LIBRO DE
APOCALIPSIS
Aram., guilyana. Tanto del arameo
como del griego (apokalupsis) se traduce al español revelación, pero generalmente se ha traducido Apocalipsis. Este
libro fue escrito por el apóstol Juan mientras estaba exiliado en la isla de Patmos.
Su fecha de escritura se sitúa en el año 95 d.C.
LA
SOBERANÍA DE DIOS
EXPLICACIÓN:
Dios es soberano. Él es más grande que cualquier otro poder del universo. Dios
no es comparable con ningún líder, gobernante ni religión. Él controla la
historia con el propósito de unir a los verdaderos creyentes en una comunión
afectuosa con Él.
IMPORTANCIA:
Aunque pueda aumentar temporalmente el poder de Satanás, no debemos
descarriarnos. Dios es todopoderoso. Él está en control de la situación. Él
salvará a su verdadera familia y la llevará a la vida eterna. Como Él cuida de
nosotros, podemos confiar absolutamente en Él.
LA
VENIDA DE CRISTO
EXPLICACIÓN:
Cristo vino a la tierra como un «Cordero», el símbolo de su sacrificio perfecto
por nuestros pecados. Él volverá como el «León» triunfante, el Juez justo y
vencedor. Vencerá a Satanás, tomará medidas con quienes lo rechazaron, y
llevará a sus fieles a la eternidad.
IMPORTANCIA:
La seguridad de la venida de Cristo les da a los cristianos que sufren la
fortaleza para permanecer firmes. Podemos contemplar su venida como Rey y Juez.
Tomando en cuenta que nadie sabe el momento en que aparecerá, debemos estar
preparados en todo momento al mantener nuestra fe sólida.
JUICIO
EXPLICACIÓN:
Un día se desatará plenamente la ira de Dios en contra del pecado. Satanás será
derrotado con todas sus huestes. La religión falsa será destruida. Dios
premiará a los fieles con vida eterna, pero todos los que no acepten creer en
Él se enfrentarán al castigo eterno.
IMPORTANCIA:
La maldad y la injusticia no prevalecerán para siempre. Dios les pondrá fin en
el juicio final. Debemos estar seguros de nuestra entrega a Jesucristo si
queremos escapar del juicio final. Ninguna persona que rechaza a Cristo
escapará del castigo de Dios.
EL
PUEBLO FIEL DE DIOS
EXPLICACIÓN:
Juan escribió para animar a la Iglesia a resistir las exigencias de adorar al
emperador romano. Exhorta a todo el pueblo de Dios a dar su devoción solo a
Cristo. Apocalipsis identifica a los que son parte del pueblo fiel e indica lo
que deben hacer hasta la venida de Cristo.
IMPORTANCIA:
Usted puede ocupar un lugar junto con los que han sido fieles a Dios al creer
en Cristo. La victoria es segura para los que resisten la tentación y hacen de
su lealtad a Cristo su máxima prioridad.
LA
ESPERANZA
EXPLICACIÓN:
Un día Dios creará cielo y tierra nuevos. Todos los creyentes vivirán con Él
para siempre en perfecta paz y seguridad. Los que murieron resucitarán. Estas
promesas para el futuro nos comunican esperanza.
IMPORTANCIA:
Nuestra gran esperanza es que se hará realidad lo que Cristo prometió. Cuando
tenemos confianza en nuestro destino final, podemos seguir a Cristo sin
titubear, sin que importe lo que debamos enfrentar. Podemos alentarnos con la
esperanza de la venida de Cristo.
APOCALIPSIS
Voz gr. (“revelación”) que sirve de título
al último libro NT.
I.
LITERATURA
APOCALÍPTICA
Aunque
Ap. Es el único libro del canon totalmente apocalíptico, lo son también Dn.
7-12; porciones de Is., Ez., Jl. y Zac.; Mr. 13//;2 Ts. 2, y otros pasajes,
todos utilizados en AP. Muchos judíos del primer siglo conocían bien ciertos
apocalipsis extrabíblicos como Enoc, Jubileos,
La Asunción de Moisés, El Apocalipsis de Baruc, IV Esdras y Los testamentos de
los doce patriarcas, de manera que el simbolismo de nuestro Ap. No les
resultaba tan difícil como a nosotros.
Todo
libro apocalíptico pone de relieve la soberanía de Dios, quien a la larga
intervendrá catastróficamente para cumplir su perfecta voluntad. A sus
enemigos, potentes y muy variados, se les representa con colores y formas vividas
y simbólicas (bestias, cuernos, etc.). Hay visiones místicas, ángeles que
hablan, y choques entre las poderosas huestes del bien y del mal. Al fin, los
santos perseguidos son reivindicados.
El
Ap. bíblico, a diferencia de los otros, da el nombre verdadero de su autor. No oculta
su fecha ni su procedencia, y es profundamente cristiano. El Paráclito cumplió
la promesa de Jn. 16:13.
II.
