sábado, 18 de julio de 2015

Conozcamos la Biblia Judas


Libro de Judas

La mayoría de los eruditos concuerda en que se trata del hermano de Jacobo (Santiago), y por tanto, hermano de nuestro Señor Jesucristo (Mt. 13:55; Mr. 6:3). A él se atribuye la autoría de esta epístola universal, escrita alrededor del 70 d.C.

APOSTASÍA

EXPLICACIÓN: Judas también advierte en contra de la apostasía, el apartarse de Cristo. Es necesario recordar que Dios castiga la rebeldía en contra de Él. Debemos tener mucho cuidado para no desviarnos de una entrega fiel a Cristo.
IMPORTANCIA: Los que no tratan de conocer la verdad en la Palabra de Dios corren el peligro de la apostasía. Los cristianos deben guardarse de cualquier falsa enseñanza que pueda distraerlos de la verdad predicada por los apóstoles y escrita en la Palabra de Dios.


FALSOS MAESTROS

EXPLICACIÓN: Judas advierte en contra de los falsos maestros y de los líderes que rechazan el señorío de Cristo, socavan la fe de otros y los descarrían. Serán castigados esos líderes y cualquiera que los siga.
IMPORTANCIA: Debemos defender con vigor la verdad cristiana. Esté seguro de evitar líderes y maestros que tergiversen la Biblia para respaldar sus propios propósitos. Los verdaderos siervos de Dios reflejarán con fidelidad a Cristo mediante sus palabras y su conducta.

JUDAS.

Carta dirigida a un grupo de creyentes judíos en Siria que tendían a descuidar la enseñanza de la realidad de los juicios divinos, a causa de un énfasis desmedido sobre la gracia divina.


I.             AUTOR Y FECHA

A Judas se le menciona entre los hermanos de Jesús (Mr. 6:3; Lc. 6:16) al igual que a Jacobo, dirigente durante muchos años de la iglesia de Jerusalén (Hch. 15:13; Gá. 2:9s.). Sin embargo, es significante que el autor no afirma tener autoridad apostólica a pesar de su parentesco con Jesús y con un dirigente en Jerusalén.

          Puesto que, según la tradición, Judas murió antes del 81 d.C., el tiempo de la redacción de su carta puede fijarse por conjeturas hacia 75 d.C. las condiciones con 2 Pedro suelen explicarse suponiendo que Jud. se escribió primero. Sin embargo, el v. 17 presupone que los apóstoles (tal vez con la excepción de Juan) habían muerto. Jud. fue aceptada en el canon entre 200 y 397 d.C. a pesar de varias objeciones que en parte tenían que ver con dos citas de libros apócrifos (el v.9 alude a La asunción de Moisés y el v. 14 a Enoc).


II.           CONTENIDO

La epístola destaca un violento grito de guerra santa cuyo tema, la gracia de Dios y la soberanía del Señor Jesucristo, se formula en el v. 4. Tras una salutación (vv.1s.) y una explicación de móvil de la epístola (vv. 3s.), la primera sección principal  (vv. 5-16) anuncia el juicio sobre “éstos” que provocan desordenes típicos de los que, al igual que los israelitas en el desierto, “los ángeles que no guardan su dignidad” sobrestima la seguridad de su salvación. Éstos no respetan el juicio de Dios, rechazan autoridades y normas, e invocan su experiencia con el espíritu para actuar irresponsablemente en lo sensual.

La segunda sección proclama misericordia para los desorientados. Las predicciones apostólicas y el amor de Dios, que salva aun a los desordenados, inspiran a luchar en pro de la fe. Jud. distingue entre los vacilantes, los medio perdidos y los totalmente corrompidos (cp. 1 Jn. 5:16s.).

Al denunciar los abusos que se cometen egoístamente dentro del cristianismo, Judas se declara como uno de los autores antisectarios del NT. La epístola concluye con una de las más hermosas alabanzas cristológicas de la Biblia.   

¿QUIÉNES ERAN LOS PERTURBADORES?

         Judas no se ocupa de detallar qué enseñaban los perturbadores (versículo 4) quizás ni siquiera quiso honrar las ideas de estos dándoles tratamiento. Pero el modo en el que se conducían no goza de tal restricción: él abre fuego contra su hipocresía, su actitud divisiva y su moral libertina. Los llama espías e insta a los creyentes a luchar por la verdadera fe. En algún arranque casi poético, toma vividas imágenes de la naturaleza para describir a esa gente  (12-13).

         Breve vigorosa, la carta de Judas nos trae a la mente la imagen de algún fogoso profeta del Antiguo Testamento. Judas, sin embargo, tiene esperanzas acerca de sus lectores. Los creyentes sinceros pueden mantenerse en el amor de Dios y algunas almas vacilantes pueden todavía ser “arrebatadas del fuego” (21-23). (aun en el fragor de su batalla contra los herejes, Judas no insinúa persecución alguna de los ofensores ¡nada hay en este libro acerca de quemar a nadie en la pira!)

         Judas se despide con una doxología conocida y llena de alegría; ésta es la parte de su carta que todavía es citada con frecuencia en las iglesias de hoy en día.

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