miércoles, 26 de agosto de 2020

¿CÓMO DEBEMOS CONSIDERAR A LAS AUTORIDADES?

Romanos 13: 1-2.

1. Sométase toda persona a las autoridades superiores, porque no hay autoridad que no provenga de Dios, y las autoridades que hay son constituidas por Dios. 2. Así que el que se oponga a la autoridad, a lo ordenado por Dios se opone, y los que se opongan recibirán juicio,

Cuando tratamos con el asunto de la autoridad, en particular cómo actuar ante el gobierno de nuestro país, la Biblia nos da algunos asuntos importantes para considerar.

DIOS ESTABLECE A LOS GOBERNANTES.

Es cierto que no todo gobierno oficial es obediente a Dios. Muchos gobiernos violan la Palabra de Dios. Pero Dios ha permitido ciertos gobiernos con un propósito divino. En el Antiguo Testamento, muchas veces Dios permitió que algunos “malos” países fueran poderosos, para castigar a Israel por su mal proceder y recordarles que debían retornar a Dios. Por lo tanto, debemos respetar a las autoridades, ya que Dios tiene propósitos específicos al permitir ciertos gobiernos.

DIOS USA A LOS GOBERNANTES QUE TIENEN TEMOR DE ÉL.

Aunque Dios, en definitiva, tiene control de todo lo que ocurre y de cada suceso que hay en el mundo, Él usa a sus seguidores en posiciones estratégicas de poder. Cuando la reina Ester, una judía, vio la posibilidad de que su pueblo fuera destruido, su tío Mardoqueo la desafió con estas palabras: “Si callas en este tiempo, de otra parte vendrá auxilio y alivió para los judíos, pero tú y tus parientes morirán. ¿Quién sabe si no llegaste a ser reina precisamente para un momento como este?” (Ester 4:14). Ciertamente, Dios no nos prohíbe ser parte de los procesos políticos y aun usa a cristianos en el gobierno para cumplir sus propósitos.

TENEMOS QUE SER TESTIGOS PARA LOS QUE ESTÁN EN AUTORIDAD.

Tu obediencia a las leyes del país es usada como un testimonio que exalta al Dios que sirves. Pedro, dirigiéndose a los primeros cristianos que estaban sufriendo crueles persecuciones bajo la tiranía de Nerón, los desafió a ser buenos ciudadanos (1 Pedro 2: 13-15 “Sométanse a todos los hombres por causa de Dios: a los reyes, por razón de su autoridad, 14. y a los jueces, porque ellos son enviados por Él a fin de castigar a los malhechores y honrar a los que hacen lo bueno. 15. Porque ésta es la voluntad de Dios: que con sus buenas obras callen la boca de los insensatos que no conocen a Dios”).

NUESTRA FIDELIDAD A DIOS SIEMPRE DEBE ESTAR PRIMERO.

¿Qué hacer cuando la ley o el gobierno contradicen directamente la ley de Dios? Nosotros somos responsables ante una autoridad mayor. En el Antiguo Testamento leemos que Daniel desafió el decreto del rey que prohibía a la gente a orar por otros dioses que no fuera él (Daniel 6: 1-28). Daniel sabía que Dios había dicho que sólo lo adorara a Él, así que obedeció la ley de Dios antes que la ley de los hombres. Como recordarás, Daniel fue echado al foso de los leones, pero Dios preservó su vida cerrando la boca de las bestias. En el Nuevo Testamento, cuando el sacerdote les ordeno que no hablarán en el nombre de Jesús, Pedro respondió: (Hechos 5: 29 “Simón contestó junto con los apóstoles, y les dijo: Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres”). En tiempos más recientes, los cristianos que vivían en países comunistas o musulmanes, continúan hablando del Cristo y repartiendo Biblias, a pesar de las leyes que lo prohíben.

Quizás lo mejor que podamos hacer respecto a las autoridades es seguir el consejo de 1 Pedro 2: 17 “Honren a todos, amen a sus hermanos, reverencien a Dios, honren a los reyes”. Aquí tenemos un perfecto equilibrio, porque si tememos a Dios, viviremos por encima de cualquier crítica y seremos ejemplo para aquellos que están en autoridad. Al mismo tiempo, seremos capaces de discernir cuando las leyes humanas contradicen las leyes divinas establecidas por Dios.

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