PATERNIDAD
Y FECHA
El
autor se identifica como Juan (1:1, 4, 9; 22:8) y se describe como “siervo de
Dios” (1:1), uno de los profetas (22:9), y “hermano” y “coparticipe en la
tribulación” de los destinatarios (1:9). Desterrados de sus amadas iglesias en
la provincia de Asia, se halla preso en la isla de Patmos. Desde la época de Justino
Mártir (ca. 140 d.C.) este Juan ha sido identificado en Occidente como el apóstol
y además como autor del cuarto Evangelio y las tres Epístolas juaninas. A esto
se puede objetar, como lo hacían ciertas iglesias orientales, que el estilo de
Ap., es notablemente diferente del de otros escritos juaninos; los solecismos
en que incurre aquí (por lo visto, intencionales) muestran poco respeto por la
gramática. Además, el punto de vista respecto a la escatología parece muy
distinto (más “realizada” en el Evangelio y las Epístolas, por futuristas en
Ap.). Por tanto, Ap. Falto en el canon de ciertas iglesias entre 250 y 950 d.C.
Aunque
la mayoría de los exegetas modernos niegan la posibilidad de paternidad
apostólica para Ap., las ideas denuncian un fuerte parentesco con el cuarto Evangelio
y las cartas juaninas, de manera que la teoría tradicional puede ser correcta. Los
indicios internos señalan que Ap. se escribe en Asia Menor a fines del reinado
de Domiciano, o sea 90-95 d.C., aunque hay quienes opinan que se escribió durante
el reinado de Nerón (hacia 68). Con un fin eminentemente pastoral, Juan traza
una teología de la historia, colocando la apremiante necesidad de una iglesia a
punto de ser exterminada, en el contexto de 1) la necesidad del mundo 2) el propósito
redentor de Dios.
III.
CONTENIDO
Escrita
tanto en forma de epístola (1:4SS.; 22:21) como de drama (1:7-22:20), el libro
da la impresión general de ser un plan sistemático de visiones acerca de la soberanía
de Dios. Sin embargo, hay muchos desacuerdos entre los comentaristas respecto a
las divisiones. A continuación el bosquejo de E. B. Allo (L′Apocalypse, 1933):
A. Prólogo
general (1:1-8)
B. Primera
parte
1.
Visión introductoria (1:9-20)
2.
Las cartas a siete iglesias en
Asia Menor (2:1-3:22)
C. Segunda
parte
1.
Visión introductoria (4:1-5:14)
2.
Primera sección de profecías (6:1-11:18)
a. La apertura del libro de siete sellos (6:1-8:1)
b. La visión de las siete trompetas (8:2- 11:18)
a. La apertura del libro de siete sellos (6:1-8:1)
b. La visión de las siete trompetas (8:2- 11:18)
3.
Segunda sección de profecía (11:19-21:8)
a.
La mujer y el dragón (11:19-12:17)
b.
Visión introductoria (13:1-14:5)
c.
Visiones preparatorias para la
lucha (14:6-20)
d.
Ejecución de la venganza divina
sobre la bestia y Babilonia (15:1-19:21)
1.
La visión de las siete copas (15:1-16:21)
2.
La ruina de Babilonia (17:1-19:10)
3.
La ruina de la bestia (19:11-21)
e.
Ejecución de la venganza divina
sobre el dragón (20:1-10)
1.
El dragón encarcelado por mil
años (20:1-3)
2.
Entretanto, el reino de Cristo
y los santos (20:4-6)
3.
La batalla de Gog y Magog: Satanás
lanzado al fuego (20:7-10)
f.
El juicio final (20:11-21:4)
4.
Conclusión de la segunda parte
(21:5-8)
D. Tercera
parte
1.
Circunstancia
de la visión (21:9-10)
2.
Descripción
de la Nueva Jerusalén (21:11-23)
3.
Lo
que esta Jerusalén significa para los hombres (1:24-22:5)
E. Conclusión y epilogo (22:6-21)
IV.
INTERPRETACION
Algunos
exegetas, preteristas (1) entienden Ap. como una descripción de acontecimientos
pasados, del mal inherente al Imperio Romano del siglo I. Los historicistas (2)
ven en Ap. un enorme panorama de la historia desde el siglo I. hasta la Segunda
Venida. Entre ellos mismos, sin embargo, no hay unanimidad respeto a la identificación
de los episodios históricos. Los futuristas (3) sostienen que desde el cap. 4,
Ap. describe eventos relacionados con la Segunda Venida, que tienen lugar en
19:11ss.; en cambio, los idealistas (4) consideran primordial el propósito de
inspirar a los cristianos perseguidos a permanecer fieles hasta el fin, y
entienden el lenguaje simbólico no cronológicamente, sino como una serie de
descripciones imaginativas del triunfo de Dios. Estas cuatro escuelas no se
excluyen mutuamente. De hecho es probable que una combinación de 3, 1, 4 responda
a la intención juanina.
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