías 40:17 lba).
En
Números 22:35, ‘epes significa «solamente»
o bien «únicamente»: «Ve con esos hombres, pero hablarás solo la
palabra que yo te diga» (cf. Números 23:13). En estos pasajes, ‘epes (con
la partícula hebrea kî) califica la frase que le antecede. En 2 Samuel 12:14,
los adversativos «pero», «sin embargo», «mas», etc. traducen un matiz especial del vocablo.
En
Isaías 52:4, ‘epes precedido por la preposición be («por», «por causa de»)
significa «sin motivo, causa o razón»:
«Asiria lo ha oprimido sin motivo».
qets,
«fin». Un cognado de esta palabra
aparece en ugarítico. En el hebraico bíblico qets se encuentra unas 66 veces en
todos los períodos.
Primero,
el vocablo se usa para denotar el «fin de
una persona», o sea, su «muerte»:
«Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el
fin de todo ser» (Génesis 6:13 rvr, nrv). En Salmos 39:4, qets habla de la
«máxima extensión de la vida humana»
y particularmente en el sentido de su brevedad: «Señor, hazme saber mi fin, y cuál es la medida de mis días, para que yo
sepa cuán efímero soy» (lba.
Segundo,
qets quiere decir «fin» en el sentido
de «aniquilación»: «El hombre pone fin a la oscuridad, y examina
en los lugares más recónditos las piedras de la oscuridad y de las tinieblas»
(Job 28:3).
En
tercer lugar, relacionado y a la vez muy distinto a la acepción anterior, está
la acepción «extremo más distante»,
como por ejemplo el «final de un
determinado período»: «Y después de
algunos años descendió a Samaria para visitar a Acab» (2 Crónicas 18:2 rvr;
cf. Génesis 4:3: primera mención en la Biblia).
Un
cuarto matiz enfatiza alguna «meta»
en particular, no un simple final sino también la conclusión a la que se quiere
llegar: «Aunque por un tiempo la visión
tarde en cumplirse, al fin ella hablará y no defraudará» (Habacuc 2:3 rva).
En
otro énfasis, qets se refiere a las «fronteras»
o «límites» de algo: «A todo lo perfecto le veo límite, pero tu
mandamiento es sobremanera amplio» (Sal 119.96 rva).
En
2 Reyes 19:23, el vocablo (junto con la preposición le) se refiere a «lo más lejano»: «Llegué hasta su morada más lejana, al bosque más exuberante».
qatseh,
«fin; frontera; extremo; límite». El
nombre qatseh aparece 92 veces en todos los períodos del hebreo de la Biblia.
En
Génesis 23:9 qatseh significa «fin»
en el sentido de «extremo o límite más
distante»: «Para que me dé la cueva
de Macpela que está en el extremo de su campo». El término significa «límite más próximo» en Éxodo 13:20: «Salieron de Sucot y acamparon en Etam, al
borde del desierto» (rva; «entrada»
rv). En otros casos, el vocablo claramente indica el «extremo o confín más distante»: «Si tus desterrados están en los confines de la tierra, de allí el Señor
tu Dios te recogerá y de allí te hará volver» (Deuteronomio 30:4 lba).
En
segundo lugar, qatseh puede significar un «fin
temporal», tal como el final de un período. Este es el significado del
término en Génesis 8:3, la primera vez que se usa: «Se retiraron las aguas al cabo de ciento cincuenta días».
Una
acepción especial de qatseh se encuentra en Génesis 47:2, donde el vocablo se
usa con la preposición mim («de entre»):
«Luego tomó a cinco de entre sus hermanos
y los presentó ante el faraón» (rva; cf. Ezequiel 33:2 lba). En Génesis 19:4,
la misma construcción significa «de todos
los distritos (o barrios) de una
ciudad»: «Rodearon la casa los
hombres de la ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más
joven hasta el más viejo». Una frase similar aparece en Génesis 47:21, pero
repetido («desde un cabo … hasta el otro
cabo» rv). Se puede traducir: «Desde
un extremo a otro del territorio de Egipto» (rva). En Jeremías 51:31, la
frase significa «todos los sectores»,
«todas partes» (rv) o «completamente».
qatsah,
«fin; frontera; borde, orilla; extremo».
El nombre qatsah se encuentra en la Biblia 28 veces y también se halla en
fenicio. El término se refiere primordialmente a objetos concretos. En algunos
casos, sin embargo, qatsah se refiere a objetos abstractos como por ejemplo «los caminos de Dios»: «¡Y estas cosas no son
más que los bordes del camino. Apenas el leve susurro que oímos de Él!»
(Job 26:14 rv-95).
‘ajarît,
«trasero; fin; consecuencia; resultado; postrero; posteridad». También se
encuentra el término en acádico, arameo y ugarítico. Aparece unas 61 veces en
el hebreo bíblico durante todos los períodos; la mayoría de los casos están en
la literatura poética.
Cuando
se usa especialmente, el vocablo identifica «el lugar más remoto y más distante»: «Si tomo las alas del alba y habito en el extremo del mar» (Salmos
139:9 rva).
El
énfasis más frecuente de la palabra recae en «fin», «consecuencia» y
«resultado». Este matiz se aplica al tiempo en un sentido superlativo o final:
«Los ojos de Jehová tu Dios están siempre
sobre ella, desde el principio del año hasta el final de él» (Deuteronomio
11:12 rva).
Encontramos
un leve cambio del significado en Daniel 8:23, donde ‘ajarît se aplica al
tiempo en un sentido relativo o comparativo: «Al final del imperio de ellos, cuando los transgresores hayan llegado a
su colmo, se levantará un rey de aspecto fiero y entendido en enigmas»
(rva). Aquí el vocablo se refiere a los «últimos
tiempos», aunque no necesariamente al «fin
de la historia». Con un matiz diferente, el término puede significar «postrero» o «lo que viene después»: «Si
fueran sabios, entenderían esto; comprenderían cuál sería su final» (Deuteronomio
32:29 rva). En algunos pasajes, ‘ajarît se refiere a la «postrimería» o «final» de
una vida. Números 23:10 habla acerca de la muerte de la siguiente manera: «¿Quién contará el polvo de Jacob, o el
número de la cuarta parte de Israel? Muera yo la muerte de los rectos, y mi
postrimería sea como la suya».
En
otros pasajes, ‘ajarît se refiere a «todo
lo que viene después». En pasajes como Jeremías 31:17 el término se usa
para hablar de la «descendencia» o «posteridad»: «Hay esperanza para tu porvenir; tus hijos volverán a su territorio»
(rva). En Amós 9:1, ‘ajarît quiere decir «el
resto» (los que quedan) de nuestros compañeros. Tanto «conclusión» como «resultado»
son evidentes en pasajes como Isaías 41:22, donde el vocablo representa el «fin» o «resultado» de un asunto: «Que
se acerquen y nos anuncien lo que ha de suceder. Declárennos las cosas que han
sucedido desde el principio, y prestaremos atención. O hacednos oír de las
cosas por venir, y sabremos su final» (rva).
Un
tercer matiz de ‘ajarît indica «lo último»
o «de menor importancia»: «Vuestra madre se avergonzará sobremanera. Se
volverá pálida la que os dio a luz. He aquí, será la última de las naciones:
desierto, sequedal y tierra árida» (Jeremías 50:12).
El
hecho que ‘ajarît junto con «día» o «años» puede significar tanto «un punto al final del tiempo» como «un período al final de los tiempos» ha
generado bastante debate en torno a catorce pasajes veterotestamentarios.
Algunos estudiosos consideran que este uso
particular no es escatológico; que únicamente significa «los días que siguen» o «en el
futuro». Este parece ser el significado en Génesis 49:1 (primera mención en
la Biblia): «Reuníos, y os declararé lo
que os ha de acontecer en los días postreros» (rva; «días venideros» lba). El término aquí se refiere a todo el período
que sigue. Por otro lado, Isaías 2.2 usa el término de manera más absoluta
refiriéndose a «los últimos tiempos»:
«Acontecerá en los últimos días que el
monte de la casa de Jehovah será establecido como cabeza de los montes»
(rva).
Algunos
estudiosos aseveran que el vocablo algunas veces puede referirse también al «punto final de los tiempos»: «He venido, pues, para hacerte entender lo
que ha de acontecer a tu pueblo en los últimos días; porque la visión es aún para
días» (Daniel 10:14 rva). No obstante, esta interpretación es muy debatida.
Remisión de deuda cada siete años, Deuteronomio 15:1.
Luz apagada de los impíos, Job 18:5–6.
El fin se acerca, Ezequiel 7:2.
Destrucción de los filisteos, Amós 1:8.
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